Gasto Público

Legisladores se ahorran la plata de los viajes para contratar más asesores

Senadores y diputados provinciales no pueden canjear pasajes por dinero y, de hecho, casi no gastan recursos en viajes. Eso sí, emplean buena parte de la plata extra en contrataciones. Esos colaboradores se suman a los que otorgan las cámaras a cada persona que accede a una banca: un asesor y un empleado.  

viernes, 19 de julio de 2019 · 10:46 hs

Los legisladores provinciales no cuentan con el privilegio que acaba de eliminar la Cámara de Senadores de la Nación en medio de cierta polémica: la posibilidad de canjear pasajes por dinero.

Es más. Según los registros oficiales, casi ninguno viaja a cuenta del Estado provincial, ya que no figuran (por lo menos hasta el final del primer trimestre de este año) gastos en el rubro de viáticos y pasajes.

Pero ese dato es engañoso. No significa que senadores y diputados provinciales resignen el uso de fondos extras de la dieta, produciéndole un ahorro a la Legislatura, ya que las disposiciones de cada cámara  les permiten usar ese dinero para contratos y donaciones.

Según reconocieron autoridades legislativas, el rubro de las contrataciones es el más utilizado por los legisladores, quienes, de ese modo engrosan la disponibilidad de personal a su cargo. 

Los montos a los cuales pueden acceder varían según la cámara a la que pertenecen. El Senado (según información extraoficial, porque oficialmente no hubo respuesta a la solicitud de este medio) otorga un crédito anual de 520.000 pesos por legislador. En cambio, en Diputados se da un poco menos: 450.000 pesos por año.

La administración de estos fondos es centralizada. O sea, la plata no va a la cuenta de cada legislador, sino que hay que solicitarla en Contaduría de cada cámara. "Si alguien quiere donar una bandera a una escuela, la compra la Cámara", explicó en este sentido el secretario habilitado de la Cámara de Diputados, Sergio Pinto.

Pero la donación no es lo más usual. El legislador prefiere, llegado el caso, pagar pasajes y consumos fuera de la provincia de su propio bolsillo y guardarse el crédito disponible para contratar gente.

El punto que genera polémica es que los diputados y senadores provinciales no carecen de personal. Por el solo hecho de ocupar una banca, cada legislador accede a un asesor y un empleado

Hay quienes aducen que les hace falta más gente todavía, por el trabajo territorial que demanda el ejercicio legislativo. Por esta razón, el o los empleados extras en muchas ocasiones ni siquiera se desempeñan en la Legislatura, sino que trabajan en el departamento de origen de su jefe.

En ambas cámaras no hay controles de asistencia para estos asesores, pero sí revisan que tengan títulos. También verifican cuáles son sus antecedentes y se averigua, entre otras cosas, si los contratados son deudores alimentarios.

Por último, al menos en Diputados, hay un tope salarial para los asesores: no pueden cobrar más de 25.000 pesos por mes cada uno.

Por otro lado, también en la Cámara de Diputados, se exige dosificar el gasto, que debe adecuarse al ritmo del presupuesto legislativo. En otras palabras, ningún legislador puede pedir cobrar de una sola vez los fondos extra que recibe.

Tampoco puede recibir la plata correspondiente a un ejercicio completo si abandonan sus funciones antes de que termine el año. Hay que recordar en este sentido que los mandatos legislativos terminan en Mendoza en diciembre o en mayo.

Sin embargo, las planillas oficiales (cuya carga está bastante atrasada) hablan de una Legislatura más austera de lo que realmente es. El recuento de viáticos y pasajes del primer trimestre de la Cámara de Senadores indica que apenas la vicegobernadora Laura Montero y las senadoras Fernando Lacoste (PJ) y Cecilia Páez (PRO) hicieron uso de parte del crédito para comprar algunos pasajes aéreos.

El Senado tiene 38 miembros, más la vicegobernadora, y cada senador cobra por mes, de bolsillo, cerca de 130.000 pesos.

Más austeros incluso parecen en la página web los diputados, en el que apenas uno de sus 48 integrantes pidió en el primer trimestre de 2019 que le paguen un pasaje. Se trata del radical Ricardo Mansur.

Cada diputado cobra de dieta alrededor de 120.000 pesos de bolsillo.