Sospechas de corrupción

La caja negra de Grabois, un peligro que alarma a intendentes, a La Cámpora y al PJ

Juan Grabois administró millones de dólares para cooperativas que hacían obras en municipios. El Gobierno investiga irregularidades y hay intendentes preocupados.

Pedro Paulin
Pedro Paulin jueves, 22 de febrero de 2024 · 21:08 hs
La caja negra de Grabois, un peligro que alarma a intendentes, a La Cámpora y al PJ
Cajas negras. Juan Grabois, en el ojo de la tormenta. Foto: Facebook Juan Grabois

La política no sabe qué hacer con las "cajas negras" que le pertenecen y que se empiezan a destapar generando pánico en políticos y empresarios de distinto color, pelaje y tamaño. Juan Grabois quedó expuesto, y con él una forma de hacer gestiones discrecionales con intendencias para juntar votos que finalmente nunca aparecieron en octubre. MDZ conversó en estricto off con una decena de dirigentes que reconocieron la existencia de una lógica poco transparente y direccionada para los amigos del poder, hoy en su mayoría, ya lejos del poder y agazapados. 

El Fondo para la Integración Socio Urbana es el mascarón de proa de Juan Grabois que amenaza con salpicar a buena parte del Peronismo, en especial a los intendentes del Conurbano, esa región donde el dogma y la liturgia Peronista fue obligatorio hasta que nació políticamente Javier Milei para romper con todos los manuales preexistentes. El FISU entonces, siempre según las entrevistas que llevó a cabo este medio, es un sistema de prebenda con movimientos sociales e intendentes.

Complicados. Gustavo Menéndez, junto a Martín Insaurralde y Juan Zabaleta.

Un hombre con treinta años de gestión en sus espaldas se sincera y salta antes de sentirse señalado en el PJ. Explica la corrupción con lujo de detalle: "Las obras las pedían los intendentes, pero no podían hacerlas, muchas veces, te diría el 70% de las obras se hicieron hasta el 30 o 40 % y el dinero estaba en el 100% pero para que esto ocurra había gente que generaba el depósito y otros que firmaban los finales de obra". Era un sistema de intermediarios que exigía el conocimiento absoluto de los intendentes y el gobernador, que debía hacer la vista gorda ante obras que no estaban terminadas, pero se inauguraban con las manos rojas de aplaudir por parte de los involucrados.

Juan Grabois logró posicionarse dentro del mundo kirchnerista para ser el más acérrimo enemigo de Sergio Massa y después militarlo y pedir el voto. El acomodaticio joven de San Isidro, educado en el bilingüe colegio Godspell, logró pertenecer a los que se adjudicaron la amistad con Jorge Bergoglio y otros dirigentes producto de la militancia de su padre, Roberto "Pajarito" Grabois, hoy atravesando una dura enfermedad. Grabois logró un crecimiento exponencial que le permitió coordinar movimientos sociales peronistas agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), continuadora de la CETEP de Grabois. 

Llamativamente, son las cooperativas que responden a Juan Grabois las más beneficiadas con las reformas pequeñas para obras en distintos lugares del país. El Registro Nacional de Barrio Populares recibió millones como las cooperativas mencionadas, que sumaron junto al Movimiento Evita durante la gestión de Alberto Fernández más de 24.000.000.000 pesos. 

Juntos. Axel Kicillof y Juan Grabois.

Las cifras generan alarma en cualquier auditoría que se pueda llevar a cabo: desde que se creó el FISU se llevaron a cabo más de 1.200 obras en barrios populares, por un monto de casi 500 mil millones de pesos con la gestión de los últimos años, donde Juan Zabaleta en Desarrollo Social y Fernández en Nación firmaron los permisos. 

Las cajas negras de la obra pública no son pequeñas ni nuevas, el kirchnerismo replicó el sistema que había originado en Sueños Compartidos y el escándalo de los hermanos parricidas Sergio y Pablo Shocklender. El Conurbano vuelve a señalar corrupción, donde en distintas intendencias empezaron a prenderse luces rojas. Gustavo Menéndez es uno de los intendentes que consultó más de una vez los últimos días si su distrito estaba dentro de los observados. El Concejo Deliberante ya recibió pedido de informes para que se expliquen el envío millonario de fondos que no tienen respuesta. "Es una escribanía, Menéndez sabe que se la llevaron y la gente no tiene para comer", describe una mujer longeva de la historia peronista de Merlo.

Fernanda Miño es la mujer que trabaja codo a codo con Juan Grabois y la señalada como parte necesaria de las situaciones irregulares. Todavía la auditoría del Gobierno sobre los FISU no se terminó y las conclusiones se tendrán los días venideros, pero sí hay una conclusión: los fondos FISU encubren una metodología que se aplicó para someter municipios a través de obras pequeñas con cooperativas y lograr votos en las elecciones a los amigos. 

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