Los candidatos se juegan más que unas PASO en la Provincia de Buenos Aires
Desde el oficialismo buscarán que los últimos hechos de inseguridad y la situación económica no impacte de lleno en Kicillof. Juntos por el Cambio aspira a ser el frente más votado, que lo deje mejor posicionado en octubre y los libertarios apuestan al arrastre de Milei.
El mantra que se repite hasta el cansancio en todas las elecciones es que “la provincia de Buenos Aires es la madre de todas las batallas”, y negarlo sería tratar de tapar el sol con un dedo. El peso de sus más de 13 millones (13.110.768) de personas habilitadas para votar, repartidos en las ocho secciones electorales en las que se divide el territorio bonaerense, representan el 37,04% del padrón electoral nacional.
La concentración de votantes se da en las secciones más populosas del conurbano bonaerense como la Primera y la Tercera, con sus más de 9,6 millones de electores que representan el 61% del padrón de la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo/kirchnerismo supo cosechar los votos que le permitían ganar holgadamente las elecciones. En las legislativas de 2021 quedó al descubierto que ese enamoramiento se había quebrado.
En los últimos días, la sucesión espantosa de tres muertes violentas, en hechos de inseguridad en el conurbano bonaerense, encendieron todas las alarmas en los comandos de campaña de cómo podría reaccionar el electorado. Hasta el comienzo de semana veían un ausentismo similar al registrado en el resto de las elecciones provinciales de este año y un porcentaje importante de votos en blanco.
Los analistas políticos afirmaban que las PASO de este domingo pueden marcar un récord negativo de votantes desde el retorno de la democracia, dependiendo de cómo reaccione el electorado ante los últimos hechos de violencia. Podría darse un escenario catastrófico para un gobierno peronista en la provincia de Buenos Aires.
Si bien este domingo la ciudadanía elegirá quienes serán sus candidatos que en octubre buscarán alzarse con el preciado Sillón de Dardo Rocha, para gran parte del electorado y la política las PASO serán el equivalente a una primera vuelta. El frente electoral que resulte victorioso tiene grandes chances de gobernar la Provincia a partir del 10 de diciembre.
Veintitrés son los precandidatos, incluído Axel Kicillof, anotados que buscarán este domingo entrar en el lote de los que superen el piso del 1,5% de votos, establecidos por la ley electoral bonaerense. De los 23 precandidatos, solo 13 están enganchados a boletas nacionales, mientras que los 10 restantes van con boleta corta presentando listas en categorías provinciales. Según estadísticas más de la mitad quedaría fuera de competencia este domingo.
Solo dos frentes electorales tendrán internas en la categoría a gobernador. La disputa de Juntos por el Cambio es la que concentra todas las miradas; no solo porque se definirá entre Diego Santilli y Néstor Grindetti ,quien será el rival que enfrente a Kicillof en octubre, sino porque será determinante en la disputa entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
Un sector de analistas políticos afirma que quien gane la interna de Juntos por el Cambio en octubre se alzaría con la primera magistratura y además su candidato sería el próximo gobernador bonaerense; mientras que para otros en la provincia de Buenos Aires no está todo dicho y habría un final abierto, con el peronismo con serias chances de retener el poder.
La otra interna es la del Frente de Izquierda entre Rubén “El Pollo” Sobrero y Alejandro Bodart, que por más que en los papeles representen a una minoría no deja de ser interesante, podría restarle votos al oficialismo bonaerense de un sector de la izquierda que en 2019 apoyó la figura de Kicillof.
A última hora del domingo se sabrá si Juntos por el Cambio fue el frente más votado y quién es el ganador de la interna entre Grindetti y Santilli. Además, se podrá ver si los intendentes del peronismo jugaron (luego de que no les dejaran poner “su gente” en las listas) para el candidato de Unión por la Patria. Y si Javier Milei, como plantean algunos encuestadores un escenario de tres tercios, impulsa con sus votos la candidatura de Carolina Piparo.
Asimismo, sabremos si en la provincia de Buenos Aires se repite la tendencia hacia una baja participación y el crecimiento del voto en blanco. Por lo que los candidatos hicieron un llamado a la población para que este domingo vayan a votar.
Otro punto a tener en cuenta son los operativos de seducción de los candidatos para tratar de captar votos en tres nichos del padrón, que representan cerca del 25 % del electorado: los jubilados representan el 11,94% del padrón; los extranjeros solo pueden votar categorías provinciales y constituyen el 7,2% del electorado, y el votante joven sub-18 que es el 3,29% del padrón y no están obligados a votar.
Es por eso que oficialismo y oposición fueron orientando la campaña hacia esos nichos. El Gobierno bonaerense apuntó con diferentes slogans como “derecho al futuro” y “derecho al disfrute” y programas de gobierno como regalar viajes de egresados a estudiantes secundarios, para captar el voto sub 18.
En tanto, desde la oposición Diego Santilli prometió “más oportunidades” y Néstor Grindetti hizo foco en la educación. Por el lado de La Libertad Avanza, el mensaje a los sub-18 llega directo de Javier Milei.
En cuanto a los jubilados, recordemos que a partir de los 70 años no están obligados a votar, y en su gran mayoría se identifican con el discurso duro de Patricia Bullrich, por lo que su arrastre beneficiaria a Néstor Grindetti.
Por otra parte, el padrón de extranjeros en la provincia de Buenos Aires creció un 41% respecto de 2019. Estadísticamente, el voto extranjero es bajo y en su gran mayoría votan a oficialismos. Es por eso que desde el gobierno bonaerenses agilizaron en los municipios afines la entrega de DNI.
Las elecciones PASO de este domingo en la provincia de Buenos Aires son cruciales para los dos grandes frentes electorales. En Unión por la Patria se van a jugar a todo o nada para que Kicillof sea el candidato más votado y tenga chances de retener la provincia en octubre, apostando a que un crecimiento de la candidata libertaria le reste votos a la mayor coalición opositora y sea funcional al oficialismo. Mientras que en Juntos por el Cambio saben que con cualquiera de sus candidatos deben consolidar un triunfo en la provincia de Buenos Aires, que les garantice poder gobernar el país en caso de ganar las elecciones en octubre.