Suma poder

Nicolás Posse, el nombre que todos miran ante cada funcionario despedido

La salida de Omar Yasín de la Secretaría de Trabajo volvió a poner la mirada en el jefe de Gabinete. Su influencia en otros echados.

Gabriel Ziblat
Gabriel Ziblat martes, 12 de marzo de 2024 · 18:40 hs
Nicolás Posse, el nombre que todos miran ante cada funcionario despedido
Nicolás Posse, jefe de Gabinete con poca exposición pero mucho poder. Foto: Noticias Argentinas

El poder del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, sigue consolidándose cada vez más y los movimientos del gobierno de los últimos días así lo demuestran. No solo por haber tenido la centralidad en la reunión con los gobernadores del viernes pasado, sino porque volvió a mostrar su influencia al momento de definirse la salida de Omar Yasín como secretario de Trabajo.

En lo que va de estos tres meses de gestión, el gobierno de Javier Milei ya se desprendió de nueve de sus principales funcionarios, una cifra que pone en evidencia las dificultades para poner en marcha la administración. En la mitad, por lo menos, la influencia de Posse habría sido determinante. Y el último despido no fue la excepción.

En las filas del oficialismo a nadie le pasa desapercibido que la salida de Yasín nada tiene que ver con el ya célebre decreto que fijó el aumento de los sueldos del presidente y vice, ministros, secretarios y subsecretarios en un 48%. La cartera de Trabajo interviene solo por una cuestión formal en esas definiciones, por lo que las miradas apuntaron directamente a Jefatura de Gabinete, porque es donde se negocian las paritarias estatales, y a la Secretaría de Legal y Técnica, por su "obligación" de cuidar la firma del presidente.

Ante este panorama, todas las miradas volvieron a apuntar a Posse, quien ya habría tenido diferencias con Yasín y quien fue su subsecretario, Horacio Pitrau, uno de los primeros funcionarios en dejar el cargo. En ese momento, el problema en la cúpula de la Casa Rosada se había desencadenado por una resolución a través de la cual abrieron una vía de negociación con los sindicatos para minimizar el impacto de uno de los puntos del mega DNU (que luego quedó frenado por la Justicia). Yasín sobrevivió dos meses más, pero Pitrau no. Fue la primera víctima, a menos de un mes de empezado el gobierno.

La implementación del mega DNU fue motivo de diferencias con otro funcionario que se terminó enterando por el Boletín Oficial de su salida. Se trata de Enrique Rodríguez Chiantore, quien estaba al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), también un área de fuertes vínculos con el mundo gremial. Cercano a Patricia Bullrich (era de sus equipos técnicos), la salida de Chiantore se explicó extraoficialmente en que hubo diferencias en la forma de reglamentar el mega DNU.

Funcionario que no funciona como se espera, queda afuera. Por lo menos esa es la línea que se está instalando y por la que todos apuntan al jefe de todos los funcionarios, Nicolás Posse. Desde la Rosada le quitan trascendencia y niegan que los despidos en Trabajo hayan sido por su decisión. "Fue una decisión de Capital Humano por el error que se había mandado", responden. Y agregan: "Desde afuera quieren operar peleas entre el gabinete y todos se suben".

Es cierto que a Posse ya le endilgaron peleas con Guillermo Francos y con Sandra Pettovello, pero ambas fueron desmentidas. Con el primero, incluso, han llegado a reírse de las versiones de que están enfrentados. "Con Sandra lo quieren enfrentar semana de por medio", dicen. 

Distinto es el caso de otro de los nombres que ya no está en la nómina del Ejecutivo. Guillermo Ferraro, uno de los que fue designado como un superministro en Infraestructura y terminó despedido al mes y medio de arrancado el gobierno. "Tiene una relación de años con él", aclaran cerca de Posse. Pero fuentes de esa cartera daban cuenta de las tensiones que iban en aumento entre la Rosada y el Ministerio por las dificultades para avanzar al ritmo pretendido por el jefe de Gabinete. "Una cosa es tener diferencias en cómo se van llevando adelante las cosas y otra que estén 'enfrentados'", minimizan en la Rosada.

Para la salida de Ferraro también terminó pasando algo que sorprendió. Se habló de supuestas filtraciones de lo que se hablaba en reuniones de gabinete y por eso se lo terminó desplazando del cargo. Al igual que en el caso de Yasín, más de uno consideró que se estaba buscando una excusa para correrlo del camino.

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