El motivo por el que los 27 pilotos de "Aerolíneas Mendocinas" tienen seis meses de vacaciones

"La empresa se creó en 2017 con el objetivo de ordenar un sistema que estaba desordenado", afirmó en MDZ Radio el presidente de Aeronáutica de Mendoza Sociedad Anónima (Aemsa), Marcelo Japaz. Por aquel entonces, durante el primer gobierno de Alfredo Cornejo, la provincia contrataba a los pilotos con contratos de locación y había conflictos con lo que cobraban. En ese contexto surgió la idea de crear una empresa estatal para absorber la lucha antigranizo pero además de ello utilizar con otros fines los aviones, generando ingresos genuinos que sirvan para financiar esa agencia estatal. Lo que debía solventar -o al menos amortiguar- el costo de la lucha antigranizo lo terminó multiplicando. Por los convenios colectivos, Aemsa tuvo que contratar 27 pilotos para operar los cuatro aviones Piper Cheyenne II que solo vuelan entre mediados de septiembre y principios de abril. "Es verdad que hay 5 meses -casi seis- en que no vuelan", admitió Japaz.

Cada piloto cobra un sueldo superior al millón de pesos. El presupuesto para el 2024 de Aemsa es de 6 mil millones de pesos. A pesar de que la ley 8987 la faculta para prestar servicios como transporte aéreo de carga y de pasajeros, combate de plagas como la mosca del mediterráneo y colocación de servicios en el exterior, Marcelo Japaz explicó que ninguna de esos servicios se han prestado, salvo contadas excepciones de transfer a Potasio Río Colorado o viajes sanitarios.  

"Claramente nuestros pilotos ejecutan sus tareas de mediados de septiembre a principios de abril que es la temporada en la que ocurren los eventos de granizo. En ese periodo están 100% afectados. Es verdad que hay 5 meses y medio en que no vuelan. Eventualmente se hacen traslados para el Ministerio de Salud o personal para Potasio Río Colorado", expresó el funcionario.

"Todos en algún momento hemos intentado buscar actividades que ayuden a solventar la estructura. Pero entiendo que en algunos casos no es deseable, porque hay privados que hacen el trabajo de taxi aéreo y lo hacen muy bien y no tengo los certificados para competir con ellos. Las aeronaves son muy antiguas con cerca de 45 años", manifestó el funcionario reconociendo que nunca tramitaron las habilitaciones para dar esas prestaciones. 

Lo llamativo es que cuando se sancionó la ley que creaba la Aeronáutica de Mendoza, se destacaba que esta suerte de "Aerolíneas Mendocinas" se convertiría en una empresa estatal modelo que atendería a diferentes demandas.  “Este proyecto que ha promovido el Ejecutivo tiene entre sus objetivos, lograr eficientizar el gasto y cuidar los recursos de los mendocinos, de manera tal de poder prestar servicios de mayor calidad. Para ello se ha contemplado una visión estratégica permitiendo que la empresa no sólo cuente con la posibilidad de llevar adelante la lucha antigranizo, como así también la lucha contra otro tipo de plagas como la Mosca del Mediterráneo, sino además y por qué no, el servicio el transporte de personas, con servicios sanitarios para quienes se encuentran en zonas alejadas”, sostuvo por entonces el diputado radical Jorge Lopez. En la misma línea se expresaban el por entonces ministro Martín Kerchner, y otros funcionarios. 

Pero ni siquiera Aemsa consiguió prestar el servicio de dispersión de mosca. El Iscamen no contrata a la empresa estatal de aviación sino que le paga a la empresa privada Aerotec por ese servicio. A casi siete años del nacimiento de Aemsa, Japaz negó que se haya barajado la posibilidad de prestar ese servicios o mucho menos tener una compañía autosuficiente. 

"El objetivo central no fue generar recursos adicionales que permitan sostener la totalidad de las actividades. Puede contribuir, pero en ningún caso va a generar ingresos que sean demasiado importantes. Además, requiere de permisos, certificaciones de pilotos, de las aeronaves. Aemsa, con sus aviones, no está en condiciones de hacer dispersión de mosca del mediterráneo", sostuvo Marcelo Japaz y anticipó que con suerte a los aviones les quedan cerca de 10 años de vida útil. Es decir, el próximo gobierno debería pensar en la compra de nuevos aviones para la empresa, una inversión millonaria para una empresa que ya cuesta miles de millones de pesos.

En total, Aemsa tiene 85 empleados que incluyen pilotos, radaristas, administrativos, funcionarios y expertos en diferentes áreas. Una estructura ambiciosa y profesional para una empresa que no compite en el mercado. Su tarea se limita a colaborar en la mitigación del granizo.

A pesar de ello, Marcelo Japaz afirmó que el considera exitosa la experiencia de Aemsa porque sirvió para organizar la lucha antigranizo. "Cuando yo tomé contacto con el sistema, los pilotos estaban bajo contrato de locación igual que los mecánicos. Eso a los efectos organizativos era un impedimento para hacer las cosas como creemos que se debían hacer", justificó Japaz y recordó que la provincia ya tenía los aviones y a sus pilotos les pagaba por contrato.

"La actividad aeronáutica es muy regulada y el sistema debe dar certezas. Desde cumplir con mantenimientos, preparación de pilotos, equipos, personal, etc. Hay que contar en tiempo y forma con repuestos, insumos, contrataciones, etc. En 2017 ese sistema de mitigación, con distinta modalidad de contratación laboral, presentaba un desorden marcado. Se intentó ordenar en varios gobiernos y fue muy difícil. Por eso se decidió dar el formato corporativo que permitiera dar el servicio de la mejor forma posible. Ese fue el objetivo principal", concluyó Japaz y se mostró conforme con el resultado