Los aplausos del PRO, el abrazo con Caputo y las charlas íntimas: cómo se vivió el discurso de Javier Milei dentro del recinto
El presidente entró al Congreso un rato antes de las 21. Los balcones tuvieron su protagonismo, mientras gobernadores y funcionarios tuvieron su ida y vuelta con legisladores.
El show libertario se apoderó del recinto durante el discurso de Javier Milei en la Asamblea Legislativa. Con un mensaje que dejó pocos anuncios, la militancia libertaria tomó protagonismo. A diferencia de lo que suele hacer cuando es oposición, el peronismo no habló sobre el presidente, ni hubo gritos cruzados. Aunque también es cierto que, salvo en contadas excepciones, el presidente ni los mencionó. El PRO, por su parte, demostró que no es necesario sellar una alianza política para festejarle y aplaudirle al presidente cada una de las oraciones, algo que le importaba mucho a Mauricio Macri.
“La casta no aplaude”, fue el cántico que estrenó la militancia libertaria este viernes ya entrada la noche en el Palacio Legislativo. Ese problema no lo tuvo Hernán Lombardi, Cristian Ritondo, Damian Arabia, Silvia Lospennato, Luciano Laspina y María Eugenia Vidal, que festejaron casi todo lo que dijo Milei. Una forma de darle más volumen a los festejos libertarios que sólo llegaban de los balcones y muy poco del pequeño puñado de legisladores de La Libertad Avanza en el recinto.
Tampoco hubo aplausos de los gobernadores. Pero sí sorpresas. “Nadie sabía nada del ‘Pacto de Mayo’. Pero bueno, por lo menos hay una propuesta clara de trabajo, una hoja con puntos para acordar”, indicó el vocero de uno de los gobernadores enemistados con Javier Milei, después del discurso.
El último de los mandatarios provinciales en entrar fue el chubutense Ignacio Torres. Ya estaba ubicado el bonaerense Axel Kicillof y Jorge Macri para ese momento. Manuel Orrego (San Juan), Sergio Zilliotto (La Pampa) y Claudio Poggi (San Luis) fueron los primeros en aparecer en escena. Después llegó Maximiliano Pullaro (Santa Fe), con Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Martín Llaryora (Córdoba). Estos tres fueron los que más diálogo tuvieron con los diputados y senadores en el recinto.
Con un perfil más bajo, Carlos Sadir (Jujuy), Ricardo Quintela (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta). Como suele ocurrir, tampoco estuvieron todos los gobernadores. Faltó Alfredo Cornejo (Mendoza) que trabaja en la Fiesta de la Vendimia, que tiene lugar este fin de semana. Tampoco estuvo Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Nuequén) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
Otro de los palcos estuvo guardado para los cuatro jueces de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Pasaron desapercibidos. No sólo porque no tuvieron ningún mensaje del presidente, sino porque casi nadie se acercó a saludarlos. Cuando se fue, Milei sólo les dio una palmada a cada uno, pero se enfocó más en abrazar a los diputados y senadores de La Libertad Avanza.
El palco de los jueces fue casi una isla en medio de los saludos y abrazos. A un lado estaba el de gobernadores, y del otro, el de ministros. Allí estaban todos menos la canciller Diana Mondino, que tuvo el casamiento de su hijo, uno de los tantos argentinos que planificó su vida sin imaginar que Javier Milei iba a ser el próximo presidente. Llegaron desde la Casa Rosada en una combi blanca.
Cuando terminó el discurso, Luis Caputo recibió uno de los saludos más sentidos del presidente que despertó la ovación de los balcones. “Sin dudas que el plan va a andar. Este es el camino”, dijo a MDZ en los pasillos del Congreso de la Nación. También fue sentido el abrazo con Patricia Bullrich, que se vistió igual que la vicepresidenta Victoria Villarruel, con un traje rosa pastel, uno de los colores más usados en la jornada. ¿Será parte de la interna libertaria?
