Elecciones 2023

Neuquén y Río Negro: cinco lecciones nacionales de triunfos bien provinciales

Rolo Figueroa y Alberto Weretilneck consiguieron victorias que solo pueden ser explicadas por factores locales. Sin embargo, hay movimientos de los votantes que ya están siendo observados por los equipos presidenciales.

Gabriel Ziblat
Gabriel Ziblat lunes, 17 de abril de 2023 · 00:36 hs
Neuquén y Río Negro: cinco lecciones nacionales de triunfos bien provinciales
Rolando Figueroa dio el batacazo y destronó al oficialismo luego de 60 años en el poder Foto: Télam

Neuquén y Río Negro abrieron este domingo el cronograma de elecciones a gobernadores que irán calentando el panorama de cara a las primarias presidenciales del 13 de agosto. El batacazo de Rolo Figueroa en la primera y el triunfo de Alberto Weretilneck en la segunda tienen explicaciones que solo se pueden entender en clave local, sin embargo, dejaron lecciones que empezarán a ser tomadas en cuenta desde los comandos nacionales.

Ni el Frente de Todos ni Juntos por el Cambio pueden sacar conclusiones alentadoras de los resultados ya que no fueron los protagonistas de la jornada. En Neuquén, el PRO celebra que ganó el candidato que apoyaron, aunque también el Movimiento Evita o el Frente Grande eran parte del armado que llevó a Figueroa a la Gobernación. Mucho peor le fue al radicalismo y la Coalición Cívica, ya que Pablo Cervi apenas arañó el 4% de los votos. El panorama es más difícil para el kirchnerismo ya que su candidato, Ramón Rioseco, sacó el 13% de los votos, justo la mitad de lo que había conseguido en la última elección en 2019, cuando también fue candidato. 

En Río Negro, también hay sectores de ambas coaliciones que celebran, ya que el radicalismo (a pesar de que tuvo disidencias internas) y La Cámpora terminaron aliados dentro del paraguas que ofrecía la candidatura de Weretilneck. El candidato del PRO, con apoyos de Elisa Carrió y de sectores de la UCR, logró un claro segundo puesto, con casi el 25% de los votos, cuando 4 años atrás, siendo Cambiemos, apenas habían sacado el 6%. Poco para celebrar. Y menos para el kirchnerismo, que quedó dividido en diferentes opciones que quedaron lejos de la pelea.

A pesar de los triunfos provinciales, hay diferentes ejes que servirán para los análisis nacionales, sobre todo en lo que tiene que ver con lo más difícil de anticipar: el comportamiento de los votantes. El desempeño de los oficialismos, el nivel de participación, el corrimiento de electores buscando un voto útil, el factor Milei y la boleta única electrónica, son factores que ya comenzaron a ser parte de las conversaciones políticas después del primer domingo electoral.

Oficialismos complicados

El recuento de los votos en Neuquén y Río Negro dan cuenta de desempeños pobres de los oficialismos. Está a la vista en la primera, donde el Movimiento Popular Neuquino (MPN) sufrió una derrota histórica y perdió el poder después de seis décadas. En 2019 habían ganado con el 40% de los votos y ahora el candidato Marcos Koopman se quedó en el 33%. Caída de siete puntos que algunos podrán imputar al quiebre en el MPN con la salida de Figueroa, pero que también puede ser tomado como una señal de cambio que estaba pidiendo la sociedad neuquina.

En Río Negro, sin embargo, también hay una señal de advertencia para el oficialista Juntos Somos Río Negro, que terminó ganando la elección con “apenas” el 41% de los votos. En las tres elecciones anteriores que ganó JSRN siempre superó el 50%. En 2019, Arabela Carreras fue electa gobernadora con el 53%. Una caída de 12 puntos porcentuales que se dispersaron en otras listas o que no fueron a votar.

Weretilneck ganó cómodo pero perdió más de 10 puntos.

Alerta por la participación

Cómo iba a responder la ciudadanía a una nueva jornada democrática era una de las preguntas que pululaban en el ambiente en la previa a la elección. Es que en 2021, en las legislativas, quedó en claro que hubo un desgaste y que había caído la participación en diferentes partes del país. Con el agravamiento de la crisis económica, esa vuelve a ser una preocupación.

