Ventanas cerradas, silencio y repudio: así pasa sus días Alberto Fernández tras la explosión del escándalo

La denuncia por violencia de género que presentó Fabiola Yañez, al expresidente Alberto Fernández le pegó duro. El pasado viernes, fue testigo del allanamiento que hizo la Policía Federal en el departamento que habita en el River View de Puerto Madero. Los vecinos del edificio no están muy contentos con el escándalo desatado, de hecho, los del piso 11 lo hicieron visible mediante carteles pegados en una de las ventanas.

"Típico de machirulo" y "repudio", decían los carteles expuestos, el cual fue retirado de esa ventana por pedido de la administración. Más allá de eso, el malestar es generalizado. Según algunas versiones, este lunes tenía planeado salir, pero abortó la idea por temor a los escraches.

También se supo que ahora, después de varios días, el expresidente se encuentra junto a su perro Dylan.

En el piso 12, el exjefe de Estado permanece recluido en el inmueble que le prestó su amigo Pepe Albistur. Desde allí, y con las cortinas sin abrir para evitar a los curiosos, designó a la abogada Silvina Carreira para que encabece su defensa tras la denuncia de su expareja.

El viernes, la fiscalía ordenó el allanamiento para secuestrar dos celulares ya que habría incumplido las medidas ordenadas por el juez federal Julián Ercolini. Tras la publicación de hace dos domingos en Clarín, donde se adelantaban los hechos de violencia, la relación con su exmujer estalló, mucho más después de la denuncia, momento en el que el expresidente de manera personal, y por terceros, siguió con el hostigamiento. Así lo declaró la propia Yañez.

A pesar de haber asegurado a través de un comunicado que no iba a dar declaraciones públicas por respeto a su hijo y a Fabiola Yañez, Alberto Fernández brindó una entrevista al portal El Cohete a la Luna, de Horacio Verbitsky. El periodista reveló que las declaraciones se harán públicas luego de la primera entrevista con El País que brindó el exjefe de Estado, aunque negó las versiones de violencia y reveló que la expareja del presidente era adicta al alcohol.

"Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo? ¿Por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato? Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de Tani Fernández Luchetti) y 10 con Vilma Ibarra y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido", señaló Alberto Fernández al medio.