Interna en el FdT

Por ahora, sólo los asados salvan las reuniones del kirchnerismo camporista

Como una metáfora del futuro del gobierno y del Frente de Todos, la foto en la que intendentes, ministros, Kicillof y Máximo compartieron en Merlo, no se tomó hasta que más de una hora después del inicio del asado apareció Sergio Massa, que duda en ser candidato, al igual que haber asistido ayer.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 1 de febrero de 2023 · 20:05 hs
Por ahora, sólo los asados salvan las reuniones del kirchnerismo camporista
Foto: Télam

“El asado estuvo buenísimo. Después, todos tenemos en claro que trabajaremos para impedir la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner y también dejamos en claro que en la provincia de Buenos Aires, más allá de las diferencias que podamos tener, estamos embarcados en un objetivo común. Esperemos que en el Gobierno nacional también entiendan esto”, fue la primera frase que dijo uno de los participantes del encuentro entre una docena de intendentes, ministros del Gobierno nacional y provincial, el gobernador Axel Kicillof y la reaparición formal de Máximo Kirchner luego de más de un mes de profundo silencio.

Nuevamente, el mensaje directo fue. La provincia de Buenos Aires es una cosa, la Nación otra. "Sí, esto es así, sin orden no se puede conseguir nada. El tema es quién ordena", consignó uno de los comensales que se mantuvo en silencio, como la mayoría.

"Todos dicen que van a hacer algo y luego no hacen nada. Alberto iba a echar a Wado y no lo echó. Massa no iba a ir y terminó yendo. Guzmán estaba haciendo todo mal pero el dólar hace seis meses estaba $251 y ahora $380. Nadie contesta esto", dijo alguien que ya se hartó de estar harto. 

Otro de los que también estuvo por La Colonial, en Merlo, antigua sede elegida por Raúl Othacéhe y ahora continuada por quien le ganó la interna de hace ocho años, Gustavo Menéndez, se sorprendió que ninguno de los intendentes haya abierto la boca ni opinado nada.

Si bien no hay categorías, suele pasar que los más experimentados siempre dicen algo más que los más novatos o aquellos que no suelen participar habitualmente de este tipo de encuentros. Pero nadie quería desentonar ni pelearse con algún presente. Las diferencias, más allá de la foto, siguen existiendo y son más que profundas.

Casi todos los asistentes estuvieron antes de las 20 y solo se sacó la foto cuando Sergio Massa llegó, pasadas las 21. Él jamás lo dijo, pero dejaron trascender que no tenía muchas ganas de participar. Si bien el presidente Alberto Fernández se había quejado que no lo habían invitado, sin saber que la reunión tenía el sentido de mandarle un nuevo mensaje, el ministro de Economía terminó siendo uno de los tres que hablaron en la ocasión.

Nuevamente Massa dijo que la situación económica es complicada, ratificó que no será candidato presidencial por más que varios de los que ahí estaban lo habían dejado trascender tras algunos encuentros a solas que mantuvieron con él. Y todos los presentes se comprometieron en apoyar su trabajo más allá de las diferencias que algunos, como el gobernador o el casi mudo Máximo Kirchner, podría tener y exponer.

Si bien trató de ser una muestra potente, en la que estuvo, inclusive, el casi desterrado Julio Zamora, de Tigre, en permanente conflicto con Massa y con su aliado Máximo Kirchner, y Morón participó con dos representantes, el intendente Lucas Ghi y el presidente del partido Nuevo Ecuentro, Martín Sabbatella, hubo varios ausentes que en otras ocasiones hubieran interrumpido sus descansos o pedir un par de días de plazo para confirmar su presencia.

Alberto Descalzo, Juan José Mussi, Julio Pereyra, Andrés Watson, Mario Ishii, que suelen participar de este tipo de encuentros, no estuvieron. Tampoco la dupla matancera de Fernando Espinoza, el intendente, y Verónica Maggario, la vicegobernadora. Ambos están incómodos por cómo Martín Insaurralde queda como el operador máximo y de Máximo Kirchner. Por supuesto tampoco se los vio a quienes se reunieron el viernes por más de dos horas, en Hurlingham, el local Juan Zabaleta y su par de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

Lejos de ahí, a casi quinientos kilómetros de distancia, un importante dirigente gremial avalaba la foto aunque exigía algo extraño en él. La unidad de todos. Proponía que estuvieran los gobernadores y ya tenía un candidato en mente: Wado De Pedro.

“Cristina será candidata a senadora. Por eso todos empiezan a decir que está proscripta. Pero ella es la que tiene los votos. Y ahora no se los va a prestar a nadie”, por eso sostiene que será el ministro de Interior el que terminará siendo candidato. “Y el gringo Schiaretti su compañero de fórmula”, se entusiasma. Casi en una nueva etapa, hasta le habilitó su especial agenda de medios y referentes periodísticos para que “lo conozcan mejor” a su nuevo candidato.

De diferente manera, la unidad es la palabra mágica, aunque para esto no sepan dónde poner al presidente de la Nación ni a nadie que pretenda hacer una interna partidaria. De eso no se puede hablar.

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