Entrevista MDZ

Nicolás del Caño: "Uno de los lugares donde menos se le da importancia a la educación pública es Mendoza"

En diálogo con MDZ, el diputado nacional del Frente de Izquierda de los Trabajadores hizo mención a diversos temas relacionados a Mendoza, provincia en la cual supo tener protagonismo electoral en la última década.

Diego Gubinelli
Diego Gubinelli miércoles, 19 de abril de 2023 · 09:00 hs
Nicolás del Caño: "Uno de los lugares donde menos se le da importancia a la educación pública es Mendoza"
Nicolás Del Caño en la redacción de MDZ Online Foto: Maximiliano Ríos / MDZ

De cara a las elecciones presidenciales, el diputado nacional Nicolás del Caño es el compañero de fórmula de Myriam Bregman dentro del Frente de Izquierda de los Trabajadores Unidad (FITU). Más allá de su injerencia en cuestiones de su partido a nivel nacional, Del Caño tiene la particularidad de que antes de representar a la provincia de Buenos Aires en la Cámara baja , primero se desempeñó como diputado nacional por Mendoza (2013-2017), además de haber sido candidato a gobernador en 2011, candidato a intendente de la Ciudad de Mendoza en 2015 -obteniendo el segundo lugar- y aspirante a la Presidencia en 2015 y en 2019. En diálogo con MDZ, el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) se refirió a temáticas de índole provincial como, por ejemplo, el rol de su elegido para llegar a la Gobernación, la nueva alianza de Omar De Marchi, y la figura de Alfredo Cornejo dentro de Cambia Mendoza.

-¿Cómo te tiene este regreso a Mendoza? Un lugar que bien conocés...
- La verdad es que siempre que vengo a Mendoza hay una alegría muy grande, muchos recuerdos y muchas amistades. La situación que uno vive cotidianamente o que podemos observar en otras provincias que estamos recorriendo, también se vive en Mendoza, que es una provincia que tiene enormes recursos y enormes riquezas que contrastan con la realidad que viven sus trabajadoras y trabajadores. Me comentaba mi compañero Lautaro Jiménez, que es nuestro precandidato a gobernador -junto con Noelia Barbeito-, que estuvo muy de cerca acompañando y participando en la lucha de los trabajadores y trabajadoras vitivinícolas. Hace poco tiempo estuvimos reunidos con ellos, pero me comentaba que, a pesar de la gran pelea de las huelgas que se hicieron en el 2021, hoy por hoy sigue siendo todavía un salario de $80.000. O sea, lo que un trabajador vitivinícola en Mendoza y como sueldo inicial está debajo de la canasta de pobreza y casi en los límites de indigencia. Y trabajan todo el día en condiciones realmente de muchísima precariedad, en muchos casos.

Bueno, siempre me trae muchos los recuerdos esas luchas. También la pelea por el agua, donde Lautaro Jiménez hizo escuchar la voz de la izquierda dentro de la Legislatura. Recuerdo que fue realmente muy reconocido todo el planteo defendiendo 7.722 y denunciando ese pacto entre Alfredo Cornejo, Rodolfo Suarez y Anabel Fernández Sagasti, donde plantearon directamente permitir el uso de sustancias tóxicas, cianuro, etc., en la megaminería. Creo que esa lucha que dio el pueblo de Mendoza también fue un ejemplo. Cada vez que vas a una provincia se menciona mucho como una de las principales luchas socioambientales del país. Inclusive la de Chubut también tiene una historia en relación a Esquel hace mucho tiempo y recientemente, después de lo que sucedió aquí, también una fuerte movilización popular defendiendo el agua contra el avance de la megaminería. Parece que hay que destacar mucho eso porque se habla de la "Mendoza conservadora". Lo que también me llama muchísimo la atención es la lucha docente que siempre tuvo una presencia fuerte en Mendoza: la pelea de maestras y maestros. Pero en la última gran movilización, la última huelga, se plegaron las familias: madres y padres que dijeron "bueno, no vamos a mandar a los pibes a la escuela". Fue algo que se habló mucho. En los medios de comunicación nacionales quizás no se comentó, pero sí para uno que permanentemente está en contacto con distintos sectores docentes de todo el país fue algo que se valoró muchísimo porque se vio la identificación de muchos trabajadores en la provincia con lo que pasaba con los docentes.

