Jorge Macri busca el "cara a cara" con las comunas para evitar el caos y recuperar el "estilo PRO"
El jefe de Gobierno confía en Cesar Torres para volver a conectar vecinos de toda la Ciudad con el Gobierno. El factor Ramiro Marra y el voto extranjero. La vuelta de la "cultura de barrio".
Hace tiempo que sobre el escritorio de Jorge Macri, entonces ministro de Gobierno, estaba el proyecto para cambiar la forma de vincular la política con "la gente", esa entelequia que sólo Javier Milei supo conquistar con éxito y que lo hizo presidente sin un gobernador ni intendente en todo el país. El PRO surgió hace veinte años para volver a conectar la clase dirigente con la sociedad y representarla desde el lugar del sentido común, algo que se fue desmechando con el pasar de las elecciones y los acuerdos electorales. Ahora quieren "volver a las bases".
Hay una certeza: si el PRO no logra ir a pescar en los votantes de Javier Milei que desembocaron en Ramiro Marra por el desencanto con el espacio, las legislativas serán un desafío para el espacio que ganó por un pelo la interna al exministro de Economía, Martín Lousteau, y arrasó en la primera vuelta sobre Leandro Santoro. Eran los tiempos donde la Big Data marcaba el know how del trabajo en la calle Uspallata, y donde había una puja interna entre la forma de pensar y hacer la política de Jorge Macri, y los hombres más amigos del software y el análisis de datos.
La mixtura de la big data y la cultura de barrio es lo que busca Jorge Macri, y lo hará de la mano de un funcionario que tiene una particularidad: fue su secretario de Gobierno en Vicente López, pero antes de conocerlo a Macri, con 26 años había logrado participar de la primera camada de 60 legisladores porteños por su militancia en los barrios humildes de la Ciudad, en la postergada zona sur, de donde es César "Tuta" Torres. Es quien desde la secretaría de Gobierno y Acción Ciudadana deberá reconectar al vecino con la política, un desafío que puede significar el recupero de votos que por la hemorragia liberal se drenaron a otras huestes.
César Torres trabaja en el cara a cara, recorre las cuadras, es amigo de las viejas y buenas formas de la política. Aprender los nombres de los vecinos, ir a comer a la casa, conocerlos y explicar puerta por puerta. El hombre que se crió en los barrios humildes del sur, entre Lugano, Soldati, militando en un embrionario peronismo que le permitió conocer cada unidad básica y base peronista, ahora tendrá que reconectar ese sector con el PRO, aggiornarlo y garantizar también la presencia del Estado y tranquilidad en tiempos de crisis económica, para que no sea también social.
Los desafíos serán totales, el kirchnerismo pisó fuerte en el sur, tan fuerte que arrasó en la Comuna 8 con 42 puntos superando a Juntos por el Cambio y logrando que Lautaro Eviner sea el hombre fuerte de la zona como jefe comunal. Un dato para trabajar: si las elecciones hubieran sido sólo entre votantes extranjeros, Santoro sería hoy el jefe de Gobierno porteño. Es parte del trabajo que tendrán, tal como se hizo en Vicente López cuando se dio vuelta una elección por la comunidad italiana. De hecho, en la compleja Comuna 8 que reúne Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo, Unión por la Patria se quedó con el 53.9% de los votos.
La bajada de línea de Jorge Macri fue clara: hay que ir a encontrar esa gente, volver a estar cerca, volver a resolverle los problemas hablando y explicando lo que hace el Gobierno. La distancia entre la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y parte de la opinión pública se sintió electoralmente, por eso ahora la premisa básica es volver a las bases.
El desastre que generó la tormenta de la última semana de diciembre fue la carta de presentación de Macri y Torres. Las cuadrillas salieron apenas terminada la tormenta a cortar, levantar y se les ofreció ayuda y crédito a los damnificados. Fue la forma del Gobierno de dejar en claro que se volverá al esquema de cercanía y resolución de primera mano, con menos burocracia.
Los merenderos que son asistidos por el Gobierno antes dependían de María Migliore, la primera de las eyectadas tras la derrota del radical Martín Lousteau por haber militado en contra de Jorge Macri. Bolsones con materiales y comida se repartieron noches previas a la elección con una curiosa identificación con Martín Lousteau, que de haber ganado la interna, hubiera pasado desapercibido, pero la historia lo puso debajo de Macri y con la derrota se fueron los cargos de los que trabajaron para la victoria del senador, que también perdió al apoyar a Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales.
Si Jorge Macri logra decodificar el efecto Javier Milei y sacar provecho de la muy mala elección de Ramiro Marra, podrá capitalizar esos votos de descontento y rechazo más que ideológicos, a diferencia del PRO, que tiene una base electoral por encima de los 35% sea quien sea el candidato formal. Será el desafío desactivar las bases donde el kirchnerismo y la izquierda se encuentren coincidiendo en el malestar social y busquen generar puntos de acuerdo para salir a la calle, tal como lo planteó Eduardo Belliboni en las últimas semanas.