PERFIL

Suarez deja el poder: luces y sombras del hombre que "trabajó" de gobernador

El gobernador Rodolfo Suarez deja el cargo el próximo 9 de diciembre. Llegó con mucho apoyo y recibió dos golpes duros. La impronta "light", sus relaciones y quiénes ganaron en su gobierno.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 2 de diciembre de 2023 · 10:41 hs
Suarez deja el poder: luces y sombras del hombre que "trabajó" de gobernador
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Diciembre de 2019. Había miles de personas en la calle, corridas, la policía tratando de contener y también represión. Pero el impacto más grande fue íntimo: mensajes amenazantes hacia él y su familia. A pocos días de haber llegado al poder como uno de los gobernadores con mayor respaldo, Rodolfo Suarez estaba en shock, como probablemente le hubiera ocurrido a cualquiera. El intento de modificación de la ley 7722 para impulsar la minería, algo que había prometido en campaña, le aflojaba las patas de su poder y lo obligaba a retroceder. Un condicionamiento inesperado.

Las protestas en contra de la minería condicionaron el inicio de la gestión de Suarez. 

Marzo de 2020. Rodolfo Suarez está detrás de su computadora, con un pequeño grupo de comunicadores. Esboza algunas ideas en un mundo nuevo, desconocido e incierto. “Tenemos que esperar”, decía. Una pandemia había parado el mundo, literalmente. Y gran parte de las decisiones se trasladaron al Gobierno nacional. Miedo, incertidumbre y también intuición. Suarez queda obligado a darle un nuevo reenfoque a la gestión. Una ministra de Turismo que se transforma en jefa de logística, planes de obras que se abortan para derivar recursos y algunas medidas que hubieran sido imposibles en otro contexto, como congelar el sueldo de los estatales. A pocos meses de asumir, tendría otro condicionante que, en realidad, sería la oportunidad de renacer políticamente.

La pandemia cambió los planes y la vida de todos. 

Rodolfo Suarez llegó a ser gobernador gracias a un crecimiento político vertiginoso y virtudes de relacionamiento únicas, pues se llevaba bien con dos enemigos que tenían una bronca irreconciliable entre ellos, como Viti Fayad y Alfredo Cornejo, que lo ungieron como heredero de la intendencia de Capital primero y la gobernación luego. Le toco gobernar en situaciones inéditas y, tras la pandemia, dejó correr el tiempo hasta diciembre de 2023. Su impronta fue la de un político que regula la intensidad y su equipo reprodujo esa velocidad crucero para ejercer la función pública. La idea caribeña de regular el trabajo con el descanso tuvo en la gestión una adaptación montañesa que también generó polémicas.

En su haber tiene algunos logros que son tangibles y trascendentes. La decisión de tener impronta propia en la pandemia, de abrir la economía, moderar el cierre de las escuelas y permitir circular tuvo un impacto muy importante que solo se hace visible al comparar con otras provincias. Otro de los hechos trascendentes de Suarez es la boleta única como herramienta de votación. Ese cambio es mucho más profundo que algo operativo y Suarez lo impuso aún con los reparos internos. El otro dato relevante es que es el único gobernador de Mendoza que se manifestó abiertamente opositor al gobierno nacional, aún con sus matices políticos. Ni siquiera Alfredo Cornejo se dice abiertamente opositor de Javier Milei, a quien intenta seducir antes de que ambos asuman. Suarez no tuvo nunca un gesto de adhesión a Alberto Fernández y también pagó las consecuencias. Otra idea que mantuvo y hasta propuso poner en la Constitución es la obligatoriedad de tener equilibrio fiscal para evitar sobresaltos como los que Mendoza ya vivió.

Suarez y Alberto Fernández, opositores y socios en IMPSA.

Suarez tiene como bandera discursiva repetir que es un hombre común que trabaja de gobernador, una frase que tiene un rasgo de humildad importante, pero también un error conceptual que algunas veces lo hizo tropezar. El Gobernador no es un hombre común, pues tiene que tener cuidados, pudores y distancias especiales en la forma de relacionarse con otros factores de poder, algo que Suarez supo caminar en el límite.

Algo de trabajo en el cuarto piso de Casa de Gobierno, recepciones en la residencia de Pescarmona; mucho pádel en Ciudad, clases de tenis, viajes relámpago para disfrutar de recitales, también vacaciones familiares en medio de algunas tormentas. Suarez trató de evitar privaciones mientras ejerció el cargo.  

