¿Arranca o no arranca?

Gobernadores piden decisiones y sube la temperatura por la crisis económica

Envíos discrecionales, quita de subsidios y la parálisis de la obra pública. El encono de Juntos por el Cambio y la posibilidad del rechazo a la ley ómnibus.

Pedro Paulin
Pedro Paulin martes, 16 de enero de 2024 · 10:01 hs
Gobernadores piden decisiones y sube la temperatura por la crisis económica
Foto: Prensa Gobierno Ciudad de Buenos Aires

Hay siete gobernadores que se sentaron con Guillermo Francos, el ministro del Interior y encargado de la aprobación de la ley ómninbus como premisa básica, según le pidió el presidente Javier Milei. Empresarios, caudillos provinciales, intendentes y muchos sectores productivos esperan toma de decisiones formales que todavía no encuentran. La obra pública está paralizada en buena parte del país y la reactivación económica no llegará hasta la mitad de 2024, por lo que el tiempo se convierte en un factor determinante para el éxito o fracaso del plan liberal. 

Cuatro de los siete gobernadores antes citados llamaron a Rogelio Frigerio para pedirle interlocución con la Casa Rosada. El gobernador de Entre Ríos les recordó que no es más ministro del Interior y que sólo puede canalizar sus pedidos, que no son pocos tras veinte años de peronismo ininterrumpido. “No tenemos con quién resolver los problemas, nos esuchan, pero nadie decide y no hay plata”. Es la mirada de un gobernador que habló con Francos y con Frigerio, ambos con respuestas que incluyen la frase que tatuó Javier Milei desde que asumió: "no hay plata". 

Juntos. Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos. 

El Gobierno no dará brazo a torcer, lo que lo pone en la incómoda situación de ser exitoso políticamente con la inflación por las nubes, sin obra pública en el interior, y una mesa de gobernadores que empiezan a sentir que la espuma de la bienvenida se baja por día, y el malestar crece por minuto. “No hay octubre sin mayo”. La definición es de un gobernador que espera como el perro de Ivan Pávlov el estímulo monetario para aprobar la ley. Saben los hombres fuertes del interior que sin ley no hay paraíso, y se lo harán saber al Gobierno estos días. 

Una mirada común es la siguiente: una cosa es apoyar un candidato para evitar que Sergio Massa sea presidente, otra casi antagónica es apoyar un plan de Gobierno sin financiamiento al interior y casi nula negociación. Más de un dirigente de peso recuerda que 1 de 3 votantes eligió a Javier Milei, y que ese número involucra votantes duros de Juntos por el Cambio que se entregaron al amor borgeano noventa días, pero que si sus bolsillos siguen adelgazando y los beneficios sociales no vuelven, se tenderán duros y dispuestos a rechazar la aprobación de esa ley que es la panacea para Milei.

Dentro de las quejas está el envío de fondos de la forma old school de repartir dinero, que se terminó en diciembre y según dicen en el Gobierno, no existe forma de volver a ese esquema. Hay gobernadores que disputan viejas rencillas, como La Rioja, que ahora en manos de Ricardo Quintela enfrenta el duro desafío de ser productiva. 

En pie de guerra. Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja.

El caso riojano como leading case desnuda el motivo por el que arrasó Javier Milei en las PASO y el balotaje. Unos 16 ministros, con 35 secretarías dependientes, y once secretarías que responden al ejecutivo más allá de dos secretarías de Estado. La legislatura local no funciona, todo es predominio quintelista y lo mismo para la Justicia, en manos de la sobrina del gobernador Quintela. Solamente durante el periodo de Alberto Fernández, por fuera de la coparticipación, Ricardo Quintela recibió 80 mil millones de dólares extras, que no está claro su destino. 

Los gobernadores reconocen el encuentro, los diálogos, pero falta toma de decisiones. “Nos escuchan, nos sentamos, pero no se puede hacer política sin plata, es un error de concepto, no es fácil”, planteó un hombre del grupo. Y añadió: “El presidente le responde a una cuenta fake de Kicillof mientras no tenemos para pagar las cuentas, esto es un delirio”. Son días en los que la paciencia se escurre y la pobreza crece, un maridaje que rara vez presagia bienestar.

Javier Milei se fue al foro de Davos, esa pequeña localidad suiza en la que el economista deberá explicar su plan de Gobierno con austeridad fiscal y reactivación económica sin inversión por parte del estado, un complejo desafío que comienza el mes entrante. 

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