Fogueo de Luciana Carrasco como presunta ministra de Defensa ante la Comisión de Presupuesto

La exposición de Luciana Carrasco sobre el presupuesto de Defensa 2026 ante los legisladores de la Comisión de Presupuesto y Hacienda fue el debut y fogueo hacia su próxima posición en reemplazo del ministro de Defensa, Luis Petri.

La jefa de Unidad de Asesores del ministro vistió para la ocasión un sobrio tailleur negro, camisa blanca, un collar de perlas, peinado recogido y dos prendedores de solapa, uno destacado de la flor “nomeolvides".

Ese accesorio no pudo pasar inadvertido para un grupo de pertenencia; los masones. El pin de la flor de cinco pétalos azules de dimensión importante que lucía Carrasco no condice con la tradición masónica de llevarlo en tamaño discreto, casi mínimo, una licencia que se tomó la pre ministra quizá por coquetería.

El discurso sobre el presupuesto en Defensa

Con esa gestáltica de diseño comenzó a leer un racconto de las políticas del ministerio, de la estrategia en el relacionamiento internacional, de las novedades en ejercitaciones militares, de cómo se aplican los recursos, de las adquisiciones de material bélico (cazas F-16, aviones P3-C Orion, blindados Stryker) de la situación del personal de las FF.AA., sin olvidar algún toquecito a la gestión del gobierno anterior, la herencia recibida.

“El presupuesto total proyectado para el Ministerio de Defensa supera los 6 mil millones de pesos, consolidando un crecimiento real aproximadamente del 14% respecto 2025”, manifestó Carrasco

“Estamos reconstruyendo desde los cimientos un sistema de defensa moderno, profesional y eficiente” lo cual “va a llevar tiempo y trabajo”, dijo, pero defendió que “cada peso que hoy se invierte en defensa vuelve multiplicado, vuelve en profesionalismo, tecnología, en empleo calificado y soberanía”.

Afirmó que el presupuesto asignado “no pide más de lo que el país puede, pero tampoco menos de lo que la Nación necesita”. “Cada adquisición a la que nos comprometemos es con la responsabilidad no solo de ver de qué partida se saca la plata, sino de ver conscientemente que se va a poder pagar”, continuó.

La mención vendría a saldar rumores circulantes entre los legisladores acerca de que los nuevos medios a punto de llegar a dotación de la Fuerza Aérea, la Armada y el Ejército; los mencionados cazas F-16, los aviones de exploración marítima Orion, los helicópteros AW 109 Leonardo y los blindados Stryker se verían limitados por falta de recursos para su operación y funcionamiento.

La funcionaria lo contrastó con el pasado: “En diciembre de 2023 encontramos un sistema de defensa que existía más en los papeles que en la realidad, después de décadas de desinversión, desmantelamiento y de una gestión marcada por el uso político de los recursos y el descontrol, el resultado fue un Estado sin capacidad de defensa real”.

Luego pasó mensajes de elogio interno: “Esta gestión trabaja de manera responsable y eficiente a la hora de defender la libertad”, expresó que en estos dos años se trabajó en “recuperar las capacidades del sistema de defensa de la Nación” y recalcó que la “misión” ordenada por el presidente Javier Milei de “devolver a lo más alto a las Fuerzas Amadas, es una de las tareas más prestigiosas y desafiantes que tuvimos” y “Luis Petri ha cumplido con esa misión”. “Hoy las Fuerzas Armadas han sido reivindicadas y ocupan el lugar que la política nunca debió quitarle”, dijo.

Parálisis de FAdeA, crisis de IOSFA y ejercicios militares en el cuestionario legislativo

Hubo una serie de preguntas de los legisladores entre ellos de German Martínez (UxP), Vilma Ripoll (FIT), Eduardo Toniolli (UxP), Silvana Giudice (Pro) y Christian Castillo (PTS).

La parálisis de la Fábrica Argentina de Aviones y su desfinanciamiento por la demora en la firma de los contratos con el ministerio de Defensa sumado a la crisis de la obra social militar IOSFA y a cuestionamientos por maniobras con tropas de EEUU sin haber pasado la aprobación en el Congreso, fueron los cuestionamientos más requeridos.

Carrasco dio respuestas telegráficas: “FAdeA venía acostumbrada a hacer las cosas de un modo que entendimos que no eran correctas. La transparencia y la eficiencia en cada uno de los contratos es prioridad”, “si está con problemas económicos no puede pretender que sean los contratos de Defensa la que la salven como estaba acostumbrada siempre, puede trabajar para un montón de lugares”.

Nadie repreguntó el porqué de ese status crítico, ni mucho menos se esbozó que la planta es en esencia de producción para la Defensa en el sector de la industria aeroespacial y no para un montón de lugares, como tampoco se apuntó que la gestión optimizada del tiempo de ejecución es clave en una empresa sea privada o pública.

“Aunque tardemos, a las cosas las vamos a hacer bien, y aunque me estén presionando, las vamos a hacer bien. Me hago cargo que fui yo que dije “así no se van a firmar”, fue la explicación de Carrasco.

A la consulta sobre la autorización del ingreso de tropas de EE.UU. por decreto, respondió que “hubo un tema burocrático, por eso terminó saliendo por decreto”. No lo aclaró, pero el expediente estuvo retenido en demasía en la Cancillería y por eso entró recién en agosto al Parlamento.

La crisis financiera y de gestión de IOSFA reveló cierto desconocimiento que preocupa en un funcionario del nivel de Carrasco. “IOSFA nos ocupa y es un tema muy complejo. Es algo que todos quisiéramos que funcione de la mejor manera posible, y no está pasando, tiene problemas, no lo vamos a negar. Ahora, siempre tuvo problemas”, dijo la funcionaria, naturalizando el asunto.

“Se crea (IOSFA) porque ya tenía problemas antes”, uno entendería que se refiere a la etapa en que cada fuerza gestionaba su obra social; IOSE (Ejército), DIBA (Armada) y DIBFA (Fuerza Aérea) y justamente es al revés la situación de crisis actual se originó y arrastra desde 2013 con la unificación de las entidades sociales.

Continuó explicando el desmadre financiero; “en 2023, y leo los números, la diferencia respecto al comportamiento general de los precios con la economía de los medicamentos se disparó y aumentó un 318%”. Y argumenta: “todos sabemos cómo se financia IOSFA que es a través de un aporte de 2% de los sueldos de nuestras Fuerzas Armadas y obviamente que no alcanza, se suma que tiene un gran porcentaje de retirados”. “Lamentablemente con los sueldos, cómo están y en el precio de los medicamentos, hay que hacer un ajuste muy grande para que esto siga funcionando”.

En rigor, la principal fuente de ingreso mensual de IOSFA es la cuota del afiliado que corresponde a un 6 por ciento del haber bruto del personal militar y fuerzas de seguridad (sea activo o retirado, en este último se suma un 2 % por grupo familiar).

El 2 por ciento que refirió Carrasco responde a una medida de coyuntura adoptada en agosto pasado por la que son las direcciones de sanidad de cada fuerza (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) las encargadas de esa contribución mensual (no se descuenta al uniformado) calculada sobre la masa salarial de sus efectivos.