Diego Santilli se pone la campaña al hombro y profesionaliza a los anarcos libertarios
Como una revelación, muchos de los que hasta hace poco defendían a José Luis Espert como candidato libertario por ser el más parecido a Javier Milei, ahora reconocen que "Santilli es el mejor que podíamos tener". Activo, el sábado pasó por San Isidro, donde se enteró que quedó como el primer candidato a diputado nacional libertario bonaerense aunque aún no se definió qué pasará con la BUP. Convocar a quienes no quieren que vuelva el kirchnerismo y que esa gente fuera a votar sin pensar en las coimas y los narcos, su gran desafío.

Javier Milei y Diego Santilli, juntos en Mar del Plata
NADiego Santilli ya transformó la campaña de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires. La profesionalizó. Pero no lo hizo como podría hacerlo un hombre tradicional de la política, considerado por los propios libertarios, hasta hace pocos días, como un “casta más”, sino que la convirtió en, simplemente, una campaña política.
Cualquier partido debe tener en claro una sola cosa antes de empezar su recorrida para ganar una elección. El mensaje. Y en este sentido, Santilli consigue, por un instante, hacer olvidar lo que todo el mundo conoce: que la máxima autoridad de La Libertad Avanza, Karina Milei, está siendo reprobada por “alta coimera” y que aún nadie conoce las derivaciones de la causa abierta contra José Luis Espert por su relación con un supuesto narcotraficante internacional como Fred Machado.
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Mientras tanto, Javier Milei intenta emular a Mauricio Macri en 2019, luego de haber perdido por más de 15% las PASO, redujo la diferencia a solo ocho puntos. Para eso fue imprescindible que el ex presidente, alicaído por la categórica derrota en las primarias, salió a activar en todo el país, con el "Sí se puede", el voto antikirchnerista.
Algo similar aparece ahora. La única, y no menor diferencia, es la experiencia del gobierno y la personalidad de Javier Milei, quien hasta la derrota de septiembre en la Provincia de Buenos Aires no dejaba dirigente por atacar, además de discutir e iniciarles juicios a personas con capacidades diferentes, periodistas o cualquier otro que dijera algo que no entrara en su rango de comprensión.
Diego Santilli, en modo campaña
Este sábado, en San Isidro, donde el intendente Ramón Lanús ofició de anfitrión, hubo algo muy parecido a lo que debería haber sido el gobierno mismo desde 2023. Una alianza entre los libertarios y los que llegaban desde Juntos por el Cambio y, especialmente, el PRO. Junto con Santilli y su troup de campaña, estuvieron los originales libertarios de la Primera Sección Electoral, Andrea Vera, la hija del “Nene”, y Luciano Olivera, ex barrabrava de San Miguel y senador provincial electo.
Llamó la atención que no estuviera Diego Valenzuela, el primer intendente libertario, aunque si se hizo un rato para pasar por allí Sebastián Abella, el jefe comunal de Campana que ganó por muy poco en su localidad. La vecina Soledad Martínez fue otra que brilló por su ausencia. Aún no quedaron aclaradas las divergencias que tuvieron con el ahora primer candidato por cómo el PRO se unía a La Libertad Avanza, aunque en Vicente López la lista libertaria fue la que más voto obtuvo.
Un muy importante funcionario nacional aceptó que en los próximos quince días, “la campaña debe ser mucho más anárquica. Todos aquellos que tengan algo que decir, y no esté manchado por ninguna acusación de corrupción o malas relaciones, tienen que salir. Ya no hay que esperar más el permiso ni de Karina ni de Santiago (Caputo) porque por hacer lo que hicieron estamos como estamos”.
La gran duda es si podrán tener esta posibilidad. A todas luces, era lo que siempre tendrían que haber hecho. El gobierno ya lo tenía a Santilli como candidato y aliado, pero nunca lo dejó crecer en sus exposiciones públicas porque la campaña tenía que estar celosamente vigilada por lo que decían “El Jefe” y sus controladores.
Nadie estaba autorizado a hablar, cuando la consigna era más que fácil. Estás o no con darle una nueva oportunidad al cambio, querés o no que vuelva el kirchnerismo. Las demás cuestiones pasan a ser secundarias. Era no ser maleducado con los Macri, incluido Jorge, a quien le negaron el saludo en un acto púbico, o faltarle el respeto a todos quienes quisieron ayudar desde un primer momento, tanto gobernadores como legisladores.
“El Colo” estaba recorriendo San Isidro cuando se enteró que quedó como primer candidato a diputado nacional porque la Cámara electoral deshizo el fallo del juez Alejo Ramos Padilla, que había dictaminado absolutamente lo contrario. Eso también lo habilita a ser el único vocero autorizado. Las huestes que siempre se recostaron en Sebastián Pareja deberán recalcular sus acciones pasadas, en las que casi actuaban como policías del pensamiento de quienes no hacían mileísmo explícito. Lo mismo cabe para Las Fuerzas del Cielo, que siempre estuvieron en contra del ingreso de políticos profesionales.
El gobierno nacional tiene otra oportunidad. Mucho más reducida porque “se perdió mucho tiempo”, según reconoció hoy un importantísimo referente del oficialismo. Para eso debe hacer, exactamente lo contrario de lo que hizo hasta ahora. Dejar de ser tan mileista para pasar a ser más abierto y dialoguista. Eso debe hacerlo ahora pero, fundamentalmente, después del 26 de octubre. Si no se genera esa expectativa, la idea de Santilli de convocar a los que se quedaron en su casa el pasado 7 de septiembre no tendrá el resultado esperado.