En Río Negro, esa señal de alerta se encendió durante la jornada, cuando había registros que hablaban de una participación muy baja. Con el 91% escrutado, el sitio oficial del escrutinio provisorio daba cuenta de un 66,5% de participación sobre los 589 mil rionegrinos que estaban habilitados. Una caída importante respecto a 2019, cuando en la elección de gobernador se llegó al 74%. Ya en las nacionales de 2021 había caído al 71%.

En Neuquén también se registró una caída, aunque menos marcada que en Río Negro. Votó el 76% del padrón, que es el mismo porcentaje de las legislativas de hace dos años. En comparación con la de gobernador de 2019, en cambio, cayó dos puntos.

Macri fue uno de los que apoyó a Figueroa. También el Movimiento Evita.

El voto útil

Si bien la participación no terminó siendo un factor en Neuquén, sobre todo también porque se había polarizado la elección, lo que terminó sucediendo es que hubo mucho corrimiento de votantes hacia la opción que más le garantizaba un triunfo.

Mientras la elección se estaba desarrollando, un analista neuquino le explicaba a MDZ el impacto del apoyo de Mauricio Macri a Figueroa. Según su opinión, es algo que “no gravitó” pero que “la división de JxC le sirvió para captar voto útil de la clase media, sobre todo en la capital”. Y en el mismo sentido, puso la mirada en los votantes del kirchnerista Rioseco. “Sus votos no son MPN, por lo que si logra conservar un caudal importante eso perjudica a Figueroa, pero si pierde está claro que van a él buscando una opción de cambio”, analizó, anticipando lo que finalmente ocurriría.

Tanto Rioseco como Cervi, en esta lógica, fueron víctimas de un voto útil que canalizó Figueroa como opción para destronar al MPN de los Sapag. El interrogante nacional estará puesto en cuál va a ser el objetivo del votante: ¿evitar otro triunfo kirchnerista o frenar el ascenso al poder de un opositor? Es la pregunta que van a intentar ir revelando estos meses en los equipos de campaña para buscar ser los canalizadores o evitar ser las víctimas.

Los candidatos de Milei no llegaron al 10%.

El cuco Milei

Javier Milei viene transformándose en centro de atención de todo el mundo político y empresarial ante su consolidación en las encuestas, al punto tal de que para muchos dejó de ser descabellada la posibilidad de que logre ingresar en un ballottage. Sin embargo, uno de sus puntos débiles sigue siendo el armado nacional: en las últimas semanas bajó a candidatos a gobernador en diversas provincias por los magros resultados que se veían en las encuestas. En Córdoba, por ejemplo, distrito donde él está bien posicionado, ninguno de sus referentes logra consolidarse.

Neuquén y Río Negro no fueron la excepción y en el búnker de La Libertad Avanza hubieran esperado otros resultados. Sobre todo porque son provincias donde el propio diputado fue a hacer campaña y fue recibido por una importante muchedumbre. Tanto Carlos Eguía como Ariel Rivero no consiguieron llegar al 10% de los votos en Neuquén y Río Negro, respectivamente. Con el apoyo de Milei solo no es suficiente. Con él en la boleta otro puede ser el resultado.

La BUE terminó siendo un factor en la capital neuquina.

La boleta electrónica

A nivel porteño, además, ya se está hablando de cómo puede impactar la Boleta Única Electrónica en los resultados de las PASO del 13 de agosto, luego de la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de convocar a elecciones concurrentes. Es que en Neuquén se utilizó ese sistema y demostró cómo se corta el arrastre que ante se lograba con la lista sábana. 

En la capital neuquina, por ejemplo, estaba puesta la expectativa en cómo iba a lograr traccionar el intendente local del MPN al candidato propio a la Gobernación. La complicación estaba en que ni siquiera tenían la opción de promover el voto por “Lista completa”, porque en una pantalla quedaban la listas provinciales y después en otra las municipales. 

Así fue como Mariano Gaido, del MPN, logró su reelección con el 42% (contra el 23% del candidato de Figueroa), pero a nivel provincial, Koopman apenas llegó al 29%, contra el 36% del hombre victorioso de la jornada.

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