Ganadores y perdedores de la noche más rara de la historia moderna
Mauricio Macri se consolidó como armador y será protagonista del Gobierno. Sergio Massa, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, perdedores sin retorno en el corto plazo. El factor Milei.
La noche más rara, en la que ni Sergio Massa, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner querían pensar. Donde no cabían más anomalías, el Conurbano traicionó al peronismo y entre cordobeses y santafecinos hicieron a Javier Milei presidente. Una campaña impecable de Sergio Massa, que logró incluso esconder a la dupla gobernante que restaba votos, no quedó acción por llevar a cabo, no hubo estímulo a pesar del desastre fiscal por aportar, no quedó nada por hacer. Los perdedores y ganadores de una noche que parte la historia moderna, en la que un economista fanático de ideas liberales que hacía crecer el rating a donde pasaba, treinta meses después dirigirá los destinos de 48 millones de argentinos por cuatro años.
Ganadores
Javier Milei: partió la historia moderna en dos. Creó una nueva forma de hacer política desde mensajes a través de las redes sociales y logró que los votos de los más jóvenes se impongan. Llenó plazas en el interior con chicos que se arrimaron a escuchar teoría económica mientras la mala política apostó al clientelismo y los acuerdos de estructura sin escuchar la militancia. Desarrolló un estoicismo que le permitió derrotar a la unidad peronista y a la de Juntos por el Cambio, a la que logró someter políticamente, fragmentarla e incorporarla en dosis justas de dureza conservadora y liberalismo.

Mauricio Macri: el expresidente se encargó de condicionar primero a Horacio Rodríguez Larreta y después consolidar la cordialidad con Javier Milei para robustecer su aparato. Evitó la hemorragia del voto duro amarillo y se ganó el lugar de "mentor" de Javier Milei, a quien aconsejó y logró acercar dirigentes de su entera confianza para el armado de la fiscalización. Su vieja rivalidad con Cristina Kirchner quedó resuelta: es el ganador de una pulseada que nació casi veinte años atrás. Logró reunir lo que consideraba lo mejor del PRO y el radicalismo y se "sacó de encima los lastres" que necesitaba para desmarcarse y posicionar la marca dura dentro de un esquema liberal renovador.

Jorge Macri: se quedó con el ministerio de Gobierno porteño cuando faltaba política en la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y le imprimió su propia impronta. Se arriesgó a la interna de Juntos por el Cambio y le dio el golpe final al sueño de Martín Lousteau, lo que le permitió a su primo inflar el pecho y llevar a cabo las reformas internas en Juntos por el Cambio. Será entonces el jefe de Gobierno con gestión y territorialidad que permita relanzar el PRO con nuevas reglas y buena relación con Javier Milei. Miradas encontradas en temas de Seguridad, Justicia, piqueteros y estado dinámico. Sus aspiraciones nacionales, intactas.

Axel Kicillof: sostuvo la tensión con La Cámpora pero sin que se rompa, la equidistancia con Sergio Massa y la lejanía con la promiscua corrupción de Martín Insaurralde y su causa por lavado de dinero. Logró la reelección con crisis económica y rebelión de intendentes con fuego ajeno y amigo. Es el heredero de la marca de Cristina Kirchner, tiene menos de cincuenta años y tendrá la territorialidad y la gestión que no Sergio Massa.

Perdedores
Cristina Kirchner: No quedó error por cometer, después de la pésima decisión de poner a Alberto Fernández y pelearse a los seis meses, reeditó su espacio con cambio de nombre sin efecto. Sergio Massa siguió siendo enemigo en el silencio y no hizo campaña con ella, a quien le aclaró que no debía estar presente por piantavotos. No logró cicatrizar las heridas de La Cámpora con Axel Kicillof y perdió Santa Cruz e internas en provincia de Buenos Aires donde apostó fuerte. Con casi 71 años, sin fueros ni cargos electivos, le espera el llano en un peronismo que busca renovarse con Sergio Massa derrotado y un frente judicial difícil de dimensionar.

Horacio Rodríguez Larreta: se peleó con Mauricio Macri y no supo reconciliar con sus integrantes de peso. Quedó aislado con Gerardo Morales, otro perdedor que no supo arrimar votos en la interna con Patricia Bullrich. Tras las PASO se acercaron a Sergio Massa por debajo de la mesa y fracasaron en su intento, apoyaron con dirigentes menores la candidatura del ministro de Economía y volvieron a perder. La Ciudad quedó en manos de Jorge Macri, a quien "traicionó" con el sistema de elecciones concurrentes y pagará con la deserción de distintos dirigentes de su entorno. Ahora deberá enfrentar el llano sin gestión ni recursos, enemistado con Mauricio Macri y lejos del poder nacional, con el cual tuvo su peor enfrentamiento siempre por ser considerado "comunista" por Javier Milei.

Alberto Fernández: tuvo su apogeo con la pandemia, pudo "terminar" con Cristina Kirchner cuando su imagen positiva orillaba el 80% pero no tuvo liderazgo ni personalidad para llevarlo adelante. La pedantería lo traicionó más de una vez, juró que la foto de Olivos no iba a tener repercusión y se equivocó, juró que ganaban las legislativas y se equivocó, y se fue arrinconando con sus colaboradores más estrechos hasta la soledad incluso de su novia y madre de su hijo. No construyó "albertismo" ni territorialidad, no consolidó la liga de gobernadores y su plan económico fue un desastre con el proceso inflacionario más alto en casi 35 años.
Sergio Massa: le puso el cuerpo a la campaña más dura de su vida. Logró un resultado muy por debajo de lo esperado, la traición del Conurbano en Buenos Aires confirmó la defunción de su proyecto político y pidió licencia en el ministerio de Economía. No logró retener Tigre, perdió de nuevo y la coalición de unidad nacional que propuso no tuvo pregnancia. Llevó adelante una campaña impecable desde lo comunicacional, pero defendiendo un modelo basado en emisión monetaria y aumento del déficit fiscal, incumpliendo con el Fondo Monetario Internacional.
UCR: el partido volvió al llano tras una colección de errores y alianzas sin cauce. Gerardo Morales enfrentó el fuego amigo sin éxito, rompió lanzas con Mauricio Macri y se alió sin éxito con Horacio rodríguez Larreta. Su figura quedó desdibujada en la UCR y deberán volver a rumbear tras haber desertado en Buenos Aires y el país. Martín Lousteau, Gerardo Morales como mascarones de proa de un partido que no supo renovarse y deberá volver a las bases, sino corre riesgo de volver a ser el apéndice del peronismo o una fuerza conservadora, como con la Alianza.

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