Opinión

El síntoma que debe preocupar a Suarez y no solo a Suarez

Este martes la mayoría de las escuelas de Mendoza estuvieron paralizadas. Hubo filas en los hospitales y miles de personas marcharon por el centro reclamando aumentos salariales. Sube la temperatura del termómetro social con una inflación que no deja de crecer.

Mariano Bustos
Mariano Bustos miércoles, 27 de julio de 2022 · 07:06 hs
El síntoma que debe preocupar a Suarez y no solo a Suarez
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Un punto de quiebre se vivió este martes en la provincia de Mendoza. Después de años, un paro de trabajadores estatales paralizó la atención pública. Una imagen similar a la que se veía durante el gobierno de Francisco Pérez con Raquel Blas e Isabel Del Pópolo a la cabeza. Este martes las escuelas prácticamente no funcionaron y hubo serias complicaciones en hospitales públicos y privados. Atrás quedó el efecto paralizante del ítem aula de Alfredo Cornejo y, a pesar del impacto en sus sueldos, miles de maestros decidieron no ir a trabajar. Pero lo que desde el peronismo destacan como una marcha contra Rodolfo Suarez debe servir como indicador del termómetro social y el hartazgo colectivo en un país donde el sueldo cada vez rinde menos.

En Mendoza los salarios estatales están atrasados. Luego de dos años de acuerdos paritarios con cláusula gatillo, en el año 2020 el gobierno no le dio aumento a los empleados públicos escudándose en la pandemia. Ahora, como consecuencia de ello, la radiografía nacional muestra que los salarios de docentes mendocinos están entre los más bajos del país. Y lo mismo ocurre con los profesionales de la salud, muchos de los cuales hace tiempo arman las valijas y se van de Mendoza.

Pero ese problema se agrava por un factor puntual: el ritmo vertiginoso de la inflación. El gobierno nacional no logra controlarla y ya hay estimaciones privadas que anticipan una inflación de tres dígitos para el 2022. Dentro de pocos días termina el mes de julio y se espera un índice cercano a los 8 puntos. El sueldo no rinde y los aumentos acordados en marzo quedaron desactualizados. A esta velocidad, el acuerdo que se logre en las nuevas paritarias corre riesgo de quedar desfasado en pocos meses.

Esa realidad excede a Suarez y su gobierno. Lo que está pasando hoy en Mendoza puede ocurrir mañana en Buenos Aires, San Juan o CABA. La situación se está tornando insostenible.

Hace una semana los movimientos sociales marcharon en diferentes puntos del país criticando al presidente Alberto Fernández  por el hambre que pasan millones de argentinos. Esta semana los estatales mendocinos reclamaron en la calle exigiendo aumentos a Rodolfo Suarez. El motivo es el mismo y el error de los políticos es creer que son reclamos contra un dirigente puntual. "La marcha es contra Rodolfo Suarez", destacó el senador del Frente de Todos Lucas Ilardo sin querer ver que la protesta va más allá del gobernador.

No hay dudas que Suarez es responsable del atraso salarial por la falta de aumentos en el 2020. Está claro que fue una decisión de la gestión radical y ahora se ven las consecuencias. Pero la masividad de la protesta solo se puede entender si se observa la imagen completa. La gente está harta porque la situación es asfixiante.

Eso explica por qué al diputado provincial José Luis Ramón, integrante del Frente de Todos y aliado del peronismo, también lo insultaron en la movilización. Es hora de que los políticos dejen de dividir aguas entre radicales, peronistas, etc y entiendan que son todos responsables de la situación en la que está Argentina. 

 

Hoy por hoy las marchas no son exclusivamente contra un gobierno o gobernante.Lo que torna tan frágil la situación es que existe un malestar social producto de una crisis económica que golpea a todos por igual. No distingue partidos políticos.

Estatales mendocinos que militan en el radicalismo sufren el mismo atraso salarial que los dirigentes gremiales del peronismo. Argentinos que votaron a Alberto Fernández padecen la misma angustia a la hora de ir al supermercado que los que querían que Mauricio Macri ganara las últimas elecciones. Los médicos, los docentes, los estatales y los asalariados que adhirieron al reclamo no lo hicieron para criticar a un dirigente en particular. Protestaron porque la situación es crítica y el sueldo ya no alcanza.

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