Ante la galopante inflación, el Gobierno de Mendoza adelantará las paritarias: los detalles
La administración provincial decidió que la apertura de las paritarias para los empleados estatales pase a los primeros días de febrero.
Tras conocerse la estadística inflacionaria de diciembre, la cual marcó un récord histórico -con un 25,5% de variación mensual-, el Gobierno de Mendoza tomó al decisión de adelantar más de 60 días las paritarias. Es por ello que el cronograma comenzará los primeros días de febrero del 2024, detallaron desde el Ejecutivo. También aseguraron que los gremios serán notificados por la Subsecretaría de Trabajo sobre el día y la hora en que serán convocados.
En las últimas paritarias quedó establecida una cláusula de garantía, por la cual el Gobierno provincial se comprometía a reunirse con los representantes de los trabajadores para el mes de abril. Con esta reciente determinación, el Ejecutivo adelanta la discusión por un período superior a 60 días. Dicha cláusula detallaba que, si durante enero y febrero la inflación acumulada fuera superior a 12%, el Gobierno de la provincia se compromete a reunirse con los representantes de los trabajadores. No sólo fue superior a 12%, sino que duplicó.
A fines de 2023, el Gobierno cerró acuerdos con todos los representantes gremiales de la Administración Pública. La propuesta general que acercó el Gobierno a la mesa de negociaciones en ese entonces y que fue aceptada por el gremio consistió en un incremento en el porcentaje de 15% en noviembre, 15% en diciembre, 5,8% en enero, 5,8% en febrero y 5,8% en marzo.
Como anticipó MDZ, el Gobierno comenzó a abrir el paraguas de cara a las negociaciones paritarias que -finalmente- se retomarán en febrero. Al igual que Javier Milei, el gobernador Alfredo Cornejo quiere dejar claro que "no hay plata" y así lo está manifestando su ministro de Hacienda, Víctor Fayad. En los últimos días se conoció el pedido de generar un 20% de ahorro a todos los ministerios y una caída del 20% en la recaudación impositiva. A eso, suman el impacto negativo que ha tenido en las arcas provinciales la eliminación de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El mensaje es claro: no hay plata. Y el motivo por el que han salido a reforzarlo desde temprano es que saben que los ingresos de los empleados públicos quedarán atrasados a raíz del salto inflacionario que se registró en diciembre y que se repite en el mes de enero.
Los gobernadores apuestan a que el gobierno nacional de marcha atrás con la decisión de Sergio Massa de eliminar la cuarta categoría de Ganancias. Saben que si eso no ocurre muchos de ellos enfrentarán serias dificultades para pagar sueldos. En la Casa Rosada son conscientes de esa debilidad y la usan como palanca para conseguir apoyo para la aprobación de la ley ómnibus y la ratificación del DNU de Javier Milei. Incluso, Victor Fayad reconoció que el monto de Ganancias equivale a dos meses de salario de la nómina de empleados estatales.