Temen por otros teléfonos

La lluvia ácida del teléfono de Cantero nadie sabe hasta dónde va a llegar

"¿Y si piden investigar otros teléfonos? Acá no queda nadie", le dijo a MDZ un dirigente peronista al que la mayoría del país conoce pero nunca tuvo cargos de gran relevancia.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare viernes, 9 de agosto de 2024 · 09:45 hs
La lluvia ácida del teléfono de Cantero nadie sabe hasta dónde va a llegar
Axel Kicillof junto al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. Foto: X @Kicillofok

La lluvia ácida llega para todos. Hasta el bueno de Gabriel Katopodis, que había salido impoluto y con un saldo impresionantemente favorable comparado con su antecesor en un gobierno kirchnerista como lo fue Julio De Vido, también quedó bajo sospecha de manipular la burocracia interna para favorecer al bróker Martínez Sosa, el esposo de la secretaria privada de Alberto Fernández, María Cantero.

“Tendríamos que haber roto todos los teléfonos menos el de Cristina”, ironizaba un importante conocedor de la política bonaerense y que tiene asiento ocasional por General San Martín y otros municipios del Gran Buenos Aires con los que también, a veces, trafica sus buenas influencias. Fernández de Kirchner, en Berazategui, hace un año ironizaba que ella podía mostrar el suyo en el peor momento de Alberto Fernández

La referencia al exintendente de General San Martín y actual ministro de Axel Kicillof no fue casual ni antojadiza. Sobre él siempre existió, y persiste, una imagen de honestidad poco común que ahora entró en debate, precedido, fundamentalmente, por el hecho que un expresidente del Concejo Deliberante del PJ de su localidad apareció cobrando con un puñado de tarjetas de débito contratos que no le pertenecían. Por ese tema el afectado terminó siendo su sucesor, Fernando Moreira.

Esa mancha de la corrupción todavía no le alcanzó a Axel Kicillof ni a su mínimo entorno, por más que en IOMA esté siempre bajo sospecha. Nicolás Kreplack, el ministro de Salud que puso al cubano Homero Ginés en la conducción, sintoniza más con La Cámpora que con el gobernador. La máxima acusación que debe soportar el gobernador es que no se anima a romper definitivamente con Máximo Kirchner ni con su madre.

Será por eso que el jefe del Estado bonaerense prefiera aterrizar hoy en La Rioja, donde también se realizará un nuevo encuentro de la Federación Argentina de Municipios. Por más que su presidente, Fernando Espinoza, se encargara de citar a todos los que tenía en su agenda, serán solo un puñado de cercanos jefes territoriales los que pasarán por el encuentro a realizarse esta noche. Todos están anoticiados que está procesado por acoso sexual y le pesa una perimetral.

De otros tiempos. Es poco probable que se repita.

Es que nadie quiere sacarse una foto con él. Pero tampoco ninguno tiene la personalidad suficiente para decirle lo mismo que le dijeron a Alberto Fernández apenas terminó su presidencia. Que abandone todo lo que tiene que ver con la vida política y partidaria. A Fernández lo licenciaron eternamente del PJ nacional pero a Espinoza, dueño de 1.800.000 vitales y fieles del peronismo kirchnerista, lo dejan presidiendo no solo la FAM sino, además, el Congreso bonaerense del PJ y sigue siendo intendente de La Matanza.

icillof, junto con la mayoría de los gobernadores que ganaron en representación de Unión por la Patria, estará por La Rioja para acompañar a Ricardo Quintela. El anfitrión presentará la reforma constitucional que empezará a implementarse a partir de ese momento. Entre las particularidades hay que destacar tres cuestiones políticas. No impulsó una modificación de los mandatos del gobernador, que quedó en uno más una reelección e impuso en la Carta Magna riojana que los legisladores e intendentes provinciales también tienen que seguir con esta normativa, sin cuestiones eternas ni amparos legales para pedir “una más y no jodemos más”.

Quienes están en eso son los intendentes de la Provincia de Buenos Aires, con lo cual Kicillof tendrá que hacer malabares para explicarles que vio cómo en una provincia peronista eso no sucedió. Los jefes comunales bonaerenses pretenden volver a debatir, ante la proximidad de una probable derrota electoral el año que viene, un salvo conducto para quedarse en sus distritos sin tener que “cagarnos a palos” ni con La Cámpora ni con nadie para entrar entre los diez primeros candidatos a diputados nacionales o en las listas para la legislatura provincial.

Quintela, anti Milei, alinea al  peronismo en su peor momento.

Lo otro que también tiene como elemento innovador la reforma de Quintela es la obligatoriedad para todos los miembros del Poder Judicial a dar un examen que revalide las aptitudes de todos sus miembros. Quien no pase, afuera. Tampoco habrá eternidad ahí. Uno de sus conocidos bonaerenses sostiene que "ante la anarquía, alguien tiene que acomodar los melones. El "gitano" no tiene ningún anhelo personal, pero no puede ver al peronismo con este desbande". 

El “puchero” que mezcla corrupción con la violencia de género que tenía adentro el teléfono de la señora Cantero, en la que se determinó el fin de la paciencia porque Alberto Fernández agredía a su exesposa Fabiola Yañez. No solo es corrupto sino, también, un golpeador de mujeres y obligó a la introspección a todo el espacio.

El desconcierto llegó hasta los lugares más extraños del exhausto Unión por la Patria. El propio Sergio Massa, quien suele sobrevolar todos estos temas, y más de una vez prefiere presentarse como prescindente del mundo kirchnerista del que es aliado estratégico, anunció que no realizará el Congreso del Frente Renovador convocado para el fin de semana en Sierra de la Ventana.

La excusa oficial fue que era “tanta la gente que lo quería escuchar que el lugar elegido había quedado chico”. Sin embargo, hasta hace unas horas todo estaba encaminado para hacerlo ahí. Uno de sus referentes, no obstante, al ser consultado casualmente por un par de periodistas, confesó no tener demasiada idea para qué se tenía que hacer una actividad así.

“No tenemos ninguna definición y todo lo que se diga podría ser para profundizar la interna”, había deslizado. Finalmente, nada sucederá. Y habrá que esperar un poco más para saber qué piensa hacer Massa, al que todos miran pero, también, le desconfían.

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