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El bar "Lo de Néstor" cobró $36 millones del Estado y será denunciado en la Justicia

El legislador Facundo Del Gaiso denunciará a Leonardo Duva, titular del bar “Lo de Néstor”, por presuntamente haber recibido subsidios estatales sin brindar ningún servicio a la comunidad.
En medio de un contexto económico apretado y con la mira puesta en los gastos públicos, la historia de “Lo de Néstor” promete seguir dando que hablar. Foto: Archivo
En medio de un contexto económico apretado y con la mira puesta en los gastos públicos, la historia de “Lo de Néstor” promete seguir dando que hablar. Foto: Archivo

El bar “Lo de Néstor”, conocido por su fuerte vínculo con el kirchnerismo, está en el centro de una nueva polémica. Leonardo Duva, dirigente sindical y responsable del lugar, será denunciado penalmente por el legislador porteño Facundo Del Gaiso. Según la acusación, Duva habría recibido $36 millones en subsidios estatales, a través de una cooperativa, sin ofrecer ninguna contraprestación social como exige la normativa vigente.

Del Gaiso, integrante de la Coalición Cívica, presentará la denuncia esta semana ante la Justicia. El legislador busca que se investigue no solo al titular del bar, sino también a posibles funcionarios responsables de habilitar el desembolso de esos fondos. “Voy a denunciar penalmente a Leonardo Duva y a la cooperativa que maneja el bar por defraudación al Estado”, escribió en sus redes.

La denuncia plantea un problema más amplio: cómo se manejan los subsidios públicos destinados a cooperativas y organizaciones sociales.

Fondos públicos y nula actividad social

Los números que están bajo sospecha no son menores. En 2022, “Lo de Néstor” recibió $33 millones. Durante el primer trimestre de 2023, sumó otros $3 millones. A eso se le agregan pagos anteriores: cerca de $15 millones en 2021 y $900.000 en 2020. Si se ajustan todas estas cifras por inflación, el monto total asciende a unos $90 millones en valores actuales.

El problema es que, según consta en las denuncias, durante gran parte de ese período el bar estuvo cerrado o con actividad muy limitada. Y aunque el emprendimiento se presenta como un proyecto autogestionado por trabajadores y cooperativas, no hay evidencia clara de que haya brindado servicios sociales, que es el requisito para acceder a esos subsidios.

El mismo Duva reconoció que “Lo de Néstor” cerró por las obras en el Bajo porteño, que complicaron el flujo de clientes y la actividad comercial. Sin embargo, versiones extraoficiales señalan que mientras el bar cerraba sus puertas, el personal habría sido trasladado a otro local, también de tinte político: “Un café con Perón”, en Recoleta.

Detrás del bar: un entramado de cooperativas

El nombre de Leonardo Duva no es nuevo en el mundo de las organizaciones sociales. Está al frente de Gestara, una red que agrupa a empresas autogestionadas, y figura como titular de al menos dos entidades registradas ante la AFIP con direcciones contiguas en el barrio porteño de San Telmo.

Pero hay más: su domicilio fiscal está en una dirección distinta, entre los barrios de Boedo y Once, donde funciona la sede de otra cooperativa, llamada La Nacional. Esta, a su vez, figura en el registro oficial en una tercera ubicación, en Balvanera. Todas estas conexiones serán analizadas en el marco de la denuncia.

Desde la cooperativa no han emitido declaraciones públicas en respuesta a la acusación. Tampoco hubo comunicación oficial por parte de los organismos estatales involucrados en la entrega de los fondos. Mientras tanto, crecen las dudas sobre los controles que deberían haberse realizado antes de girar semejante cantidad de dinero.

Este episodio no solo apunta contra una persona. La denuncia plantea un problema más amplio: cómo se manejan los subsidios públicos destinados a cooperativas y organizaciones sociales. ¿Se verifican las actividades antes de liberar fondos? ¿Quién controla que se cumpla con lo pactado?

Del Gaiso planteó que no todas las cooperativas funcionan igual y que es necesario distinguir entre las que realmente trabajan y las que, según sus palabras, “son una fachada para desviar recursos públicos”. Incluso invitó al dirigente social Juan Grabois a acompañarlo en la presentación judicial para marcar esa diferencia.

El problema es que, según consta en las denuncias, durante gran parte de ese período el bar estuvo cerrado o con actividad muy limitada.

El futuro de la causa judicial dependerá ahora del avance de la investigación. Pero lo cierto es que el caso ya encendió una alarma sobre cómo se distribuye el dinero del Estado, especialmente cuando se trata de entidades que combinan militancia política con gestión económica.

En medio de un contexto económico apretado y con la mira puesta en los gastos públicos, la historia de “Lo de Néstor” promete seguir dando que hablar.