Datos esenciales de un hilo que une retenciones, el FMI y la suspensión de las PASO
La baja de retenciones se instaló como la medida central en materia económica para el primer semestre de este año. El acuerdo con el Fondo tiene mas trampas que lo pensado. Suspensión para las PASO.
La decisión de bajar retenciones a las exportaciones de granos y eliminar las que impactan en las economías regionales puede ser, quizás, la medida que demuestre más claramente la estrategia y el estado de las necesidades financieras que tiene hoy el Gobierno. Separar esa decisión de la negociación por un nuevo acuerdo con el FMI sería equivalente a mirar la situación con un solo ojo. Tampoco debe separarse de eje juego la marcha de los proyectos para modificar el juego electoral este año, ni la puja con gobernadores por la baja de impuestos. En estos últimos 10 días de enero todas las movidas parecen están ancladas al mismo ritmo y por eso conviene repasar casa paso.
La decisión de bajar las retenciones no respondió, como muchos razonaron, a un cambio abrupto de dirección del Gobierno que, hasta el jueves pasado, no daba indicios de avanzar en una poda a los derechos de exportación, a pesar de haberlo prometido durante la campaña.
En realidad, desde unos días antes se venía analizando la situación desesperada del sector. En los últimos ocho meses el valor de la soja en el CBOT había caído casi US$ 75 la tonelada. Con un dólar oficial comprimido, el anuncio de una desaceleración del crawling peg a 1 % y un nivel de retenciones de 33 %, el mercado de la liquidación de los exportadores se había vuelto mas que dudoso, a pesar de que las entidades del campo continuarán afirmando apoyo al gobierno pero con quejas de por medio.

