Legislatura porteña: mientras Jorge Macri organiza, arranca la nueva convivencia
El jefe de Gobierno, en nueva etapa, explora medidas de acercamiento con la oposición. La Legislatura porteña tendrá sesión ordinaria el jueves de la semana próxima.
Jorge Macri buscará saldar la deuda reclamada en las elecciones con una nueva Legislatura
Archivo.La semana que viene será clave para el funcionamiento de la Legislatura porteña, ya en modo poselectoral y La semana que viene será clave para el funcionamiento de la Legislatura porteña, ya en modo poselectoral y con tensión entre La Libertad Avanza y el PRO. En se clima que también estará enmarcado por el relanzamiento de la gestión que formuló esta semana Jorge Macri, los diputados intentarán sesionar el jueves.
El lunes, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Matías López, que en la práctica es quien tiene todo el manejo de la casa, tiene previsto reunirse con todos los presidentes de bloque, en lo que será el primer encuentro tras los comicios de mayo pasado.
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En rigor no debería haber cambios, ya que el resultado electoral se reflejará en diciembre,cuando asuman los legisladores electos el 18 de mayo y se retiren los que terminaron el mandato.
Sin embargo, las bancadas que tuvieron el principal protagónico en la elección porteña podrían adelantar movimientos, mientras que el oficialismo llega quebrado y podría sufrir pérdidas antes de tiempo por pases y nuevas alianzas , una foto que cambiará cuando se renueven las bancas.
Con los titulares de los bloques, López (PRO línea Santilli) quiere ratificar la fecha de la primera sesión poselectoral que se acordó para el jueves que viene.
Jorge Macri organiza el armado político en la Legislatura porteña
Hay proyectos para sancionar y Jorge Macri querrá acelerarlos, especialmente los que reflejen un ahorro para la administración o bien conceda beneficios como es el caso de la eliminación del impuesto a los Sellos en rubros como distintos contratos comerciales o con fines turísticos. También quedó pendiente una moratoria impositiva entre otras medidas que requieren de una ley.
Jorge Macri, como efecto del resultado electoral, incorporó un área para su gobierno, que apunta a achicar procedimientos en las distintas áreas de su gabinete y alentó a sus funcionarios a proponer medidas de ese tipo cada semana, en un trabajo que estará a cargo del jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny.
Incorpora entonces a la gestión un área de Reforma y simplificación del Estado que por ahora no tiene el efecto de un guiño hacia La Libertad Avanza (LLA) que mantiene la tensión con el PRO. Una muestra es la difusión de un proyecto de ley que anima la legisladora Pilar Ramírez, presidenta del bloque LLA , que propone quitarle al Jefe de Gobierno el poder para convocar a elecciones en la fecha que prefiera. Apunta a remarcar que la decisión de separar los comicios locales de los nacionales no habría sido buena como tampoco adelantar la elección local.
Ese almanaque electoral siempre tuvo idas y vueltas en la Ciudad de Buenos Aires. Tanto que ya la Constitución porteña se hizo también cargo del tema y en una cláusula transitoria, la cuarta, impuso que la primera Legislatura porteña podría alargar o acortar los mandatos de los legisladores para que la elección coincida o no con las nacionales, mediante una ley. La idea era separar las elecciones para mantener la autonomía. La ley se votó, los mandatos se acortaron pero las elecciones no se separaron. De allí que el Código Electoral porteño que se estrenó en la pasada elección, directamente propuso que el Jefe de Gobierno convoca, dejando la decisión de la fecha.
Ramírez en cambio, en su proyecto propone una modificación al Código electoral para que "las elecciones generales y segunda vuelta, se celebrarán en la misma fecha que las elecciones nacionales. Las elecciones generales, se realizarán el cuarto domingo de octubre inmediatamente anterior a la finalización de los mandatos.”
Como sea, la propuesta de LLA requiere de dos tercios de los votos del recinto, si es que se llegara a tratar en comisión, es decir 40 de los 60 que conforman la Legislatura porteña, una mayoría especial muy difícil de alcanzar en esta etapa.