Mariano Cúneo Libarona: "Me gustaría una Corte Suprema ampliada, con siete o nueve miembros"
En una entrevista en exclusiva con MDZ, el ministro de Justicia dejó definiciones hacia adentro del Poder Judicial y analizó sus primeros meses de gestión.
Una mesa de vidrio, retratos de su familia, y hojas y hojas de documentos. Con ese telón de fondo, acompañado por un muñeco del presidente Javier Milei agitando con una motosierra, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, recibió a MDZ en el living de su casa. Durante casi dos horas de conversación, defendió al candidato del Gobierno nacional para la Corte Suprema Ariel Lijo, propuso su modelo de máximo tribunal, con siete o nueve jueces, y repasó su pasado como abogado.
"Yo no me metí en ninguna operación judicial, hay independencia absoluta. Me lo pidió el presidente Milei", aclara cada vez que tiene que opinar sobre el accionar de la Justicia.
También repasó su gestión y destacó el cierre del Inadi y del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. "Era un organismo que servía para meter gente en el Estado, sin saber si laburaban bien o no", dijo sobre el primero de estos.
En otro momento de la entrevista con MDZ habló sobre la nueva SIDE que armó el Gobierno por decreto y defendió el giro de $100.000 millones en fondos reservados. "Con la SIDE no podés pijotear porque tiene áreas increíbles", dijo el funcionario.
-¿Cómo es su relación con Ariel Lijo?
-Lo conozco hace muchísimos años. Él fue empleado, después fue secretario en la Sala 2 de la Cámara Federal. A mí me impactaba, conocía todas las causas. Vos llegabas a mesa de entrada y estaba siempre él ahí. Fue juez y tuve causas con él. En general no me fue muy bien. Es duro, pero siempre me pareció buen juez. Después tuve una cordial y respetuosa relación que es la que tengo hoy. Yo creo que el Presidente tiene todo el derecho del mundo a proponer su candidato y de la misma manera que el Congreso tiene todo el derecho del mundo a votar y elegir. Para mí el asunto ya está en el ámbito del Congreso, yo hice todos los trámites de la manera más prolija. A García Mansilla lo vi dos veces en mi vida y nada más.
-¿Qué le pareció la posición que tomó Mauricio Macri, en rechazo a la candidatura de Lijo?
-Macri quiso tomar una postura. No sé los fundamentos, no los creo. No creo haber leído en el diario los fundamentos del porqué a la oposición. A mí lo que me gustaría saber es el por qué de la gente que se opone, o de los que lo defienden. Es decir: "Yo me opongo porque hizo esto mal en esta causa, hizo mal aquello, no citó a este no, citó al otro". O sea que cada uno dice lo que escucha, porque el argentino es muy de repetir.
-¿Qué modelo de Corte Suprema le gusta?
-A mí me gustaría una Corte ampliada. Armónica y justa. Me encantan los jueces que están. Creo que hay más jueces de primera para integrar un muy buen máximo tribunal ampliado.
-¿Y cuántos se imagina?
-Entre siete y nueve. Tradicionalmente fue oscilando en ese número a lo largo de la historia argentina.
-¿Cómo está el vínculo entre el Gobierno nacional y la Corte Suprema?
-Dudo que en los últimos 25 años o más haya existido el respeto y la cordialidad que rige entre el Poder Judicial y el Ejecutivo en estos ocho meses. Tengo contacto directo con la Corte y el procurador. Hay respeto absoluto y cordialidad. Yo no me metí en ninguna operación judicial, hay independencia absoluta. Me lo pidió el presidente Milei. Hoy la Justicia trabaja con su criterio, con la Constitución. Si se van de la Constitución y la ley en juicio político.
-Este lunes lanzan el sistema acusatorio en Cuyo, ¿por qué no pudo llevarse a cabo antes?
-El Código que tenemos tiene 80 años, se creó en otro mundo, es más viejo que la Segunda Guerra Mundial. Así está la Justicia, es el estandarte de la ineficiencia, inoperancia y burocracia. Es la viva imagen del sistema que expulsa, que le complica la vida a la gente, que funciona mal, lento, caro y de forma corrupta. Nosotros vinimos a terminar con todo esto y lo estamos haciendo. El que las hace, las paga. Le estamos dando las herramientas a la Justicia para que sea digital, rápida y eficiente. Con el sistema acusatorio que queremos implementar se puede llegar a sentencias en un mes, se aceleran todos los procesos.
-¿Qué va a pasar con el Inadi?
-El Inadi ya está, hace dos meses está terminado. El miércoles el decreto le da final de la publicación.
-El Inadi fue creado por ley, ¿no debería pasar por el Congreso?
-Va a ser una derogación de una vieja ley que había. Pero el tema es, ¿qué era el Inadi? Era un organismo de 418 personas, que empezó con 50, donde el gran mecanismo que había era nombrar personal, meter gente, meter, meter y meter, que no importa si se labura bien. Eso generaba votos, porque vota el marido o la señora, votan los pibes, los abuelos.
-¿Y qué va a pasar con las causas en las que el Inadi es querellante?
