Fuga de presos en la Ciudad de Buenos Aires: Waldo Wolff despidió a dos funcionarios

El ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff, despidió a Sebastián Vela, asesor de su cartera, y al comisario mayor Adrián Ochoa, director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad, tras las fugas de presos ocurridas recientemente en diferentes dependencias de la fuerza policial. Las medidas fueron anunciadas por el propio funcionario en su cuenta de X.

Wolff subrayó que, a pesar del aumento del 35% en la población carcelaria —que pasó de 1.700 a 2.300 detenidos—, y de que 320 condenados permanecen bajo custodia en instalaciones que no cumplen con las medidas de seguridad adecuadas, estas circunstancias no justifican las recientes evasiones. Según sus declaraciones, se trata de un problema de gestión que ameritó cambios inmediatos en los responsables del área.

El ministro indicó que los incidentes recientes incluyeron fugas en Barracas y en el Centro de Contraventores. Estas situaciones motivaron la decisión de apartar tanto a Vela como a Ochoa, más allá de las investigaciones internas que se llevan a cabo. "Seguiremos siendo inflexibles con cada uno de los funcionarios, civiles y policiales, que no hagan su trabajo como corresponde", señaló Wolff en sus redes sociales.

Desde mayo pasado, cuando se creó la Dirección Autónoma de Alcaidías, se habían logrado prevenir fugas de las instalaciones bajo su control, destacó el ministro. Sin embargo, tras el anuncio del traspaso del Servicio Penitenciario a la Ciudad, se produjeron los incidentes mencionados. En este contexto, Wolff consideró imperativo tomar decisiones inmediatas para evitar que estos hechos se repitan.

El funcionario recordó que en mayo se habían implementado cambios en la cúpula de la Policía de la Ciudad, nombrando a Pablo Kisch como jefe y a Jorge Azzolina como subjefe, además de la creación de la Dirección Autónoma de Alcaidías. Ochoa, ahora removido de su cargo, había sido designado como el primer director de esta nueva área.

Finalmente, Wolff reiteró que no habrá tolerancia ante errores en la gestión de la seguridad carcelaria, insistiendo en que los responsables deben garantizar que los detenidos permanezcan bajo custodia sin excusas relacionadas con problemas estructurales o administrativos.