El triunfo de Javier Milei reconfigura el esquema de poder en Mendoza
El triunfo del candidato de La Libertad Avanza genera un sismo en la vida política mendocina. Se empodera el PD y cientos de peronistas perderán sus cargos.
El contundente triunfo de Javier Milei genera muchas interrogantes respecto al futuro del país. Sobre todo, la cintura política que deberá demostrar el presidente libertario para poder llevar adelante las reformas que prometió en campaña. Pero más allá de eso, para la política mendocina significa un terremoto de dimensiones considerables. El peronismo se queda sin la palanca nacional y el PD vuelve a cobrar peso propio en la vida política provincial.
La sangría peronista que genera el triunfo de Javier Milei es notable. Cientos de mendocinos que tenían cargos en el infinito organigrama del gobierno nacional se quedarán sin sus títulos rimbombantes. Funcionarios de primera, segunda y tercera línea que deberán volver al llano o buscar refugio en alguno de los siete departamentos que gobierna el PJ en la provincia.
Guillermo Carmona (Ministerio de Defensa), Marcelo Costa (Banco Nación), Jorge Tanús (BICE), Carlos Gallo (Anses), Martín Sevilla (PAMI), Guillermo Elizalde (Enacom), Javier Espina (Turismo), son algunos de los peronistas de renombre que caen en desgracia.
Mientras tanto, el PD no solo toma fuerza en Mendoza por contar con dos diputados nacionales. El triunfo de Milei le abre la puerta a figuras como Carlos Balter para incidir en el armado del nuevo presidente de la nación. Al fin de cuentas, el Partido Demócrata fue clave para que Milei pudiera competir como candidato. Le dieron la estructura y eso los deja en un lugar de privilegio.
Para el gobierno provincial de Alfredo Cornejo también representará un desafío gestionar con un presidente impredecible. La aproximación de Patricia Bullrich y Mauricio Macri servirían para allanar ese camino y a eso se suma el hecho de que Milei no tiene gobernadores propios. Es decir, necesitará apoyarse en mandatarios provinciales y Cornejo se perfila como un posible aliado. Otro dirigente radical mendocino que queda expectante es Luis Petri, que junto a Bullrich fue de los primeros en respaldar la candidatura del libertario como el único cambio posible.
Por último, los intendentes del PJ pierden el flujo de fondos con el que contaron en los últimos cuatro años. Desde la Casa Rosada llegaban funcionarios a anunciar obras con dinero bajo el brazo. Ese resorte lo pierden y eso los deja en una posición vulnerable a la hora de plantear discusiones al gobierno provincial. No es lo mismo pelear en soledad que contar con el respaldo del Estado nacional.
El resultado electoral sacudió el tablero y las fichas han quedado esparcidas de forma desordenada. Habrá que esperar que pase el tiempo para observar cómo comienza a reconfigurarse.