- Regresaste ahora -aunque me imagino que también has venido en otras épocas-, ¿pero qué se siente saber que en 2015, cuando tenías un poco más de protagonismo en la provincia, que hoy ya no haya representación en la Legislatura por parte de la izquierda. ¿Cómo lo evalúas? ¿Qué pasó en el medio?
- Si bien nuestros compañeros y compañeras hacen escuchar su voz en las calles, en las peleas, en las luchas, en los espacios de distintos medios que nos dan lugar, bueno, obviamente hay una voz que no se está escuchando en la Legislatura y en la provincia con la misma fuerza. Que permitiría, por ejemplo, saber este contraste de salario de $80.000 de trabajadores vitivinícolas con lo que se aumentaron las dietas los legisladores de la provincia que van a llegar a $800.000 en unos meses. Diez veces más que lo que gana cualquier trabajador vitivinícola de la provincia. Entonces, me parece que obviamente en todas estas luchas que nombrábamos antes hay presencia de los legisladores. Noelia (Barbeito) ha participado en la lucha de las mujeres, que también han sido movilizaciones multitudinarias en Mendoza contra la violencia machista. Esa participación queremos que vuelva a estar con mayor presencia y mayor fuerza. Creo que obviamente hubo sectores que pensaron en otras terceras fuerzas y que hoy están defraudados. El caso de Protectora, por ejemplo, que terminó siendo una bolsa de gatos con gente que fue para distintos lugares y que pensaba lo contrario uno del otro. Con su referente se mostró que no era una fuerza independiente. José Luis Ramón hoy es del Frente de Todos. Entonces no es una tercera fuerza porque, en realidad, se trata de una política alternativa, más allá de que, obviamente, nosotros apostamos a ganar la mayor fuerza posible, pero porque es una necesidad. 

Hoy en Argentina vos tenés las propuestas que hace el Frente de Todos. (Sergio) Massa lleva adelante un ajuste brutal: dólar agro o dólar Malbec. Todo eso, aparte, tiene un costo fiscal enorme porque muchas veces los liberales dicen "la maquinita y el gasto del Estado". Sí 300 mil millones de pesos que le dan por este dólar agro lo paga el pueblo trabajador con impuestos al consumo y demás. Pero vos ves todo eso y la situación que están padeciendo los trabajadores y tenés al FdT aplicando este ajuste. En Juntos por el Cambio dice Larreta que en 100 horas va a aplicar medidas de reforma laboral. Bueno, que mire un poco lo que pasa en Francia, ¿no? Emmanuel Macron está enfrentando huelgas durísimas de los trabajadores y la juventud por la reforma previsional. Ahí, obviamente, es un detonante de muchos otros problemas estructurales. Y por otro lado está Javier Milei, que dice que hay dolarizar la economía. Lo que no dice -o esconde- es que para aplicar una medida de esas características, economistas que son opuestos a nuestra idea como Alfonso Prat Gay, dicen que eso implicaría una devaluación de 2.500%. Entonces, si hoy no te alcanza para llegar a fin de mes, imaginate eso.

- Te desempeñaste como diputado nacional por Mendoza y, actualmente, lo sos por la provincia de Buenos Aires. Esa transición siempre fue una curiosidad para el electorado. ¿Alguna vez te lo recriminaron? ¿Cómo lo explicarías?
- Creo que mucha gente fue comprendiendo que, en su momento, desde Mendoza logramos tener un apoyo de sectores que quizás tradicionalmente no apoyaban a la izquierda, sobre todo en la juventud. Jóvenes trabajadores, como en mi caso, que antes de ser diputado trabajé en call centers, vendiendo ropa, de administrativo en bodegas, etc. Y bueno, esto que le pasa a los trabajadores es algo por lo que mucha gente quizás se sintió identificada. Con nuestras propuestas y con nuestras candidaturas en ese momento. Logramos cruzar la frontera del voto tradicional a la izquierda. En ese momento nosotros dijimos "queremos que esto se exprese en todo el país, ¿por qué no llevamos esta voz y esto que está pasando en Mendoza a otros lugares? No se dio la coincidencia con el otro sector del FIT. Tuvimos la interna del 2015 con Jorge Altamira, que nosotros terminamos ganando, y que casi que obligó a una responsabilidad mayor. Yo creo que a mucha gente en el primer momento le entusiasmó o vio algo positivo. Además, nosotros no somos una fuerza personalista, digamos.

