Realidad social

El drama social que cachetea a los candidatos

Mendoza se empobreció como todo el país, pero es más desigual. El tercio de la población que "es descartable". Los errores de diagnóstico y yerros políticos. El Observatorio de la Deuda Social transfirió la radiografía de lo que pasa en Mendoza a los candidatos. 

domingo, 1 de septiembre de 2019 · 12:01 hs

Escuchaban asombrados. No porque la pobreza sea una novedad para Mendoza. Menos porque nunca lo hayan usado en un discurso. De hecho es una muletilla de cualquier construcción discursiva política: bajar la pobreza. Tanto, que está vaciada de contenido. La sorpresa de los dirigentes políticos que fueron, o se animaron a ir, a escuchar el diagnóstico sobre la situación social de Mendoza realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA era no solo por lo dramático de los datos; sino por los errores de percepción que tiene la clase política y los yerros continuos en las políticas llevadas adelante en los últimos 50 años. Es más: la exposición de Agustín Salvia, quien conduce el estudio, hace trizas las promesas de campaña que los candidatos de Mendoza y el país tienen para competir en las elecciones del 29 de septiembre y el 27 de octubre. Todo humo.

El primer dato conceptual es demoledor. La pobreza en Mendoza y el país crece de manera sistemática e independiente a los ciclos políticos, ideologías de los gobiernos o discursos. Hace 50 años la base de la pobreza era de alrededor del 7%. Hoy es del 25% y en ascenso. En los años 2011 y 2017, por tomar dos, hubo una leve baja que para la estadística es insignificante. Las carencias crecen; cada vez hay más familias que no pueden acceder a cumplir con los derechos mínimos.

Pobreza en Mendoza

Mendoza no solamente se ha empobrecido al ritmo de todo el país en las últimas décadas. También se ha vuelto una sociedad mucho más desigual. Más inequitativa, incluso, que el resto del país. En la provincia el 31% de las personas viven en condiciones de pobreza y un 3,6% en indigencia. Pero los datos finos son mucho más dramáticos. El 10% de la población pobre, por ejemplo, tiene problemas alimentarios severos y casi el 30% vive en una situación de inseguridad alimentaria. La situación aguda se va a agravar por los coletazos de la crisis económica actual y las cifras van a crecer. Sin embargo lo que preocupa el la profundidad del problema.

Aunque se puedan leer “promedios” donde pareciera que en la provincia hay mejor calidad de vida y de acceso a servicios, en realidad esos datos tienen una trampa. La vida en Mendoza es mejor que el resto del país para quienes tienen recursos y peor para los que están desamparados. “Argentina es una sociedad desgarrada y empobrecida”, explica Salvia. Y lo dice porque el principal problema es la desigualdad, que se profundiza. Incluso porque muchas de las medidas económicas y políticas ejecutadas y pensadas para mejorar en realidad tienen como principales destinatarios a quienes ya están “en el sistema” y no tanto al tercio de la población que, sin hacer ruido, más sufre.

El problema es más complejo que la medición de los ingresos y ese es el principal valor que agregó el Observatorio de la Deuda Social a la radiografía de la situación en Mendoza y Argentina. Es que toma como parámetros el cumplimiento de los derechos mínimos para tener una vida digna. Para ello tiene en cuenta una serie de dimensiones que hacen a ese bienestar. En Mendoza el seis de cada 10 hogares sufren déficit de derechos en algunas de las dimensiones; es decir alguna carencia. Si se toma en cuenta los sectores de menos ingresos, el dato es duro: casi 9 de cada 10 tiene carencias en su vida cotidiana. Pues, por ejemplo, el 18% de los mendocinos tiene déficit en alimentación y salud.

"Dos de cada 10 hogares no pueden alimentarse bien o no pueden acceder a la salud", detalla el sociólogo. Los únicos indicadores que mejoraron en los últimos años tienen que ver con el acceso a la vivienda y a los servicios de saneamiento (agua y cloacas). Sin embargo al menos 4 de cada 10 hogares tiene al menos 2 carencias de las dimensiones tomadas por la UCA para evaluar al pobreza.  "En cuanto a los niveles de carencias en dimensiones de derechos sociales y económicos, tanto el Gran Mendoza como la Región Cuyo presentan valores inferiores a los observados en el Total Urbano Nacional. Sin embargo, las brechas de desigualdad en términos de presencia de carencias vinculadas a la pobreza multidimensional son más altas en el Gran Mendoza", concluye el informe. La repercusión podría ser aún peor si no hubiera intervención estatal. En la provincia, por ejemplo, el 34% de los hogares y el 44% de la población  recibe algún programa  social del Estado. 

Desigualdad

Si la vida cotidiana es estresante, lo es mucho más para las personas que no tienen recursos para afrontar la crisis. El 21% de los mendocinos dice tener malestar psicológico y el 12,5% dice no sentirse feliz. Pues para las familias con carencias económicas y de derechos, es mucho peor. Casi el 40% de las personas de bajos recursos económicos tiene malestar psicológico. El dinero no es todo, pero ayuda.

Bienestar subjetivo

Los candidatos

Los responsables de la UCA invitaron a los cuatro candidatos a gobernador de Mendoza para explicar el diagnóstico y poner a disposición el banco de datos que tiene el Observatorio de la Deuda Social. La intención es que sea un mapa para tener en cuenta a la hora de planificar y ejecutar políticas públicas.

De los 4 candidatos fueron 2. Rodolfo Suarez, del oficialismo, no estuvo presente (aunque había confirmado) y Noelia Barbeito tampoco, aunque ella sí se había excusado antes. Anabel Fernández Sagasti y José Ramón estuvieron en el desayuno de trabajo junto a parte de sus equipos encargados de las políticas sociales.

Las propuestas elaboradas más por los especialistas en márketing que por expertos en políticas sociales quedaron vaciadas de contenido de arranque. Salvia explicó cómo hay un tercio de la población que no está incluida, que es prescindible. Argentina produce para 30 millones de habitantes, pero viven 45 millones. Mendoza está igual; genera riqueza para 1,5 millones de personas. Pero viven más de 2 millones. La base del drama está en la falta de empleo y en el yerro al enfocar la forma de solucionarlo. “No es un problema de que no tenemos suficientes personas para trabajar o capacitadas. No tenemos la demanda para ocupar a esas personas, es una población sobrante, descartable”, dice de manera cruda Salvia.

Salvia, con el Arzobispo y el rector de la UCA

La presentación del Observatorio busca instalar agenda, un lobby para incluir en la discusión de la campaña problemas estructurales que la iglesia católica aborda también con su propia mirada. Por eso estuvo el arzobispo de Mendoza, Marcelo Colombo. Sin eufemismos el sacerdote, que tiene cercanía con la mirada social que tiene el papa Francisco en el tema, habló del drama social que vive Argentina. “Quisiera soñar que esto no está pasando”, aseguró.