Arde la interna

Gabriela Cerruti, aislada e incómoda con la llegada de Agustín Rossi

La portavoz oficial pelea con la prensa y le genera problemas a Alberto Fernández, quien la considera una amiga hace años. Mala relación con sus compañeros de trabajo y destrato a periodistas acreditados en Casa Rosada. Agustín Rossi se hará cargo de las declaraciones oficiales.

Pedro Paulin
Pedro Paulin sábado, 18 de febrero de 2023 · 07:02 hs
Gabriela Cerruti, aislada e incómoda con la llegada de Agustín Rossi
Foto: Télam

Todos saben en el Gobierno que la única razón por la que Gabriela Cerruti sigue en su cargo es por el expreso sostén que tiene de Alberto Fernández, quien a pesar de los problemas cada siete días, cuando se da la conferencia de prensa de la portavoz oficial, cree que debe seguir en su cargo. Las malas formas y la pedantería no son novedad, pero sí la postura que tomó cuando Juan Manzur decidió no hablar con los medios y avanzó Cerruti. Ahora la situación cambió y Agustín Rossi la acorraló sin saber. 

"Habla en nombre de ella, nunca entendió que su rol es representar el pensamiento de un Gobierno, o en todo caso de un Presidente, a nadie le importa qué piensa ella sobre algo", le cuenta un funcionario que camina hace años con Alberto Fernández a MDZ. Lo cierto es que las chicanas y faltas de respeto constantes a la prensa pusieron a Cerruti al borde de la salida ya varias veces. El Presidente sabe que la portavoz logra incluso que él tenga que dar explicaciones por ella, pero desconociendo la importancia de la comunicación política y sus consecuencias para la gestión, la sostiene en el cargo.

Agustín Rossi llegó con un estilo propio, y por si quedaran dudas, desembarcó con tres entrevistas que sirvieron para que la autora de las biografías de Carlos Menem y Mauricio Macri entendiera que su rol ahora quedará acotado a comunicar, y que se acabaron los discursos que generaron únicamente ruidos y empeoraron sustancialmente la relación entre el Presidente y los medios de comunicación. 

Dueña de un estilo nervioso y ambivalente, Cerruti perdió la velocidad y el estilo que cosechó hace cuarenta años atrás cuando, junto a Nancy Pazos y otras colegas mujeres, marcaban un estilo atrevido y picante. Con casi sesenta años, Cerruti empezó a perder la esgrima verbal que la había caracterizado y pasó a generar inconvenientes, como el que tuvo con Juan Pablo Peralta, periodista acreditado al que mandó a "buscar precios, lo están estafando Peralta", sonrió Cerruti mientras integra el Gobierno con más inflación desde la hiperinflación, que generó el fin adelantado de un gobierno democrático.

El último problema fue el caso de Lucio Dupuy, que no generó opiniones ni condolencias por parte de la portavoz, y fue el Presidente -por recomendación externa- quien llamó al abuelo Ramón Dupuy y metió el proyecto en las sesiones extraordinarias. Así entonces, Rossi es probable que encarne un estilo frontal, en línea directa con Alberto Fernández y sin vínculo con la periodista y empresaria gastronómica.

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