Todo eso fue gracias a ponerle el hombro y hacer una militancia a pulmón, como la que seguimos haciendo. Hoy nos toca a nosotros como puesto de lucha una banca (en el Congreso), pero también hay muchas compañeras y compañeros, como se demostró en Mendoza. Yo tuve que asumir esa responsabilidad y estuvieron Lautaro Giménez, que hoy es nuestro precandidato a gobernador, junto a Noelia Barbeito, que fue también candidata. Asumieron un papel importantísimo de poder que la izquierda, que tiene un punto de referencia a pesar de haber perdido la representación parlamentaria en la provincia, para asumir esa responsabilidad participando en todas estas peleas y estas luchas, construyendo una fuerza política alternativa, más allá de que en una elección te puede ir mejor y en otra te puede ir peor. Pero nosotros asumimos que necesitamos construir una gran fuerza política de los trabajadores y las trabajadoras, de la juventud y de las mujeres porque es la única perspectiva. La única salida en última instancia es esa: que toda esa lucha social de la que hablábamos antes, que se dio en nuestra provincia y que se da permanentemente, cada tanto surgen grandes movilizaciones, grandes fenómenos de lucha, pueda tener una correlación política en una fuerza que pueda resolver esas demandas. Necesitamos una fuerza de laburantes e imponer en última instancia con esa fuerza un gobierno de la clase trabajadora y de los sectores populares.

- Fuiste candidato a intendente de la Ciudad de Mendoza en 2015. ¿Qué recordás de esa experiencia ocho años después?
- Fue una experiencia nueva en ese momento porque nosotros salimos segundo en esa elección en la Ciudad, ganándole al peronismo. Entonces, recuerdo recorrer la ciudad, pero -particularmente- recuerdo cómo, charlando con vecinos del barrio San Martín o La Favorita, cómo surgía mucho el problema habitacional, además del problema de la precarización del empleo y de vivir hacinados.

- ¿Y pensás que ha mejorado eso?
- Yo creo que no. Justamente es un problema que se vivía en la Ciudad y lo veías en toda la provincia, obviamente, y en el país. No sólo no mejoró, sino que se agravó. En todos los lugares que uno puede recorrer tenés familias que no tienen donde vivir. Bueno, la pandemia lo mostró de forma brutal con familias que no podían seguir pagando el alquiler porque se trabaja de manera informal y no podés salir a hacer el dinero con el que ibas a vivir ese día y al día siguiente. Imaginate lo de pagar alquiler si no tenés para comer... Fuimos a apoyar a todos esos sectores de laburantes de los más precarios. Recuerdo mucho eso porque se privilegia la construcción de los countries o se le da peso a la especulación inmobiliaria y no a la construcción de las viviendas populares que tanto se necesitan.

- Cambia Mendoza gobierna desde el 2015 en la provincia. ¿Cómo calificarías a la figura política de Alfredo Cornejo, que tanto protagonismo tiene hoy en la actualidad?
- Cornejo parece más un sheriff. Creo que lo dijo mi compañera Noelia Barbeito en una campaña y fue muy acertada. Dijo que tendría que presentarse para comisario porque todo el tiempo tiene su discurso de mano dura y se ha mostrado que eso no resuelve los problemas estructurales que tiene la provincia de Mendoza. Eso lo sufren las mayorías populares y las mayorías trabajadoras. No se han resuelto. De hecho, uno de los lugares donde el salario docente es más bajo y donde menos se le da importancia a la educación pública es Mendoza, pero no porque sus trabajadoras y trabajadores no tengan un esfuerzo denodado todos los días por sostener lo que es la educación pública. Porque también allí la crisis social repercute muchísimo en las escuelas y los docentes tienen que cargar con esa crisis con una enorme responsabilidad, además de su tarea de educar. Me parece que Cornejo, además, es completamente autoritario. Hablan de republicanismo y, sin embargo, persiguen y criminalizan a quienes salen a pelear, como sucedió con los compañeros del Polo Obrero hace unas semanas, y pone a los jueces a dedo. A nosotros nos criticaban en su momento porque no entrábamos en ese juego de la bolilla que sacaban de los jueces y no entrábamos a la votación secreta. Queremos que a los jueces los elija el pueblo de manera directa, que se sepa quiénes son, que sean revocables y ganen lo mismo que un laburante. No que sean esas componendas secretas. Tiene todos los jueces a disposición de lo que él dice. El verso de la independencia y la división de poderes, creo que está más que claro que es solo eso: un verso.

