El Dipy candidato: un viejo modelo de Carlos Menem reciclado por Javier Milei

Javier Milei pensará que la política y la gestión no tienen nada que ver. La convocatoria del cantante El Dipy como candidato a intendente en La Matanza por parte del anarco economista liberal es una prueba más que, a la hora de sumar visibilidad, todo vale, aunque los resultados finales sean desastrosos o se aproximen a eso.

Abundan los ejemplos en los que “famosos” y “populares” llegaron a lugares de altísima exposición y terminaron expulsados, se fueron asqueados o con penosas causas por corrupción.

Quien primero incorporó a la política a los “famosos” y a los artistas y cantantes fue, sin duda, Juan Domingo Perón. Y, más acá en el tiempo, quien lo potenció fue Carlos Menem. Dos ejemplos en los que, parece, Milei quiere parecerse a pesar que dice otra cosa.

Cuando nació el peronismo, a su fundador lo acompañaron cientos de artistas que creían en su cruzada revolucionaria. Sin embargo, con criterio, el general tres veces presidente de la Nación no le concedió a ninguno de ellos un cargo público, ni siquiera a su amigo Hugo del Carril, que lo inmortalizó con la Marcha Peronista.

Menem, recordado por muchas cosas, pero fundamentalmente por cuestiones exóticas, bochornosas y muchas deshonestas, incorporó a Daniel Scioli, Carlos Reutemmann, Juan Carlos Rousselot y Palito Ortega, entre otros. Estos últimos tuvieron que renunciar de sus mandatos como intendente de Morón y senador nacional por cuestiones de corrupción.

Scioli fue dos veces gobernador, pero antes cumplió con los rituales del peronismo menemista que lo ubicaba en listas para “ganar popularidad de los otros candidatos” o secretarías mínimas como las de Turismo, con el pretexto de que conocía el mundo con su actividad deportiva náutica.

Igualmente, su popularidad llegó tras un infortunado accidente en el que perdió un brazo y del cual se salvó de milagro. El más responsable de todos los nombrados fue, sin duda, el excorredor de Fórmula 1, quien gobernó Santa Fe con criterio y terminó yéndose sin estridencias luego de 20 años en la política y no descuidó ninguna de sus actividades privadas.

Más allá de algún intento por “farandulizar” las campañas, el kirchnerismo fue más que criterioso con la utilización de los “famosos” que adulan todos los días a Néstor y a Cristina Fernández de Kirchner. Sólo introdujo a una “estelar” en sus listas cuando, en 2009, para competir contra “alika alikate” de Francisco De Narváez puso a Nacha Guevara detrás de los candidatos testimoniales Kirchner, Scioli y Sergio Massa, iniciado en la campaña de Palito Ortega presidente que terminó siendo compañero de fórmula, en 1999, de Eduardo Duhalde.

Las firmas pueden seguir, y los ejemplos también. La escritora Martha Mercader fue llamada por el radicalismo en 1993 para encabezar su lista de diputados nacionales porteños. Sólo duró cuatro años y no quiso más.

Lamentablemente, los políticos “profesionales” han provocado la crisis que hoy tenemos. Pero en el medio surgieron y fueron “peores”, en promedio, los que con su fama fueron convocados como salvadores. Miguel Del Sel, por ejemplo, sólo alcanzó un momento de gloria política cuando casi gana Santa Fe y terminó, luego de esa derrota, diluyéndose hasta extinguirse.

En aquel primer macrismo también aparecieron los deportistas y vinculados con el fútbol como Hector Baldassi, Agustín Calleri, Eduardo "El Gato" Romero y Carlos Mac Allister, entre otros que entraron y salieron.

¿Querrá Milei repetir el “fenómeno” de Lidia Satragno, Pinky, en el mismo territorio que hoy nombró a El Dipy? Ella, en 1999, se fue a dormir siendo intendenta electa pero cuando se despertó había perdido.

Culta, formada, famosa, representaba una bocanada de aire fresco pero… ¿habría podido administrar el municipio más grande del país, con la mayor población y los peores índices de pobreza, narcotráfico y carencias estructurales del conurbano bonaerense? Muy poco probable. La Alianza jamás creyó que podía hacer el milagro de ganar ahí.

Ahora, la situación es diametralmente opuesta, y tras cuatro décadas de gobiernos peronistas, por primera vez la oposición puede dar un verdadero batazo político que puede diluirse con esta distracción artística.

El músico, que hace dos años coqueteó con Cambiemos pero luego no fue incorporado a ninguna lista, ahora tendrá una oportunidad con Milei. ¿Es necesario semejante nivel de improvisación para empezar a corregir las desigualdades y los enormes problemas que tiene La Matanza? ¿Es una buena señal del anarco libertario la incorporación de este tipo de figuras que son fenomenales en los suyos, opinan y se bancan sus opiniones pero que no tienen ninguna formación administrativa? La improvisación termina siendo el peor remedio para la frustración del atraso y la inseguridad.

Las mismas dudas que se plantean con El Dipy, que son certezas encubiertas, pueden tomarse con otros famosos que serán candidatos en lugares tan o más dramáticamente analizados como La Matanza. En Santa Fé, el Frente de Frentes, en representación de la UCR, lleva como una de sus principales candidatas a la actual senadora y ex periodista televisiva Carolina Losada para la gobernación.

Otro radical, también, sueña con otra alquimia. Que un nacido en Tandil, que vive en Palermo desde hace años, por el sólo hecho de ser abogado y mediático sea intendente en otra localidad del conurbano. Como El Dipy, Mauricio D'Alessandro es propuesto por el possismo en General San Martín. El único contacto que tiene con este distrito es que cuando era niño estudió en la escuela General San Martín de su ciudad natal, por el cual también fue electo diputado provincial por esa sección electoral luego de ser el abogado de los sindicatos vinculados con los juegos de azar.