La decisión se tomó finalmente en línea con ese panorama que se venía caldeando y en vista de las perspectivas que hoy tiene la negociación con el FMI por un nuevo acuerdo. Todo está ligado en este caso.
El Gobierno decidió bajar las retenciones a las exportaciones de soja de 33% a 26%, las que pesan sobre derivados del poroto de 31% a 24,5% y para trigo y maíz de 12% a 9,5%.
Con ese esquema se entusiasman en lograr que el campo acelere la liquidación de unas 10 millones de toneladas pendientes que aportarían unos US$ 2600 millones a las arcas del Banco Central.
El bordado final del anuncio se hizo el mismo jueves una hora antes de la conferencia de prensa en la Casa Rosada, en el despacho de Guillermo Francos, adonde fueron Luis “Toto” Caputo y Santiago Caputo. Fueron los tres funcionarios esenciales en la definición final de los tiempos para bajar las retenciones, mientras que Javier Milei seguía todo desde Davos.
De allí Luis Caputo partió a encontrarse con Manuel Adorni para convocar la conferencia de prensa que para algunos fue sorpresa. Este fin de semana aún se pulían algunos de los puntos técnicamente más complicados para el decreto que definirá la baja de retenciones hasta junio.
En ese momento el gobierno deberá definir si está en condiciones financieras de continuar con la reducción (o eventualmente avanzar en una poda mayor a las retenciones), si tiene el giro político suficiente en medio de la carrera electoral para hacer votar una ley que defina la baja de los derechos a las exportaciones o simplemente vuelve a subir los porcentajes a los niveles vigentes hasta el jueves pasado. Será toda una definición no solo sobre el futuro del campo sino de la Argentina.
Mientras todo eso sucedía, la delegación del FMI seguía negociando con Argentina los alcances de un posible nuevo acuerdo, pero que aún no parece tener fecha. Junto con la baja de retenciones que le aportará dólares al Central, Caputo avanzó el viernes con un canje de deuda en pesos por el que logró postergar el vencimiento de 11 bonos que vencen entre mayo y noviembre hasta el 2026.
Fue una operación por casi $ 15 billones que le despeja buena parte de los vencimientos que caen en medio de la marcha electoral. Mejor imposible para las pretensiones de la Libertad Avanza que ya tiene bastante con lograr instalar listas en casi todos los distritos sin tener que depender del PRO, socio que ya no lo es.
¿Frente a este escenario que dice hoy realmente el gobierno sobre un acuerdo con el FMI? “El Fondo esta más interesado que nosotros en cerrar ahora”, define un funcionario, “En el corto plazo no cambia nada”.
Detrás de este razonamiento hay un dato que muchos prefieren obviar. Por obra y gracia de la Ley que hizo votar Martín Guzmán, todo acuerdo con el FMI debe pasar por la aprobación del Congreso. Hay que recordar, como ejemplo, la sesión en la que se trató el acuerdo que se cerró durante el gobierno de Alberto Fernández en la que Máximo Kirchner por no votarlo renunció a la presidencia del bloque oficialista de diputados.
Si el gobierno cierra hoy el acuerdo, al menos se desatará una discusión política desde la oposición por la ratificación o no vía Congreso, nada apetecible en medio del inicio de un año electoral y menos cuando algunos de ellos gobernadores que deberían aportar los votos negocian otros temas con la Casa Rosada.
Esta claro que habrá acuerdo con el FMI este año y que no será dentro de mucho tiempo, pero el Gobierno puede torarse un par de meses para limpiar el panorama de otros problemas antes de firmar; menos cuando no esta claro si con ese firma vendrán fondos frescos. De ahí la necesidad de aliviar al campo e incentivar liquidación.
Ese juego de conversaciones y negociaciones es seguido de cerca por Cristina Fernández de Kirchner que, además de mostrar que veranea en un destino argentino, aún mantiene la ilusión, como presidente del PJ, de moldear el rumbo electoral del peronismo y el armado de listas. La realidad le está marcando otra cosa: el PJ hoy tiene solo seis gobernadores reales propios y salvo Ricardo Quintela, de La Rioja, y el bonaerense Axel Kicillof, todos mantienen dialogo fluido con la Casa Rosada. Y eso incluye hablar de fondos para salvar gestiones, renegociación de deudas u obras públicas, es decir, la miel de la política.
El gobierno ya acepta que habrá ley de suspensión de las PASO, no eliminación. Y agregan un pronóstico: creen que en cuanto se suspendan las PASO Axel Kicillof también avanzará en eliminarlas, al menos para estas elecciones y, además, desdoblará la fecha provincial con la Nacional. El juego de Cristina Fernández de Kirchner frente a esto puede ser sorpresivo.
Así será este año electoral que de por si viene novedoso y con resultados impredecibles. Si a la implementación de la boleta única de papel se le suma la suspensión de las PASO, que siempre sirvió para que las minorías se ordenen, el panorama se vuelve más que entretenido.
Milei por su parte logró un cambio cultural que, al menos, generó una nueva competencia en administradores serios: la pasión por la baja de impuestos. Allí la carrera la ganó Jorge Macri que, en medio de la pelea que mantiene con la Libertad Avanza en la ciudad, le mando decir a Milei esta semana a través de su ministro de Hacienda y Finanzas, Gustavo Arengo, que el PRO porteño ya habían avanzado en una baja de Ingresos Brutos en el 2018 y 2023, una reducción de 10% del gasto en 2024 y con déficit cero por cuarto año consecutivo.
Algo parecido y en la misma línea salieron a decir este fin de semana el gobernador de Chubut, Ignacio Torres y el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. El mensaje es contundente en medio de la pelea del PRO con Milei y en la que Mauricio Macri aparece más desdibujado, pero los gobernadores del grupo más fuertes.
Hay que recordar que, en materia de baja de impuestos, el Pacto Fiscal que firmaron todos los gobernadores con Mauricio Macri como presidente estableció una reducción de Ingresos Brutos que tras la salida del PRO del gobierno todos dieron marcha atrás. Es un espejo en el que nadie quiere verse reflejado hoy, pero que representa un desafío en este año electoral.
Un dato extra. Esta semana debería anunciarse el avance definitivo de la primera privatización que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La mendocina IMPSA quedaría finalmente en manos de Arc Energy, tras un difícil proceso de negociación para liquidar contratos pendientes, refinanciar deudas y limpiar privilegios en el directorio actual que empresa compradora no asumirá. Desde el área de privatizaciones de Economía prometen que habrá datos más que escabrosos sobre lo que sucedió en IMPSA en el final de la era privada en manos de los Pescarmona, pero especialmente durante la gestión que se inició con la estatización que dispuso Alberto Fernández. La novela IMPSA no termina con la privatización y se estima, inclusive, que habrá causas penales a granel para investigar que sucedió con muchos de los fondos que se le pagaron a la empresa por contratos que luego no fueron cumplidos en su totalidad. Habrá un nuevo capítulo sobre esto.

Cómo puede impactar el proyecto "Ficha Limpia" en la carrera política de CFK

El polémico video que publicó Scioli mientras arde El Bolsón

Milei a todo o nada: el impacto dentro de la política mendocina y las dudas

La interna K demora la suspensión de las PASO porteñas

El Gobierno define detalles para la apertura de sesiones que encabezará Milei

Milei por triplicado: la batalla al mundo woke, el FMI y la pelea por el dólar

Justicia ciega, salvo cuando es casi ciega
