Julio Zamora: "El kircherismo creó a Javier Milei y ahora conviven en un fracaso común"
El intendente de Tigre y candidato a senador provincial por la Primera Sección bonaerense cree que "el mileísmo y el kirchnerismo son dos caras de una misma moneda" que "terminaron fracasando".

Julio Zamora, intendente de Tigre y candidato a senador provincial Somos Buenos Aires
Julio Zamora está peleando, pero no como lo hacen los representantes mileístas o kirchneristas. Lo del actual intendente de Tigre es la insistencia sobre la cordura, la sensatez, algo que él sostiene que “no garpa” pero que “debe ser imprescindible para lo que necesita el país”. Para él, Fuerza Patria "se rompe en octubre por la desconfianza interna" y el mileísmo "fue un proyecto político efímero, con mucho grito, pero nada más".
Candidato a primer senador por Somos Buenos Aires en la Primera Sección electoral bonaerense, Zamora expresa, sin su auspicio y a pesar de él, aquel intento trunco que dejó el Frente Renovador cuando se quiso poner en medio de la pelea entre macrismo y kirchnerismo. Sergio Massa quedó, al final de su pelea, junto con Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
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Sus competidores son un ex intendente y compañero en su trayectoria reciente, Gabriel Katopodis, y un par suyo como Diego Valenzuela, con quien mantiene una buena relación. A pesar de que los tres podrían aducir que es el momento de discutir los temas que aquejan a los bonaerenses, el representante de Frente Patria hace su campaña con un nítido “Frenemos a Milei” mientras que el jefe comunal de Tres de Febrero representa el “Nunca Más” al Kirchnerismo.
“Milei y Fuerza Patria representa lo mismo. El actual presidente surgió por la estrategia y el apoyo que le dio el peronismo en 2021 y 2023, hizo todo para quebrar a Juntos por el Cambio y el ex ministro de Economía puso sus candidatos y armó todo para que esas listas estuvieran en el cuarto oscuro y sean cuidadas. Aunque ahora digan que son diferentes, son lo mismo”, dijo Zamora.
Para el intendente, “nosotros sufrimos un problema doble. Por un lado, el gobierno nacional, con su política económica que privilegia importaciones, provoca cierre de empresas y puestos de trabajo que terminan haciendo caer la recaudación. Y, en cuanto a la Provincia de Buenos Aires, Kicillof tiene un gobierno disfuncional, con gente que no le responde en su gestión porque son de La Cámpora, y a los que no son de ese espacio, por ejemplo, no nos permiten firmar convenios mínimos como la ayuda a los clubes de barrio”.
-¿Por qué te fuiste de Fuerza Patria o de la alianza que representa al peronismo en el cual militas desde que haces política?
-La decisión la tomé cuando el Partido Justicialista me obligó a competir en inferioridad de condiciones con la boleta de Juan Grabois. Juan Manuel Olmos me firmó la expulsión con su decisión. Ello me motivó a repensar qué hacía yo de mi futuro y qué podía aportarle a la Provincia y al país. Y con esa independencia empecé a dialogar con quienes no hablábamos por estar en un lugar y las coincidencias empezaron a surgir”.
Hoy el peronismo se transformó en una alianza en la que conviven dirigentes que se desconfían unos a otros y que después de octubre, seguramente, terminará todo roto, con pujas por la conducción entre Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner. No hay una comunión política.
“Hoy me siento parte de un proyecto que inició Juan Schiareti y que tiene a seis gobernadores integrándolo. Provincias Unidas se armó con nuestra búsqueda de participar de algo distinto, fuera de los extremos que no llevan a ningún lado y que mostraron su fracaso en los últimos años. Lamentablemente, hoy eso que se dice peronismo no tiene nada más que dar y se mantiene subyugado por el kirchnerismo, sin poder renovarse ni mostrando respuesta para la gente.
-¿Por qué Somos Buenos Aires no pudo integrar a dirigentes que en un inicio aparecían como parte de este armado? Estoy hablando de Fernando Gray o Joaquín De la Torre, por ejemplo.
-Hubo un desacople de lo que terminó siendo Somos y Provincias Unidas. Lamentablemente en octubre habrá representaciones diferentes en la Provincia de Buenos Aires y radicales, coalicionistas y peronistas terminaremos siendo en diferentes proyectos, pero deseo que todos nos juntemos después.
Hay que tener mucha templanza para pedir que nos escuchen y no entrar en las falsas polémicas y discusiones absurdas. La gente, en 2023, votó por el fin de un sistema partidario que no le dio ninguna respuesta y apostó por Javier Milei cuando decía que iba a ir contra la casta. Pero eso también fracasó porque estamos viendo que era todo un relato también.
-Estamos viendo el final del kirchnerismo, con Cristina presa e inhabilitada. ¿Cómo terminará el mileísmo?
-El mileísmo está dando síntomas de su final. Venían a dejar atrás la corrupción, con un claro mensaje ético, termina estando involucrado en hechos de corrupción pero no con la obra pública sino con lo que le tendría que corresponder a las personas que tienen alguna discapacidad.
Se está viendo un gobierno que perdió la batalla de la honestidad y también está perdiendo en el área económica, que era su pilar. Pierde en la batalla por mantener la inflación a raya porque aumenta el dólar, las tasas vuelan y la actividad está planchada, muerta.
Fue un proyecto político efímero, con mucho grito, pero nada más.