Luis Petri analiza eliminar un recorte salarial impuesto por el kirchnerismo

El Ministerio de Defensa será clave en el desarrollo del Servicio Militar Obligatorio Foto: Gentileza
En línea con la política de revalorización de las Fuerzas Armadas ordenada por el presidente Javier Milei; comandante en jefe; y que ejecuta Luis Petri, los colaboradores del ministro elaboraron un proyecto de decreto que anula la poda de casi un 40 por ciento al salario de los uniformados que el país envía a misiones fuera del país.
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La norma debe pasar por el tamiz de Economía, cálculos optimistas descuentan que puede avanzar positivamente si se considera el equilibrio alcanzado en las cuentas públicas. Comprende a quienes vayan a cumplir comisiones al exterior; agregado militar a embajadas, auxiliares, comisiones técnicas, becados en centros de capacitación internacional, misiones de ONU, observadores militares y otras funciones en el extranjero.
El recorte a las compensaciones militares había sido pergeñado por la entonces ministra de Defensa Nilda Garré en 2006 y se plasmó en el decreto N°1140/ 2007 que firmó el extinto presidente Néstor Kirchner. Fue parte de la embestida de reformas orientadas a eliminar supuestos “privilegios” del poder militar que veía con anteojeras setentistas aquella conducción política.
Sin un argumento serio, más que el prejuicio anti militar el gobierno K desenganchó los emolumentos castrenses que se calculaban de una escala porcentual referida al haber del personal diplomático.
El decreto kirchnerista no aplicó el recorte a los miembros de las fuerzas de seguridad (Gendarmería, Prefectura, PSA) destacados en el exterior, “una franca inequidad y discriminación hacia los integrantes de las fuerzas armadas” dijeron a MDZ fuentes militares.
“No nos vamos a dejar perseguir por los que usaron a las Fuerzas Armadas. No nos van a correr los progres que no las quieren. Porque todos los países del mundo que reclaman y garantizan la paz, lo hacen con Fuerzas Armadas equipadas y adiestradas”, dijo el ministro en la ceremonia del día de la Armada que se celebró el miércoles pasado.
Una vez más, Petri aludió a gestiones pasadas que re instalaron la tirria contra los uniformados en la sociedad argentina.
Reconocimiento
El texto del proyecto de decreto de Petri reconoce que “la ejecución de la política exterior es imposible sin la asistencia e intervención de distintos organismos del Estado Nacional, entre los que pueden contarse aquellos especializados en economía y defensa nacional; áreas cuyos cometidos, entre otros, son la prosperidad, el interés común, el desarrollo, la seguridad externa, el efectivo ejercicio de la soberanía en el territorio nacional y el mantenimiento de la paz”.
Y, además, que el decreto 1140/07 de Kirchner “no brinda actualmente un marco normativo eficaz para liquidar las sumas dinerarias suficientes, a fin de permitir, al personal militar destinado en el extranjero, poder desempeñar con normalidad el servicio que allí prestan y, consecuentemente, contribuir a la política exterior de la Nación dictada por las máximas autoridades nacionales”.
La norma en desarrollo establece que “el personal militar destinado en el exterior ejecuta funciones que son complementarias a las propias Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, en las representaciones diplomáticas del país en el extranjero y que “razones de equidad imponen ponderar el servicio que presta el personal militar en el exterior.”
El instrumento legal aclara: “Sin soslayar el principio de austeridad republicana, los emolumentos a ser abonados al personal deben ser suficientes para la atención de gastos relacionados con alimentación, salud, vestimenta y vivienda acorde a un modo de vida digno y a la investidura de un representante en el extranjero que permita exteriorizar los atributos del país”.
Considera que “las variaciones de las condiciones económicas internacionales han generado un incremento significativo de los costos de vida a afrontar por parte del Personal Militar autorizado a cumplir comisiones oficiales en el exterior, de carácter permanente, transitorias mayores y/o bajo el Régimen de las Naciones Unidas”.
En los países de la Unión Europea donde hay posiciones que cubren militares y personal de seguridad, el costo de vida varía, pero en general, ha experimentado un aumento en los últimos años debido a factores como la inflación y la guerra en Ucrania.
La guerra ha provocado interrupciones en las cadenas de suministro y un aumento en los precios de la energía y los alimentos, lo que ha impactado directamente en el costo de vida.
En los Estados Unidos otro punto de despliegue de uniformados, vivir también resulta caro. Con Donald Trump imponiendo —o amenazando con imponer— aranceles sobre importaciones de productos de Canadá, México, China, Europa e India, la mayoría de los economistas pronostica que el crecimiento de los precios; por traslado de la presión arancelaria; probablemente se mantendrá elevado y lo sufren los consumidores locales.
En diálogo con MDZ, uniformados a punto de salir al exterior sostienen que además de la poda que soportan desde 2007 por la “enmienda Garré”, también les aplican “el 35 por ciento de Ganancias sobre compensaciones que reciben en moneda extranjera”.
Impuesto que en el caso de los diplomáticos alcanzaba el “adicional por costo de vida” y quedó suspendido por una medida cautelar que planteó la Asociación de Personal de Servicio Exterior de la Nación (APSEN).