Opinión

La Argentina y el hartazgo: el estado de ánimo en año electoral

En julio de 2022, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires elaboró un informe sobre el estado de ánimo de los argentinos. Las palabras que más se repitieron en el estudio fueron incertidumbre, desesperanza, tristeza y hartazgo.

Elisa Trotta Gamus martes, 11 de abril de 2023 · 20:00 hs
La Argentina y el hartazgo: el estado de ánimo en año electoral
Es necesario que el gobierno reconozca la gravedad de la situación. Foto: Gentileza: mdzol.com

En julio de 2022, el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires elaboró un informe sobre el estado de ánimo de los argentinos. Las palabras que más se repitieron en el estudio fueron incertidumbre, desesperanza, tristeza y hartazgo.

Para ese momento, según dicho estudio, el 74% de los argentinos creía que la crisis económica tendría efectos negativos muy profundos y duraderos en su vida personal, el 72% pensaba que no podría realizar los proyectos de vida personal/familiar que tenía hasta antes de la crisis y para el 66% su salud mental estaba “mucho o algo peor” que antes de la crisis económica. En el estrato de clase social “muy baja-baja” el porcentaje llegaba a 76%.

Comienzo escribiendo sobre este estudio porque fue hecho seis meses antes de que, en la Argentina, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), más de 18 millones de personas comenzaran a ser pobres, llegando a la terrorífica cifra de 39,2%. Una cifra que se hace todavía más dramática si la llevamos a los niños menores de 14 años: 54,5%.
Es la debacle del presente, pero también el oscuro panorama del futuro. Y, además, es la confirmación de que este modelo que ya va por su cuarto gobierno, no sirve.

No es correcto. Literalmente es “pan para hoy y hambre para mañana”, mientras unos pocos se hacen millonarios con el dinero de todos, creando como hace muchos años escribió Milovan Ðilas, su propia “nueva clase”. Una que hizo como por arte de magia (sí, sabemos que magia no fue) que un empleado bancario pasara a ser dueño de 415 mil hectáreas, ¡20 veces la ciudad de Buenos Aires! 

A los bonaerenses los están matando, robando y amedrentando. Foto: Blogspot.

Si ya la ciudadanía tenía tantos sentimientos negativos, con un panorama todavía más difícil la situación solo puede empeorar. Solo puede empeorar cuando ve que su gobierno nacional (o el provincial en Santa Fe y Buenos Aires) descuida la seguridad. Solo puede empeorar si ve que la economía sigue en picada. Solo puede empeorar si escucha a su presidente y lo único seguro es que no hay rumbo. Solo puede empeorar si, a más de tres años de gobierno (y los mismos que gobernaron 16 de los últimos 20), lo único que tienen para decir son excusas y, apelando al manual del populista, responsabilizar a otros.

Vivir en un lugar donde la violencia, la falta de recursos y la incertidumbre son la norma, genera que la desesperación y el hartazgo sea lo común. Y es por eso que los ciudadanos no desean escuchar el “cómo lo harán”, sino ver que lo hagan, mucho más si viene de aquellos que hoy son gobierno. De nada vale que un ministro de Seguridad llegue en helicóptero como figura de acción televisiva si a los bonaerenses los están matando, robando, secuestrando y amedrentando. Hagan su trabajo en silencio, pero háganlo.

La población de un país que se encuentra en estas circunstancias tiene derecho a sentirse frustrada y cansada. Los argentinos hemos aguantado durante mucho tiempo, esperando que el gobierno tome medidas efectivas para resolver los problemas que les afectan. Pero, lamentablemente, esos que venían a “poner a la Argentina de pie” han fallado en su responsabilidad de garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. Es necesario que el gobierno reconozca la gravedad de la situación y tome medidas
urgentes para solucionar los problemas que afectan a su población. Hasta el 10 de diciembre de este año son ellos quienes deben responder.

La población de un país que se encuentra en estas circunstancias tiene derecho a sentirse frustrada y cansada. Foto: AARP.

Son ellos quienes deben planificar. Son ellos quienes deben gobernar. El hartazgo de los argentinos que vivimos afectados por la inseguridad, la pobreza y la falta de soluciones por parte del gobierno es comprensible y justificado. Pero desde la misma política es que debe salir la solución. Hay que exigir ya, a quienes están en el poder, y hay que buscarla, pronto, hablando en las urnas.

* Elisa Trotta Gamus / Defensora de derechos humanos y miembro fundadora del Foro Argentino por la Democracia en la Región (FADER)

Es necesario que el gobierno reconozca la gravedad de la situación.
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