Del "Ah pero Macri", al "Ah pero Milei"

La increíble cantidad de veces que Kicillof nombró a Milei para pararse como el más firme opositor del gobierno

El gobernador justició su postura por el aplastante triunfo electoral que tuvo en octubre contra la suma de libertarios y Juntos por el Cambio. Montó una presentación "presidencial" en la Asamblea.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare lunes, 4 de marzo de 2024 · 23:30 hs
La increíble cantidad de veces que Kicillof nombró a Milei para pararse como el más firme opositor del gobierno
Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires Foto: Prensa Gobierno de la Provincia de Buenos Aires

Poco más de una hora y media le llevó a Axel Kicillof desarrollar su rol del más opositor del presidente Javier Milei, a quien mencionó 63 veces. Vigilado atentamente por Máximo Kirchner, sentado en uno de los lugares dispuestos para los invitados especiales, el gobernador puso en tela de juicio su participación en el Pacto de Mayo anunciado el viernes pasado por el presidente de la Nación.

Afuera, antes que ingresara al recinto, lo esperaba una reducida y muy prolija guardia de militantes aportadas por la UOCRA y los intendentes de La Matanza, Fernando Espinosa, y Mario Secco, de La Matanza y Ensenada respectivamente. En el recinto estaban escuchándolo desde el palco algunos intendentes y, en primera fila, ministros, diputados y senadores nacionales.

Conciliador, les agradeció a los legisladores que el viernes aprobaron, con el voto opositor del PRO y los libertarios, el pedido de postergar el discurso que dio hoy, convocado inicialmente para el viernes pasado. Los senadores y diputados provinciales fueron a la Asamblea Legislativa pero tuvieron que esperar hasta el lunes el discurso del gobernador, pospuesto especialmente para responderle al presidente.

Apenas arrancó, leyendo a una velocidad menos, nada más, de lo que había hecho Milei en su discurso del viernes a la noche, Kicillof remarcó que el nuevo gobierno está realizando un “extravagante experimento al que este gobierno está sometiendo al pueblo argentino exige acciones extraordinarias del gobierno provincial”.

En toda su alocución enfatizó su lema de "estado presente", aunque al final le respondió a la convocatoria presidencial del viernes pasado, por el cual - dijo - no pudo estar en la Legislatura.

“Ahora se nos lanza algo que se parece más a una amenaza que a un diálogo. Ofrece lo que dice rechazar como método de la política. Si aprueban estas leyes, van a recibir los recursos que ilegalmente se les quitaron. Nuestra respuesta es muy clara. Cuenten con nosotros para reuniones de trabajo para solucionar problemas, pero si se trata de encuentros para fotos y para marketing, arranquen nomás si no llegamos”. Ahí fue el momento más logrado, la euforia se apoderó del recinto y todos los oficialistas presentes se pusieron de pie.

Aunque no lo veamos, Insaurralde siempre está. Otermín, Granados y Achaval. Foto: Nicolás Braicovich

Sentado a varios kilómetros de allí, un intendente que no creyó conveniente participar de la presentación, mientras lo miraba por la TV recordó que “en medio de la campaña, cuando le decíamos a la gente que si votaba por el loco no se iba a poder atender en el hospital público o llevar a sus hijos a la escuela porque la quería destruir, nuestros vecinos nos miraban y nos contestaban: “si ahora tampoco podemos ir ahí”. Es ese foco del “estado presente”, discutido también el sábado en el plenario del Frente Renovador, sobre el cual insiste Kicillof.

Año tras año, el gobernador remarca, y en esta oportunidad también lo detalló, la asimetría que existe entre lo que produce para el PBI nacional la Provincia de Buenos Aires y lo que recibe por coparticipación, aproximadamente quince puntos menos de lo que debería. Sentado entre los libertarios, Joaquín De la Torre recordó que “cuando era ministro de Economía de la Nación, Axel no solo no le dio un peso adicional a la Provincia ni remedió el tema sino que, además, no le giraba lo que estaba pactado porque estaban enfrentados con Daniel Scioli”, que llegó a rogar porque no podía pagar los sueldos.

El único gran ausente fue Sergio Massa. Ni él ni Malena Galmarini aparecieron por el recinto. Si alguien hubiera proyectado un ámbito similar al que se montó hoy en la Cámara de Diputados provincial lo hubiera imaginado en el Congreso Nacional. La derrota los obligó a ir todos hasta La Plata, inclusive los dirigentes sindicales de todos los espectros y los siempre ubicuos miembros de la conducción de la CGT.

Era, en definitiva, una presentación presidencial… pero a nivel gobernador. En la Provincia de Buenos Aires, “los bonaerenses respaldaron lo que se hizo en los primeros cuatro años de gobierno: respaldaron las nuevas escuelas, los centros de atención primaria, respaldaron las obras, el derecho a la salud, a la educación, a la producción, al trabajo, a la dignidad y salieron a defender todo lo logrado con el voto”, expresó.

“Una mayoría decidió acompañar este rumbo provincial, lo que nos permitió imponernos en 84 municipios y recuperar 2 incluso el gobierno en 16 distritos incluyendo, ni más ni menos que el de la capital de la Provincia, que ya es también la capital de este proyecto de desarrollo provincial y el lugar donde vivo hace cuatro años con mi familia, la ciudad de La Plata”. Faltó decir “orgullosamente bonaerense” al ex vecino de Caballito.

Lo cierto es que Kicillof hace todo desde la capital provincial. A diferencia de su antecesora María Eugenia Vidal, que trasladó todos los encuentros a las sedes del Banco Provincia y a la Casa de la Provincia ubicadas en Capital Federal, el actual gobernador se afincó en la capital bonaerense.

El jefe del Estado provincial es una persona austera y esa rectitud personal pretende transmitirla al resto de los ámbitos que debe administrar. Sin embargo, no pidió ni una mínima autocrítica a los presentes, manchados de “chocolates” que utilizaban tarjetas de débito ajenas para financiar el circuito de la política.

En el que fue el párrafo más fuerte y concreto contra la política económica del gobierno anarco libertario de Javier Milei, Kicillof se mostró más que ofendido porque festejan “orgullosos el ajuste sabiendo el daño que produce. El pueblo y la historia juzgarán como imperdonable la indiferencia y hasta el goce sádico por el sufrimiento ajeno que estamos presenciando. Es exactamente todo lo contrario a lo que hicieron Néstor y Cristina con auténtica rebeldía y amor por la patria”. Fue el único momento en el que los recordó. Ningún otro dirigente peronista fue nombrado, ni siquiera Juan Domingo Perón. A Javier Milei lo nombró en 63 oportunidades. El discurso estaba contenido en 31 páginas.

Del ”ah, pero Macri” a quien en esta oportunidad solo mencionó en dos oportunidades, ahora, el libreto es ah, pero Milei”. Pero es su estilo. Casi una copia pero diametralmente opuesta a lo que opina el presidente de la Nación. En lugar de vitorear por la Libertad, carajo, Kicillof lo hace por “La Provincia de Buenos Aires. Viva Argentina”, remató.

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