Preocupación

Tensión social: el Gobierno da marcha atrás con el recorte de planes para sostener la paz en la calle

El temor a perder el control en las calles frente a la protesta social se cruza con los intentos de ajuste de Sergio Massa. Se aleja, nuevamente, la chance racionalizar la distribución indiscriminada de planes sociales.

Pedro Paulin
Pedro Paulin sábado, 10 de septiembre de 2022 · 07:03 hs
Tensión social: el Gobierno da marcha atrás con el recorte de planes para sostener la paz en la calle
Foto: Télam

ARTÍCULO 1o.- Establécese que la percepción del incentivo otorgado a la población destinataria del “PROGRAMA DE RESPALDO A ESTUDIANTES ARGENTINOS” (PROGRESAR), creado por el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 84 del 23 de enero de 2014 resulta compatible con el ingreso y la permanencia de los mismos como titulares en el “PROGRAMA NACIONAL DE INCLUSIÓN SOCIO-PRODUCTIVA Y DESARROLLO LOCAL “POTENCIAR TRABAJO” y la percepción del Salario Social Complementario a partir del 1° de agosto de 2022.

De esta forma, el Gobierno formalizó una situación que venían advirtiendo y que genera pánico en el poder oficial: perder el control de la calle. Días atrás, cuando Sergio Massa asumió como fronting del ajuste que Silvina Batakis no pensaba hacer pero que había comenzado Martín Guzmán, en la Casa Rosada se empezó a poner la lupa en la tensión social. Van a permitir que quienes estudian y cobran becas, cobren el Potenciar Trabajo, uno de los diversos planes sociales que el Gobierno sostiene como parte de la gobernabilidad.

La economía todavía no crece como quiere, pero hay datos de empleo que alientan y lo tuvieron exultante estos días a Alberto Fernández: en relación con el nivel prepandemia, allá por febrero de 2020, 22 provincias ya tienen los mismos niveles de empleo. Entre las que tuvieron mejor desempeño se encuentran Tierra del Fuego (+18,4%), Catamarca (+15,4%), Formosa (+12,2%), La Rioja (+8,9%), Chaco (+7,5%), San Juan (+7,5%), y Misiones (+7,3%), en el otro extremo de la tabla, Mendoza (-0,1%) y Tucumán (-0,7%) que todavía no empardaron los valores de febrero 2020. El dólar soja y el endeudamiento que pueda conseguir del BID Sergio Massa, los dos elementos basales del plan económico venidero para los próximos 60 días. Así se vive la política de corto plazo hoy.

Los intendentes le cuentan con informes semanales al gobernador Axel Kicilloff el pulso social de las intendencias y es el temor al estallido el único factor que tuvo como mérito el sindicalista Walter Correa para desembarcar en el ministerio de Trabajo bonaerense. Su relación con los empresarios no es buena: ni que hablar en la UIA, desde que Correa llamó a la “banda de Funes de Rioja, que se dejen de joder”. Kicillof y su viejo desafío de apagar incendios contratando piromaníacos. 

En los despachos de la ciudad de La Plata son conscientes de que lo que eran políticas sociales mutaron a políticas de gobernabilidad: no se puede suspender el envío de ninguna beca, plan o asistencia porque “la calle no da para más”, como le dijo un intendente del Conurbano a este medio. Los intendentes sienten que cualquier catalizador, hasta el más mínimo, puede generar un desastre. “Es importante cumplir con todo, con los plazos, si hace falta reforzar, todo, no estamos en condiciones de recortar un peso porque no sabemos qué puede pasar”.

Juan Zabaleta, quien no contesta las preguntas de este medio, hace lo que está a su alcance. Sabe que Sergio Massa es quien tiene la palabra final ahora, pero está en constante contacto con organizaciones sociales afines al gobierno, sabe cómo está el nivel de enojo de los más pobres y es consciente de que, más allá de la diatriba beligerante de la desdibujada Gabriela Cerrutti, la marcha social económica del Gobierno es mala. 

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