El verano de Larreta, la nueva jugada de Jorge Macri y el rearmado de la seguridad 2023

El verano llegó. Para todos. Y en particular para Horacio Rodríguez Larreta, quien inició el fin de semana pasado un raid de reuniones con tres días recorriendo Córdoba, la tierra de todo el país donde Cambiemos sacó más votos, en porcentaje. Con un trasfondo cultural – festivales y fiestas locales, más obras teatrales y culturales – con el ministro de Cultura porteño Enrique Avogadro como armador de agendas, Larreta disfrutó de la distensión que impone el nuevo marco de su campaña de “cercanía”.

Se lo vio con el Chaqueño Palavecino, con sombrero folclorero incluido, y también estuvo con la Mona Jiménez, a quien ya había visitado el año pasado y cuyo hijo fue el nexo principal con Avogadro.  En ese marco, la campaña continuará en otros destinos, desde Corrientes, pasando por Entre Ríos y Santa Fe en las próximas semanas.

Paralelamente en la Ciudad, el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, logró encausar el vínculo con el jefe de Gobierno tras la bronca que había despertado el año pasado con su foto con Patricia Bullrich. Días ajetreados para él: el precandidato por la sucesión en la Ciudad fue uno de los pocos que pudo participar de todo el periplo que su primo Mauricio organizó por Mar del Plata con dos charlas y una cena íntima con empresarios el jueves por la noche.

Pero antes de viajar a la costa, tuvo otra foto con el jefe de Gobierno: juntos recorrieron el municipio de Vicente López donde su mano derecha, la intendenta interina Soledad Martínez, encarará la campaña para ser elegida intendenta PRO este año. Allí el ministro de Gobierno porteño estuvo con Larreta y Diego Santilli, con quien compartió después el viaje a Mar del Plata para escuchar al ex jefe de Estado.

Los cuatro caminaron por el centro de Munro y visitaron las piletas recientemente inauguradas del Campo Municipal de Deportes 1, donde continúan las obras de renovación en vestuarios, gimnasios y SUMs, según se informó oficialmente.

“Nos une la pasión por transformar realidades, mejorar el día a día y mejorarles la vida a los vecinos, desde el metro cuadrado, que tiene que ver con esto: renovar una plaza, un polideportivo, una vereda, a los grandes temas nacionales, como qué país queremos tener”, dijo ese día Jorge Macri.

Su plan porteño sigue adelante. Incluso, fue uno de los que, a viva voz, se opuso a que Marcelo D´Alessandro, el ministro de Seguridad en uso de licencia, sea apartado por 90 días de su cargo tras el hackeo de su celular y la difusión de supuestos chats con empresarios y un asesor del presidente de la Corte Suprema. Con todo, el ministro de Gobierno continúa con la idea de ser el único candidato del PRO en la Ciudad y se prepara para competir contra el senador radical Martín Lousteau, quien acumula fotos con Larreta pero ningún compromiso de acuerdo más que las condiciones de competencia.

Con todo, en los primeros sondeos de opinión pública que aparecieron Macri aparece primero entre las opciones del PRO, seguido por Fernán Quirós – cuya campaña recién comenzará a visualizarse el mes próximo -, luego Soledad Acuña, la ministra de Educación (quien se tomará varias semanas tras haber sido madre por tercera vez), y finalmente el vicejefe porteño, Emmanuel Ferrario, quien en febrero también lanzará su campaña de manera más ostensible.  

Esta ventaja de Macri también marca que, sumado, el PRO está en condiciones de darle su tercera derrota a Lousteau en territorio porteño. En 2015 perdió, por poco margen, con Larreta, en 2017 quedó relegado ante la boleta de Elisa Carrió, y recién en 2019 pudo arrogarse una victoria con todo JxC detrás de él y en una fórmula para el Senado junto a la larretista Guadalupe Tagliaferri.

Eso sí, por lo bajo, el senador se pasó el segundo semestre de 2022 arengando a funcionarios porteños de que él encarnaba una “continuidad” más grande que la de Macri. “Jorge los va a echar a todos si llega”, se lo escuchó decir.

De todas formas, todas las cartas no están sobre la mesa. Siquiera están las fórmulas. Aunque, dada la excelente relación que hoy tiene el ministro de Gobierno porteño con Néstor Grindetti y su jefe de Gabinete, Diego Kravetz, no sería extraño que Acuña termine en la boleta. Una ecuación política solo a nivel de hipótesis hoy.

Paralelamente, la licencia de Marcelo D´Alessandro, quien descansa en Costa Esmeralda con su familia, supuso un arduo trabajo para el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, quien encaró el rearmado del área. Con la idea de fortalecer el equipo que armó D´Alessandro decidió ascender a Elizabeth Camaño, la subsecretaria de Seguridad y funcionaria de máxima confianza del ministro, a Secretaria y a la vez aprovechar los ascensos que se dieron estas semanas en la Policía de la Ciudad. Además, habrá tres áreas de comunicación: la política, con Miguel y el secretario de Asuntos Públicos, Waldo Wolff; la netamente policial (con los jefes de la fuerza) y otra de gestión con Camaño.

Por lo pronto D´Alessandro encarará su defensa jurídica desde febrero. Gana terreno en el larretismo la idea de que en abril vuelva a su cargo. Un dato que adeptos en el gabinete, en buena parte del círculo rojo judicial y empresarial, y en la mente del propio Larreta.