Sergio Massa se reservó nuevas sorpresas para el Presupuesto 2024

Cada año el proyecto de Presupuesto Nacional aparece en Argentina como una caja de Pandora que guarda cambios, medidas y decisiones que los gobiernos deberían haber tomado y debatido en leyes por separado. La costumbre es incluir esas decisiones (esconderlas, en realidad) en medio del debate del gran reparto nacional de fondos, algo que facilita la aprobación. De ahí el cuidado que debe haber a la hora de analizar cada presupuesto. En Argentina, además, la Ley de Administración Financiera y de los Órganos de Control del Sector Público prohíbe introducir modificaciones impositivas dentro del proyecto de Presupuesto Nacional. Pocos son los gobiernos que la han cumplido y el actual no es una de esas excepciones. 

En el proyecto de Presupuesto Nacional 2024 que Sergio Massa envió al Congreso ayer, tras haber sido firmado por Alberto Fernández que demoró el despegue del avión presidencial hacia la Cumbre del G77 en Cuba para cumplir con esa obligación, incluye modificaciones en el Impuesto a las Ganancias sobre salarios, una virtual estatización de las generadoras de energía eléctrica con concesiones que vencen este año y el próximo, algunos datos para intuir que sucederá con la importación de gas en el 2024 (y por lo tanto la salida de dólares para financiarla) y hasta una apuesta por el Mundial 2030.

El proyecto de Presupuesto 2024 dispone en medio de su articulado una reforma más amplia en el impuesto a las Ganancias que la anunciada por Massa la última semana. En primer lugar se actualiza y modifica la escala completa de alícuotas que se aplican de acuerdo al nivel de ingresos para determinar el impuesto a las Ganancias a ingresar para los trabajadores en relación de dependencia.

Esos montos, desde ahora, pasarán a actualizarse automáticamente atados al RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) el indicador de evolución salarial que elabora el ministerio de Trabajo. Además, se fija un esquema de actualización por el Índice de Precios al Consumidor del INDEC para las deducciones que se pueden computar contra el pago de Ganancias. En ambos casos habrá una caída de recaudación del impuesto que no se especifica como será compensada.

También se incluyó la ratificación por ley del decreto que dispuso el cambio en el mínimo no imponible de Ganancias que el gobierno lanzó el lunes pasado elevando el mínimo no imponible del impuesto sobre salarios a $ 1,770.000, más un proyecto de ley que directamente elimina la cuarta categoría del impuesto. Para el caso del decreto, el proyecto de Presupuesto 2024 recuerda que la medida entrará en vigencia desde el 1 de octubre de este año.

El 2030, de acuerdo al proyecto que sostiene la región, debería quedar en la historia como el año en que el Mundial de fútbol se jugó en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, una experiencia múltiple que no se dio hasta ahora. La decisión se tomará en el sorteo que la FIFA debe hacer en diciembre de 2024 donde competirán con otra candidatura conjunta, la de España, Portugal y Marruecos.

La expectativa, especialmente en Argentina y Uruguay, es enorme al punto que ya hay 48 ciudades anotadas en los cuatro países para ser sedes de algún partido y recibir a delegaciones: Mar del Plata, Córdoba, Avellaneda, Mendoza, Tucumán, Catamarca, San Juan, Santiago del Estero, Salta, Rosario, Provincia de Buenos Aires, La Plata, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y San Luis en Argentina; Arica y Parinacota, Temuco, Concepción, Quilpué, Rauco, Chiguayante, Lautaro, Viña del Mar, Calama, Cerrillos, Providencia, Ñuble, Concepción, Región de Tarapacá, Santiago, Ñuñoa, Antofagasta y Padre Las Casas en Chile; Maldonado, Paysandú, San José, Montevideo, Florida, Colonia, Canelones, Rivera y Río Negro en Uruguay y Encarnación, Asunción, Ciudad del Este, Luque, Concepción, Itapúa y Departamento Central en Paraguay.

Para mantener la apuesta, Argentina tiene que pagar, a través del Ministerio de Turismo y Deportes, una cuota anual para la Corporación Juntos 2030 que es el organismo multipaís encargado de armar la presentación de la candidatura ante la Fédération Internationale de Football Association. La partida que se destina en el artículo 20 del proyecto de presupuesto es de $ 282.700.000 y no será la última.

Además, el proyecto de Presupuesto 2024 ratifica la promesa que Sergio Massa le hizo Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja que prometió renunciar si Javier Milei gana la presidencia, de reforzar la partida de fondos específicos para esa provincia. Massa ratificó esa promesa esta semana y ahora incluyó en el presupuesto una asignación especial de $ 94.000 millones para La Rioja. 

En cuanto al área Energía, el Presupuesto 2024 incluye una decisión que seguramente un nuevo gobierno que no sea peronista cuestionará. Se decide pasar a control de ENERGÍAS HIDROELÉCTRICAS S.A.U, bajo comando de la estatal EASA, a la totalidad de las represas generadoras de energía con concesiones que estan venciendo este año y vencen el próximo. En la lista de las hidrogeneradoras que pasan a operación estatal directa estan desde El Chocón-Cerros Colorados, Alicurá, Pichi Picun Leufú, Cabra Cabra Corral o Piedra del Aguila, todas operadas desde hace unos 30 años promedio por operadores privados. 

En cuanto al dólar la contabilidad creativa esta, una vez más a la orden del día en las proyecciones que se fijaron para el Presupuesto 2024. Economía calcula que este año la inflación terminará en 135,7 %, cuando ya no existe ninguna consultora privada que la proyecte en menos de 180 %. De hecho el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central que se conoció esta semana marcó en 169,3% la inflación esperada para este año. El 2024 también aparece en el proyecto de presupuesto con un optimismo inusitado: Massa proyectó un crecimiento de precios de 69,5 % para todo el año como base de cálculo. Si se cumplen las estimaciones privadas, la mitad de ese número ya se registrará solo como arrastre de la inflación de este año.

El dólar promedio estimado para todo el año también viene de la mano de un cálculo conservador. El ministro prácticamente no ve cambios en el oficial de aquí a fin de año ya que estima terminar el 2023 con un dólar en $ 365,9 (que es el verdadero nivel que tiene desde que el gobierno dispuso el congelamiento tras la devaluación pos PASO) y que el promedio del 2024 estará en $ 607, es decir, unos $ 140 debajo de lo que hoy registra el Blue.