Las sorpresas del primero discurso de Milei ante la Asamblea Legislativa
Desde temprano el operativo de seguridad y el vallado interrumpieron el paso por las calles cercanas al Congreso. Sólo un grupo de militantes de izquierda se acercó a repudiar al presidente. A las 18, dos horas antes del comienzo de la Asamblea Legislativa, la Casa Militar, encargada en la seguridad del presidente, ubicó en la esquina de Rivadavia y Callao (ya cortada por el operativo de la Policía Federal) un inhibidor de drones para “que no haya ataques”.
Ya dentro del recinto la sorpresa llegó al ver las pantallas. La organización decidió no transmitir en las dos pantallas que tiene el recinto de la Cámara de Diputados el discurso del presidente, ni la ceremonia en la que llegó el mandatario. Los diputados la siguieron por la transmisión en sus celulares. Así lo vieron llegar a Milei con la banda y el bastón presidencial, los atributos que recibió el pasado 10 de diciembre.
Cada primero de marzo en el Congreso tiene el espíritu de “primer día de clases”. Este tuvo la excepción que hubo un agitado trabajo parlamentario en verano. Antes de que empezara el discurso varios legisladores aprovecharon para reencontrarse y charlar. Hubo un fuerte y cariñoso saludo entre Miguel Pichetto y Juliana Di Tullio, ambos jefes de bloque del extinto Frente para la Victoria, en el Senado y en Diputados. Pichetto también habló un largo rato con Martín Soria, con quien compartió el peronismo de Río Negro.
Germán Martínez, por su parte, aprovechó para hablar con los integrantes de la comisión bicameral de Trámite Legislativo, que la semana que viene tiene previsto convocar a funcionarios del Gobierno, como el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, que esta vez sí apareció en el Congreso. El santafesino habló un largo rato con Franciso Monti (UCR) y con Nicolás Massot (HCF).
Pullaro se reencontró con su viejo amigo Leandro Santoro, hoy diputado por el peronismo, pero excompañero del santafesino de la Juventud Radical. Luis Juez se puso a contarle chistes a los gobernadores. A medida que crecían las risas de los mandatarios provinciales y la del senador por Córdoba, la cara de este se ponía cada vez más roja.
El show también estuvo en los balcones. El principal quedó para el clan Menem. Allí estuvo Eduardo “Lule” Menem junto a su prima Zulemita. A su lado el expresidente Rodolfo D’Onofrio. En el palco de la derecha estaba el asesor del gobierno Santiago Caputo con el vicejefe de Gabinete, José Rollandi, que aplaudieron cada vez que la tribuna empezaba con un “presidente, presidente” o “la casta tiene miedo”.
Los puntos de mayor reacción fueron cuando el presidente apuntó contra los gremialistas, el Inadi y Máximo Kirchner. Esto llevó a que Mario "Paco" Manrique dirigente de Smata y diputado de Unión por la Patria siguiera todo el discurso de espaldas al presidente, una práctica que suele tener Fernando Iglesias.
“Eliminamos agencias de gobierno como el INADI, que además de cumplir el rol de policía del pensamiento, contaba con un presupuesto anual de 2.800 millones de pesos para mantener militantes rentados”, dijo y ya se empezó a escuchar el cántico de “motosierra”.
A esta definición le siguió uno de los pocos anuncios que Milei hizo en toda la noche: la eliminación de la agencia estatal de noticias Télam. “Ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, dijo el presidente. A Hernán Lombardi no le alcanzaron las manos para festejar el anuncio de lo que él no pudo lograr. En ese momento, desde las tribunas además de festejos llegó la frase de una señora: “Ahora se van a tener que poner a trabajar”. “El decorado se calla”, replicó Myriam Bregman.
El Frente de Izquierda fue el único espacio que levantó pancartas contra el libertarios. Cuando el presidente dijo que los jubilados son “víctimas de esta herencia continúa atados a una fórmula que quisimos cambiar porque pulveriza sus ingresos en un régimen de alta inflación”, la diputada Romina Del Plá le contestó con una gigantografía que ya tenía preparada: “Milei, jubilate vos por $134.440”.