Mendoza tiene algunos de los peores indicadores sociales de su historia, con 6 de cada 10 niños viviendo en hogares en los que no les alcanzan los recursos para comer, educarse, vestirse y tener recreación como corresponde. También es la provincia con salarios más bajos, aún a pesar del dinamismo económico que la caracteriza. Gran parte de esa realidad es porque arrastre de una realidad nacional que el Gobierno de Suarez no supo, ni pudo esquivar.

Suarez deja un legado curioso. Es de los mandatarios que más recursos tuvo, pero de los que menos obras ejecutó. Por precaución en algunos casos y por impericia en otros. El hito más grande es el fracaso de Portezuelo del Viento, una obra que venía mal cuajada desde la licitación y a la que le pusieron freno recién cuando ya era imposible de defender. Suarez evitó firmar un contrato que sería escandalosamente nocivo para Mendoza y con eso salvó las cuentas, aunque se perdieron 4 años. Detrás hay una estructura que el propio Suarez pondera, aún cuando no se le conocen éxitos a favor de la provincia.

Se trata de la madeja de empresas, organismos y sobre todo funcionarios que tienen a cargo las obras y recursos energéticos de la provincia. Son los mismos que armaron los pliego de Portezuelo del Viento, que fracasó, de El Baqueano, que difícilmente se concrete, los que se vincularon con empresas locales que se convirtieron en altamente nocivas y que también crearon nuevas empresas estatales. Emesa, Impulsa Mendoza, Potasio Río Colorado, las vinculaciones con Distrocuyo, Hierro Indio y otras intervenciones estatales que puertas afuera son vistas como nocivas. Pronto ese mismo grupo deberá enfrentar el posible derrumbe de IMPSA.

En la industria minera el Gobernador logró impulsar finalmente proyectos que por ahora tienen un valor testimonial y hasta dependieron de anabólicos estatales para funcionar, como es el caso de Hierro Indio. En la actividad petrolera, que está en decadencia en Mendoza, Suarez pudo destrabar los conflictos con YPF, pero no amplió en su gestión ese universo: la Provincia sigue siendo altamente dependiente de la petrolera estatal. Aunque Vaca Muerta es muy mencionado, en 4 años solo se logró un proyecto piloto que empezará la etapa de fractura el mes que viene.

Levrino, uno de los incondicionales.

En áreas estratégicas como educación y seguridad, Suarez muestra resultados ambiguos. Estadísticas positivas, que no se reflejan con el mismo matiz en la calle. En seguridad, por ejemplo, el Gobernador resalta las estadísticas favorables por la disminución de delitos gravísimos como los homicidios, mientras reconoce que crecen otros que tienen impacto en la vida cotidiana, como el robo. Como sea, a su ministro Raúl Levrino lo sostuvo y lo defiende. Otra impronta: Suarez tiene una lealtad enorme, que trasciende lo objetivamente medible. Por eso no hizo cambios en su gabinete, salvo los obligados cuando algún funcionario fue electo para algún cargo.

En educación Mendoza logró más reconocimientos externos que propios por la política de alfabetización y de impulso a la lectura. Antes y, sobre todo, después de la pandemia el impacto en el alcance de la educación y la calidad fueron enormes. Por eso por ahora se conforman con objetivos que parecen humildes pero en el contexto son grandes. La gran deuda de Suarez y Thomas tiene que ver con le infraestructura. Abrieron antes las escuelas, pero sin bancos, con paredes rotas y casi sin escuelas nuevas. Hay barriadas gigantes que fueron censadas por primera vez en 20222 y que no tienen una escuela. Raro para una provincia que hace alarde de tener muchos recursos ahorrados.

En el gobierno de Suarez hay ganadores por fuera de la política. Los socios de EDEMSA, por ejemplo, consiguieron beneficios enormes y ampliaron con autorización la matriz de negocios gracias al arrastre de malas gestiones políticas anteriores y la firma de Suarez. Los concesionarios de los casinos fueron otros de los grandes ganadores, pues lograron ampliar ese negocio con las salas de juego físicas y también virtuales. Lo mismo lograron algunos concesionarios, como los “dueños” del perilago de Potrerillos, con CEOSA a la cabeza, que tendrán 5 décadas de concesiones, los concesionarios de la Terminal y también otras empresas vinculadas a los negocios con el Estado.

Aunque asegura que “su trabajo” de gobernador termina, la tarea política no. Le gustó la idea de ser candidato a vicepresidente y se quedó con un sabor amargo. Ahora será senador nacional y, por el contexto, difícilmente podrá bajar el perfil.

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