Cambio de concesión

Los motivos del cierre del Casino de Mendoza por tiempo indeterminado

La sede central ubicada en Avenida San Martín y Brasil de Ciudad, dejó de operar esta medianoche a raíz del reemplazo de las máquinas tragamonedas entre la empresa concesionaria saliente y la nueva adjudicataria. El Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) dio detalles de la situación.

Gianni Pierobon
Gianni Pierobon sábado, 23 de julio de 2022 · 13:30 hs
Los motivos del cierre del Casino de Mendoza por tiempo indeterminado
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

La sede central del Casino de Mendoza cerró por tiempo indeterminado a última hora de este viernes. La suspensión de las actividades se debe al vencimiento de la concesión para la prestación del servicio de tragamonedas de la empresa Mendoza Central Entretenimiento (MCE SA). El Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) intimó a la firma a retirar las máquinas del edificio ubicado en Avenida San Martín y Brasil, para que instale sus propios equipos la nueva adjudicataria Traylon, empresa vinculada al empresario kirchnerista Cristóbal López.

Hace un mes, el Gobierno de Mendoza adjudicó la licitación del Casino Central por 10 años a Traylon, empresa que era propiedad de López y que quedó en manos de su exsocio, Ricardo Benedicto. Se trata de la sala de juegos oficial más grande y cuya concesión estuvo los últimos 20 años en manos de MCE SA, liderada por el empresario mendocino Alfredo Vila.

Este sábado comenzó la agitada transición entre las dos concesiones. Desde el IPJyC emitieron un comunicado acerca de esta situación en el que señalaron que “a las 23.59 del día viernes 22 de julio cerró transitoriamente el Casino Central de Mendoza a los fines de que el anterior adjudicatario (MCE S.A.), atento el vencimiento del Contrato que poseía con el Instituto Provincial de Juegos y Casinos, retire los bienes muebles que había provisto para el cumplimiento del contrato mencionado en la sala del Casino Central de Mendoza”.

Al mismo tiempo, resalta que la medida se adopta para que “el nuevo adjudicatario de la licitación pública de la prestación del servicio integral de máquinas tragamonedas realice las instalaciones correspondientes y comience a prestar el servicio”.

El organismo conducido por Ida López fijó un “plazo máximo de 5 días corridos” para que MCE SA retire sus bienes muebles. “En caso de que no cumpla con su obligación legal los mismos serán retirados con cargo a MCE SA de todos los gastos y los riesgos que su incumplimiento ocasione”, expresa el mensaje.

En tanto, hacen hincapié en que “todo este proceso se ha llevado adelante conforme a Derecho y mediante resoluciones que han sido puestas en conocimiento y consentidas por el adjudicatario anterior”.

No obstante, existe incertidumbre sobre el retiro de las máquinas, ya que el propietario de MCE SA, Alfredo Vila, había cuestionado el proceso de adjudicación y presentó un recurso de revocatoria contra la resolución del IPJyC para evitar el cambio de manos en la concesión.

Por otro lado, existe una gran preocupación por parte de los trabajadores de la sede central. Por un lado, los empleados de la empresa que debe retirarse están pidiendo ser tenidos en cuenta por la nueva concesionaria a la hora de contratar nuevo personal.

Pero además, los estatales nucleados en la Unión Personal Juegos y Casino (UPJCM) también están preocupados por la situación del Casino Central, debido a que una porción del sueldo de estos trabajadores está vinculada a las ganancias del IPJyC, por lo que el cierre por tiempo indeterminado afectaría directamente a la recaudación y por consiguiente repercutiría en los salarios.

“El problema particular de este cambio de concesión es que los plazos que figuran en la formalidad no sabemos si se van a cumplir. Entonces, eso produce incertidumbre sobre el tiempo que va a estar cerrada la sala de juegos”, expresó a MDZ el secretario general de UPJCM, Martín Caín.

Indicó que luego de la reunión paritaria de este viernes, tuvieron una reunión con representantes del IPJyC y se pidió generar una herramienta que garantice que durante el tiempo que esté cerrada la sede central, el salario de julio de los trabajadores por la bonificación y la productividad no sufra ningún tipo de merma.

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