Opinión

Los argumentos económicos, políticos y sociales de por qué eliminar las PASO

Las PASO fueron creadas por la ley 27.571 en diciembre de 2009. La primera vez que se aplicaron fueron en las elecciones nacionales del 2011.

Juan Pablo Chiesa
Juan Pablo Chiesa lunes, 26 de septiembre de 2022 · 15:00 hs
Los argumentos económicos, políticos y sociales de por qué eliminar las PASO
Para lograr derogar la ley que las creo se necesitan de la cámara baja 129 votos.

En la actualidad, de los 24 distritos del país, solo 8 distritos mantienen vigentes el mecanismo de las primarias. Cada vez es más resonante la eliminación general de la ley que les dio vida. Algunas posiciones dentro del oficialismo están de acuerdo de eliminar las PASO, pero para las elecciones de medio término del 2025, no así paras las próximas nacionales del 2023. Para lograr derogar la ley que las creo se necesitan de la cámara baja 129 votos. El oficialismo contaría con 119 votos y rosquearía los 10 restantes con los bloques de la izquierda, los votos del cordobés Juan Schiaretti, en última instancia, lo 4 votos de los liberales.

Pero veamos cuales son a mi entender, las 3 explicaciones por el cual, se deben eliminar las Primarias. Si bien el primer factor determinante para eliminar las PASO es el económico, no puedo dejar de marcar el ingrediente social y político. El presupuesto 2023 que el ministro de Economía, Sergio Massa, envió al congreso contempla una partida de 55 mil millones de pesos en los comicios 2023. Esta partida se reparte en 33 mil millones de pesos en las PASO y 22 mil millones de pesos en las generales. Acá está el elemento más importante para eliminarlas.

Eliminar las PASO, debe ser parte de una reforma política que comprenda, la eliminación también de todos los mecanismos tramposos, como
las colectoras, sumatorias de votos y otras variantes;

El gasto que representan las Primarias es muy característico en un país con el 50% de la población pobre, una asistencia social a 20 millones de argentinos e índices de precios inflacionarios del 100% anual. Destinar 33 mil millones de pesos en sectores de extrema urgencia alimentaria, habitacional, sanitaria, entre otros, es más importante, significativo y lógico que usarlos en un mecanismo de sondeo o disputa de que político mide más o menos para ganar las elecciones generales. El factor social y más que nada, “fastidio y anti practico”, es movilizar a 30 millones de personas para elegir entre candidatos y listas de los mismos espacios políticos donde el único beneficiado es el ego de los precandidatos que no tienen la dignidad de resolver sus mediciones a puertas cerradas y ponerse de acuerdo para ofrecerle a la sociedad un líder que sea un ejemplo para la República Argentina..

Y no puedo dejar de lado el tercer factor, el político. Lo más graves es que las estructuras políticas chicas que no supera el umbral mínimo de 1,5% en dos elecciones consecutivas, pierden la personería jurídica y caduca el partido. Los partidos grandes, es sencillo conseguir un umbral mínimo de 1.5%, (que ya lo tienen) sino que su preocupación es demostrar quién mide más dentro de una super estructura. Mientras esto sucede, los partidos políticos medios y los chicos (vecinales) que somos, a veces, quienes pensamos y nos ocupamos de hacer la política para hacerle fácil la vida a la gente, no solo tenemos la preocupación financiera, monetaria y social que acarrea una campaña electoral, sino que se suma a nuestras preocupaciones esquivar el piso mínimo requerido del 1.5% de los votos válidos emitidos que es muy difícil de afrontar frente a las megas estructurales políticas partidarias.

Eliminar las PASO, a su vez, debe ser parte de una reforma política que comprenda, entre otras cosas, la eliminación también de todos los mecanismos tramposos, como las colectoras, sumatorias de votos y otras variantes; eliminar el piso minino para que
todos los partidos políticos tengan acceso a la representación parlamentaria en la Cámara de Diputados, entre otras reformas que sí se deberían implementar y terminar con los pisos antidemocráticos que se usan como causales de caducidad de las personerías políticas partidarias

Juan Pablo Chiesa es abogado especializado en Empleo y Políticas Públicas, escritor, docente y Presidente de Aptitud Renovadora.

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