- ¿Pensás que en cuanto a imagen llega debilitado a un posible segundo mandato?
- Es prematuro. Tiene una ventaja, que es que el peronismo ha sido cómplice de muchas de las medidas que ha llevado adelante el Gobierno. Lo mencionaba anteriormente con este pacto entre Fernández Sagasti, Suarez y Cornejo para avanzar sobre la ley 7.722, pero después ha habido muchas leyes y presupuestos que se lo han votado los intendentes y los sectores del PJ. También La Cámpora. Y también tiene otra ventaja de lo que es el peronismo a nivel nacional, que está gobernando y que no cumplió sus promesas, sino todo lo contrario. No sólo las incumplió, sino que en vez de favorecer a los jubilados, favoreció a los bancos. Se hizo al revés de lo que había planteado. Entonces me parece que su imagen puede estar deteriorada en algunos sectores, pero después tiene esa ventaja. Aunque ahora tiene una crisis en su alianza.

- ¿Tenés alguna opinión formada respecto al conflicto que enfrenta a Cambia Mendoza con Omar De Marchi?
- Mirá, se dicen muchas cosas. Por ejemplo, muchos de los sectores del PRO ligados a Patricia Bullrich y a Mauricio Macri lo sindican a De Marchi como nombre de Larreta, y que esta jugada contra Cornejo tiene que ver con ir con la posible alianza de Cornejo con Patricia Bullrich, ¿no? Puede que tenga que ver con eso o con aspiraciones personales de De Marchi. Y también que quiere hacer su juego propio, tratando de ocupar una vacancia con esta crisis que tiene el peronismo en Mendoza desde el 2015. Lo que ha hecho en el Gobierno en el Gobierno nacional ha decepcionado a muchos que pensaban que iba a quedar atrás el ajuste de Macri.

- Y respecto a la precandidatura de Lautaro Jiménez, ningún partido le escapa a las internas, ya sea a nivel nacional o a nivel provincial. Está Víctor Dávila como otro de los precandidatos para ser mandatario provincial. ¿Cómo ves esta disputa? ¿Es sana?
- Nosotros apostamos a la unidad y, de hecho, con los compañeros del MST junto al PTS, hemos hecho una lista común. En la elección del 2021 ellos hicieron una lista distinta. Es decir, lo que nos une a nosotros es un programa que en las ideas fundamentales y eso se viene comprobando ya en 2011. Son 12 años de existencia del FIT. Entonces una paso dentro del Frente de Izquierda está bien. Son formas de que los compañeros evalúen esta situación. Nosotros creemos que con Lautaro (Jiménez), no solamente por su papel como parlamentario, sino estando siendo parte de cada una de estas luchas y estas peleas del pueblo trabajador, y con Noelia, que tiene ganado un enorme lugar como vocera de la izquierda en la provincia, que se plantee una renovación donde vaya este otro compañero, en el caso de Lautaro, y al mismo tiempo Noelia esté acompañando, es buenísimo. Nosotros, el PTS, confiamos plenamente en poder llegar con mucha fuerza a miles de trabajadores y de jóvenes en la provincia. Y, obviamente, combatir las falsas alternativas. Frente a esta crisis de los partidos tradicionales emerge la discusión alrededor de los libertarios, que son los viejos liberales.

Hay que hacerle conocer a muchos jóvenes que quizás no vivieron lo que sí vivimos otros en los 90' de Los ídolos de Javier Milei, que son Carlos Menem, Domingo Cavallo, etc., intentaron avanzar en la privatización de la salud, de la educación pública. Descentralizaron la salud y la educación cuando fue la provincialización, la ley federal de Educación, la ley superior en su momento en la universidad... O sea, quieren privatizar la educación, la salud, terminar con el sistema público jubilatorio, que no está bien hoy, pero la solución no es el régimen de capitalización. Pasa que Milei era jefe de Máxima, una de las AFJP más conocidas en aquel momento, que estafaron a los jubilados y a las jubiladas. Chile es una muestra de que eso es un robo directamente y por eso estalló la revuelta el 2019. Y acá la cercanía te permite conocer un poco más y saber que los adultos mayores se suicidaban para no ser una carga para su familia porque no les alcanzaba ni para los remedios. Entonces eso desencadenó esa enorme movilización y revuelta de todo el pueblo y de la juventud.

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