Cristina Fernández de Kirchner intentó marcar la cancha económica lejos del FMI

El mercado amanecerá el lunes sin ninguna certeza novedosa sobre el futuro político del Frente de Todos, pero con una advertencia difusa y peligrosa: la oposición de Cristina Fernández de Kirchner a firmar un nuevo acuerdo con el FMI en las actuales condiciones. Para peor, la vicepresidenta incluyó un eventual cláusula al exigirle al organismo algo que hoy es imposible de negociar: pagar la deuda atados a un porcentaje de las exportaciones.

Ese puede ser el resumen mas síntético que dejó el mensaje de la vicepresidenta ante una Plaza de Mayo convocada con la excusa de recordar los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al gobierno y que no tuvo mención alguna a que al mismo tiempo se celebra un aniversario de la patria. Sobre el escenario hubo mucho recuerdo del pasado con números confusos y difíciles de procesar para muchos, pero poco para pensar el futuro. 

Cristina reunió en el escenario una primera línea propia de la mas absoluta de las indefiniciones: Axel Kicillof, Eduardo "Wado" de Pedro, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Hubo que deponer, entonces, al menos por ahora,  toda pretensión de obtener algún dato sobre la estrategia electoral que seguirá Cristina antes de la definición de fórmulas en junio. Salvo por una mención aislada y que debe ser sometida a interpretaciones demasiado exhaustivas, como cuando explicó que en el 2015 no se había despedido definitivamente, recordando la plaza que se organizó el 9 de diciembre antes de dejar el mando.

El mensaje de Cristina fue directo. Como se menciona mas arriba, la vicepresidenta sabe que el acuerdo con el FMI que cerró Martín Guzman y que Sergio Massa fue renegociando en partes al flexibilizar metas, hoy esta técnicamente caído. Argentina esta negociando, entonces, un nuevo acuerdo casi completo. El país no pudo respetar las metas de emisión, acumulación de reservas en el Banco Central y parámetros de intervención en el mercado con bonos y dólares, que se habían fijado, ni tampoco alcanzó a cumplir con esas nuevas metas que había acordado Massa. Es en esos términos que hoy se negocian adelantos de los desembolsos que estaban pactados en los vencimientos fijados en ese acuerdo original. 

Desde el punto de vista electoral, ese ejercicio es imposible de "bancar" públicamente para el kirchnerismo, pero la presencia de Massa en el escenario, tan cerca de Cristina y del resto de los potenciales candidatos tambien le da un punto extra al mensaje. Es Massa quien primero viaja a China para lograr algún nuevo guiño desde la Cumbre de los Brics que sesionará allí y tambien quien sigue negociando en serio en Washington para lograr un entendimiento con el Fondo.

Para ser claros: la única noticia cierta y seria que espera todo el gobierno, incluyendo a Cristina y Massa, es el Ok del FMI para el desembolso. No existe otra novedad económica que pueda calmar temporariamente. el tembladeral de dólares e inflación que ataca cada mes con más fuerza. 

Así Cristina Fernández de Kirchner mencionó ayer cuatro ejes a tomar en cuenta para una mirada futura del país y el primero estuvo destinado al Fondo y a Massa: "Si no logramos que ese programa que el FMI impone a sus deudores sea dejado de lado y nos permita un programa propio de crecimiento va a ser imposible pagarlo. Unidad nacional frente a eso", le pidió a la clase política para luego sentenciar el verdadero pedido que hizo mas para la tribuna que para las oficinas del organismo en Washington: "El préstamo fue político y política tiene que ser la solución. Que lo aten a un porcentaje de exportaciones", dijo. 

Nada nuevo para cualquier funcionario del FMI que lleva años escuchando palabras de funcionarios argentinos y menos para Massa que deberá seguir negociando sobre una realidad que poco tiene que ver con los cánticos de hoy en la Plaza de Mayo.