Jorge Macri presiona para deportar extranjeros ilegales que cometan delitos

Jorge Macri incomoda a la Justicia, exige respuestas y quiere que se restituya el decreto 70 firmado por Mauricio Macri para poder echar del país a los extranjeros que delinquen, a quien diferencia de “la gente de bien y los que vienen a matar, a robar, que forman parte de organizaciones más grandes y no les interesa trabajar. Es parte de un proceso de endurecimiento con el delito que se pensó como plataforma electoral y ahora el jefe de Gobierno pretende se aplique con todo el rigor posible dentro de la órbita de Waldo Wolff, ministro de Seguridad porteño.

El leading case que despertó la reacción de Jorge Macri fue el del colombiano de 48 años que teniendo seis causas previas, robó bicicletas en el barrio de Retiro. “¡BASTA DE ESTOS DELINCUENTES! Hay que deportar a todos aquellos extranjeros ilegales que vienen a nuestra Ciudad con el único fin de delinquir”, fue el posteo en X de Macri, quien en las últimas entrevistas periodísticas se declaró ferviente enemigo de la mirada laxa que permite que extranjeros cometan delitos sin consecuencias y acumulen causas en libertad. 

Lo aplicado por Mauricio Macri cuatro años atrás permitía un dinamismo judicial que Ernesto Marinelli, juez que rechazó el pedido del CELS para derogar el decreto, tomó por positivo y sostuvo la vigencia. Llegado Alberto Fernández al poder y con él la pandemia, se permitieron cambios en distintas leyes, y la inmigratoria no fue la excepción. En 2021 entonces planteó el Gobierno peronista:

“Hay aspectos que resultan irreconciliables con nuestra Constitución Nacional y con el sistema internacional de protección de los derechos humanos, entre los que cabe mencionar la violación al principio del debido proceso, al derecho a contar con asistencia y defensa legal, la restricción a un control amplio y suficiente del poder judicial sobre los actos de la autoridad administrativa, la amplitud con la que se prevé la retención preventiva del y de la migrante sin definir las causas que la habilitan y la restricción a los derechos de reunificación familiar y dispensa por razones humanitarias”.

Jorge Macri explicó el resultado de esa política en la Ciudad: diez delitos por día el año pasado cometidos por extranjeros ilegales, y cuatro de diez asesinatos por el mismo sector social. A ojos de Waldo Wolff, lo que viene en materia de Seguridad no es mano dura, lo exige en cada reunión de Gabinete: “No vinimos a aplicar mano dura, vinimos a terminar con un pensamiento que pone lo que está bien con lo que está mal en la misma vara. Los que cumplen, premio; los que incumplen, delinquen, roban, matan o violan, los quiero presos o fuera del país”. 

La Ciudad logró bajar la cifra de delitos a partir de la inyección de inversiones en tecnología para la prevención de delito. Uno de los objetivos que deberá cumplir el gobierno porteño es la compra de cámaras y otros recursos al 100% de la Ciudad para llegar a los niveles de Ottawa y otras ciudades del continente a las que CABA busca superar en materia de delito. “Los ojos de la Ciudad” fue el nombre que se le puso durante la época de Diego Santilli al Centro de Monitoreo Urbano, donde se vigilan las calles y parques 24 horas al día. 

La mirada choca de frente con el kirchnerismo, que dará la batalla en la Legislatura porteña para evitar que esa doctrina entre en plena vigencia este año. Será entonces el desafío de Wolff lograr que el bloque de Juntos por el Cambio trabaje junto con los liberales para la aprobación de leyes en ese sentido. Allí suma la amistad de Wolff con Javier Milei antes de meterse en política, y Jorge Macri también cultiva el buen diálogo, mientras trabaja para lograr que la deuda de Nación con Ciudad por los fondos que en pandemia quitó Alberto Fernández a Horacio Rodríguez Larreta sean sustituidos.