-El Ministerio de Justicia se hace cargo de todas las funciones. ¿Y qué persona va a quedar? Algo más chiquitito, con Mariano Cúneo Libarona a cargo, algo chiquitito, ordenado y efectivo. No es solo el derecho a la discriminación. Se debe considerar el derecho más importante, que es el derecho a tutelar a la víctima. Tenés que proteger a la víctima porque la víctima es la que sufre. Hay que erradicar la violencia. Para que te des una idea, el Ministerio de Género tenía que eliminar la violencia de género, y cobraban una fortuna. Te voy a decir el número exacto en 2023: $80.000 millones, mil empleados. Cuando llegué había 72 personas y los restantes trabajaban por zoom, y pero nadie sabía bien quiénes eran.
-¿Y cuál va a ser la política contra la discriminación que imponga su gestión?
-Vamos a ordenar todo, todos los derechos, discriminación, violencia, todo junto. Con más acceso a la justicia para los más vulnerables, los menores. Algo más que es fundamental, que es donde hay que prestar atención, es el grooming, que hoy está latente y la pornografía infantil que está presente en todos los colegios. Todo eso se va a centralizar, que hoy está dando vueltas por distintos ámbitos de capital.
-¿Qué reacción le despertó al ver que un grupo de diputados de La Libertad Avanza fue al penal de Ezeiza a visitar a los represores condenados por delitos de lesa humanidad? ¿Le pareció bien?
-Me enteré por el diario. Te digo cada uno hace lo que le parece. Si a mi me pareció bien... qué sé yo, pregúntele a ellos y yo no tengo ni idea. No es un tema mío. Vos me decís de ir a la cárcel, y no me dan ganas de visitar a nadie.
-¿No fue demasiado girarle $100.000 millones a la SIDE como fondos reservados?
-Con la SIDE no podés pijotear porque tiene áreas increíbles, las de relaciones internacionales crearon un área nueva de ciberdelitos y eso es brutal. Eso es inteligentísimo por cómo lo hicieron. Andá a ver la historia de la SIDE, que yo la conozco por mi trabajo de hace más de 40 años. La SIDE es un organismo fundamental y necesita fondos. Por ahí ellos tenían que tener algún tipo de manejo confidencial, de inteligencia, en un área especial. Entonces, eso es importantísimo para la seguridad del país. Me parece perfecto lo que hicieron.
-¿No le generó una sospecha que se pueda malversar esos fondos?
-No, porque tienen que rendir cuentas y tienen auditorías. Tienen también la comisión del Congreso que controla este tipo de cosas. ¿Sabés cuándo era "viva la Pepa"? En otras épocas, en los años 2000, que no existía ese tipo de seguridades. Aparte, nombraron muy buenos funcionarios, son todos gente con experiencia, claro.
-¿Cuál su relación actual con el estudio de su familia? Se lo pregunto porque muchas veces queda en la mira de algún tipo de conflicto de intereses
-Yo me fui el 5 de diciembre, días antes de asumir en la función pública. Quise volver un día a buscar unos libros y habían cambiado la cerradura, No pude entrar. Me entero a veces por los diarios de las cosas que hacen, claro. Una vez me enteré que Rafael (Cúneo Libarona, hermano del ministro y socio del estudio) defendía a uno de los brokers de los seguros que quedaron en la mira. También he defendido a los franceses (jugadores de rugby acusados de violación). Qué sé yo, eh. Pero lo lamentable también esta función me impide ver a mi familia con la frecuencia que los veía antes.
-¿Y qué sensación le genera cuando le recuerdan algunos de los clientes que tuvo usted en el pasado?
-Yo defendía muchísima gente, me ponen algunos malos que no defendí. Por ejemplo, un tal Mameluco (Miguel "Mameluco" Villalba, un jefe narco del conurbano bonaerense). Y yo no lo conozco. Lo defendía Matías, mi hermano, hace 15 años y nunca lo vi en mi vida ni sabía que lo defendía.
-¿Por ejemplo, en la AMIA cómo lo reciben los familiares de las víctimas a usted que defendió al excomisario Juan José Ribelli?
-Yo hice la denuncia que terminó con la condena a todos los funcionarios. Vos me decís cómo termina la historia, como lo dije yo desde el primer día, el hombre no tenía nada que ver en el hecho. Así lo declaró el Tribunal Oral. Después de tres años de juicio, la Cámara de Casación y la Corte Suprema. Aparte lo defendí dos meses. Y con los familiares de AMIA no tuve ningún tipo de conflicto. Al revés. Todo lo contrario, porque yo llevé la verdad a la causa.
-¿Qué evaluación hace de la búsqueda de Loan y de la investigación judicial?
-A mí me da una pena tremenda. Yo dentro de mi potestad, lo que hice fue declarar la alerta Sofía en el primer momento, también mandamos seis personas a Corrientes, que es mi obligación. Fueron dos abogados, la asistente social y dos psicólogos que se instalaron bastante tiempo. Yo no intervengo porque no me corresponde. Es tarea propia de los jueces y fiscales. Pero todo es un horror, yo cuando voy con mi nieto por un shopping lo tengo abrazado, no lo largo. Es un tema que me preocupa muchísimo.
-¿Vuelve la iniciativa de que los jueces usen toga?
-A mí me parece es es una cuestión de respeto. A mí me gustaba, pero fue resistida en Diputados. No me entendieron. Lo expliqué con el libro "El alma de la toga", lo tengo ahí, es una belleza, es un canto a la justicia, un canto a la igualdad.