Las chicanas de Patricia Bullrich y los anuncios de Guillermo Francos: lo que no se vio del debate por la ley ómnibus
Una nueva jornada maratónica en Diputados mostró los cambios que empiezan a analizarle. Los cruces y chicanas fueron protagonistas en la jornada.
El segundo capítulo del debate por la ley ómnibus en el Congreso de la Nación tuvo dos pesos pesados del gobierno libertario que, con tonos y argumentos distintos, defendieron el proyecto: la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el de Interior, Guillermo Francos. En paralelo, se empiezan a conocer las principales modificaciones, la primera anunció que eliminarán el artículo 331 sobre las reuniones sociales de tres o más personas. En tanto, el encargado de la reforma política deslizó la posibilidad de sacar del proyecto los cambios en las elecciones.
La primera novedad de la jornada la introdujo Francos. "Si no están los votos para la reforma electoral, eso no va a trabar el tratamiento de la ley", dijo el ministro. Un rato antes, diputados de distintos bloques, como Germán Martínez (Unión por la Patria), Silvia Lospennato (PRO) y Carla Carrizo (UCR), expresaron su rechazo a tratar esta reforma. La iniciativa elimina las PASO, cambia la ley de financiamiento de la política y la conformación de la Cámara baja.
"Pero hay que hacerlo en el momento oportuno", comentó bastante molesta Lospennato. "Tenemos disposición de acompañar pero hay que fijar prioridades y tratarlo en sesiones ordinarias", indicó la diputada nacional. Un rato antes Francos había dicho que al día de hoy en la Argentina el sistema electoral cuenta con "la existencia de un número de partidos políticos que no aporta al funcionamiento de la democracia".
Frente a estos planteos, el ministro de Interior remarcó que desde el gobierno quieren "tratarlo con urgencia” para transmitir “a la opinión pública” que están “preocupados por temas económicos en general y políticos". Agregó que estas reformas "tienen impacto y nos atañen a los políticos, y a la forma en la la sociedad nos mira".

Distintos diputados señalaron que ven posible la modificación de algunos artículos de este capítulo. “No van a querer poner en riesgo el acuerdo con el PRO y los de Pichetto (en referencia al interbloque Hacemos Coalición Federal, de 23 diputados)”, interpretó un kirchnerista. “No hay motivos suficientes para debatir esto en este momento”, señaló una fuente parlamentaria del PRO.
En su momento de presentación, Francos planteó desde el gobierno que quieren “simplificar los calendarios electorales y trasladarle a los partidos la tarea de organizar y financiar sus internas”. “En estos últimos 12 años las PASO implicaron un enorme gasto para el Estado. Solamente en 2023 se gastaron $11 mil millones entre aportes de campaña y boletas electorales para 15 agrupaciones políticas, 10 de las cuales no pasaron el piso previsto por la ley”, agregó.
El show de Bullrich en la Cámara de Diputados
Unas horas más tarde, Bullrich llegó a la Sala 2 del Anexo A, la más grande de la Cámara de Diputados, un ratito después de las 14. Inmediatamente, reaparecieron varios diputados, entre ellos Cristian Ritondo que no ayer no había estado presente. El PRO por primera vez se vio en la incómoda situación de estar interrogando a una ministra de su partido, pero no de su Gobierno. Su primera definición fue la eliminación del artículo que considera a las reuniones de tres o más personas como una manifestación que puede ser reprimida.
“Ha habido una mala interpretación del artículo 331 sobre permisos de reunión de más de 3 personas, pero en realidad está vinculado a la Ley de Tránsito”, introdujo. “Al haber confusión, lo retiramos”, remarcó.
La ministra mostró que es mucho mejor chicanera que oradora. A la hora de exponer el capítulo de seguridad del proyecto se trabó en varias ocasiones y dejó oraciones inconclusas que no decían nada. Sin embargo, cuando tuvo que responderle a los diputados de la izquierda y del kirchnerismo, la ministra mostró su habilidad. Manejó los tiempos, las pausas, las palabras, se movía en una arena conocida.
Myriam Bregman (Frente de Izquierda) aprovechó para provocar a Bullrich en este terreno que tan cómodo le queda a la ministra: “¿Usted reprimiría a los fiscales que salieron a reclamar por Alberto Nisman, gritándoles ‘a la vereda’?”, preguntó la diputada de Izquierda. Y después insistió: “Quiero saber porque si no delincuente es aquel que reclama contra su gobierno”.
Cuando el presidente de la comisión de Legislación General, Gabriel Bornoni (La Libertad Avanza) quiso frenar a Bregman, Bullrich le dijo que no lo hiciera para seguir intercambiando con la diputada de izquierda “Dejela, dejela, que está bueno decirse estas cosas”, le dijo Bullrich en un terreno que le quedaba cómodo. “Bregman, el derecho a la protesta es sin cortar la calle, ¿está claro?”, remarcó.
También repartió dardos para el diputado y representante de La Bancaria, Sergio Palazzo. Le dijo: “Se creen que todos los bancarios son kirchneristas, y no es así” y después arremetió: “El paro general ha dejado de existir, le pido algo: levante el paro y vamos a discutir democráticamente de verdad”.
Un rato antes, el gremialista le había dicho: "Recuerdo que hubo muchos manifestantes muertos a manos de la fuerzas de seguridad, particularmente cuando se les rebajó el 13% a los jubilados en el gobierno de De La Rúa, del cual usted fue la artífice".
Otro de los momentos destacados de Bullrich en las comisiones de este miércoles también tuvo como protagonista a Bregman. “Si a cualquier diputado lo amenazaran de muerte”, comenzó la ministra. Y al instante la diputada gritó desde la silla: “A mi me amenazó José Luis Espert”, en referencia a un posteo en redes sociales del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda en el que pedía “cárcel o bala” para ella y su compañero de bancada Nicolás del Caño.
Bullrich miró para su derecho, donde estaba Espert, y volvió a girar su cabeza para el lado de Bregman. “Ahora lo denuncio”, replicó. Espert, en tanto, se limitó a decir: “Copito de nieve, por favor”.
Sobre las medidas de seguridad que se incluyen en el proyecto, afirmó: “Son de las urgencias que el país necesita para salir de la crisis económica en la que está”. Luego ordenó las tres prioridades del Gobierno de Javier Milei: “Primero, el orden económico y social; segundo, que las fuerzas de seguridad puedan trabajar sin sentir que van a terminar presos de por vida; y tercero, que no se pueda agredir a ninguno de los miembros de la fuerza de seguridad".
“Queremos darle a las fuerzas la seguridad que no van a ser juzgados, ni pasar de agentes del orden a víctimas porque si no actuamos con firmeza nos va a pasar como Ecuador y estamos hablando con los gobiernos (provinciales) para ir contra los núcleos del narcotráfico”, enfatizó.
También, apuntó contra la organización de la protesta social: “Las personas no van autónomamente a las manifestaciones”. “A partir de los recursos del Estado, se han hecho manifestaciones que tienen a la asistencia como contrapartida del cobro del programa social”, detalló y fue más a fondo: “Planteamos que hay organizadores, personas que tienen por objetivo organizar estos corte de calle. Lo hacen con una capacidad de presión sobre muchos de los concurrentes, como la pérdida del beneficio social, la sanción”. “Esto ha generado un modelo que termina con la autonomía de las personas”, remarcó.

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