Se desgrana uno de los pilares de la defensa de Walter Bento

Al juez federal Walter Bento se le comenzó a desgranar uno de los pilares que lo sostiene en el cargo, a pesar de estar procesado por la misma Justicia de la que es parte. El Consejo de la Magistratura, órgano encargado de evaluar la conducta de los magistrados, comenzó a moverse a contramano de lo que esperaba Bento: el expediente pasará a la comisión de acusación, justo antes de iniciar la feria. Luego de las dos semanas de parate, podría acelerarse el dictamen para que el Consejo en pleno decida si lo suspende o no. 

El cambio tiene que ver con el descongelamiento. Una vez que el "caso Bento" sea tratado por el cuerpo, será difícil que alguien exponga una defensa abierta del Juez. "Le soltaron la mano, parece", explican desde el Consejo de la Magistratura. Hasta ahora, el Frente de Todos había ejecutado una protección encubierta de Bento. No lo defendían públicamente, pero aceptaban las chicanas legales y administrativas para dilatar, aprovechando la mayoría. 

La conformación del Consejo cambió por la aplicación de la sentencia de la Corte Suprema. Y, aunque ese cuerpo no tuvo mucho trabajo, sí hubo decisiones en el "caso Bento". Primero, le negaron acceder a un concurso para ascender. Y ahora las comisiones descongelaron el expediente. Hoy el tema sigue en la Comisión de Disciplina, pero antes de la feria pasaría a la de Acusación. Desde allí volverá a salir el informe para que el Cuerpo vote. Se espera que luego de la feria esté el nuevo dictamen. 

Antes, el consejero Pablo Tonelli, quien lideró el sumario, había pedido la suspensión y el desafuero de Bento. Si eso ocurre, la ola expansiva es irreversible para el juez, pues si pierde la inmunidad quedaría inmediatamente detenido porque pesa sobre él un procesamiento firme con pedido de detención y embargo. 

El caso

Walter Bento está procesado por ser sospechoso de haber liderado una asociación ilícita dedicada a cobrar coimas a cambio de favores en la Justicia Federal que él lideraba. Según la acusación, los "punteros" del juez contactaban a los acusados de delitos federales como contrabando y narcotráfico, les ofrecían beneficios judiciales que Bento podía ejecutar a cambio de importantes montos de dinero. También, se le imputan acusaciones por cohecho (delito original) y enriquecimiento ilícito. Además del juez, están acusados dos de sus hijos y su esposa Marta Isabel Boiza, todos empleados de la Justicia Federal; y una trama de abogados que eran, supuestamente, parte de la misma red de corrupción. Uno los protagonistas de esa red está muerto y su asesinato fue el detonante de la investigación. Se trata de Diego Aliaga. 

A pesar de todo, Bento sigue a cargo del Juzgado Federal 1 de Mendoza; el cargo más influyente de fuero. Además de tener la competencia penal, es el juez electoral; entre otras cosas. Esa situación incomoda en Tribunales y hasta la Cámara Federal le pidió al Consejo y a la Corte que evalúen cambios para evitar problemas y descomprimir. Es que en el edificio de calle España conviven acusado y acusadores y comparten desde empleados, hasta los espacios físicos. 

Además de los testimonios que revelan cómo funcionaba la supuesta red de corrupción, los expedientes de la justicia y del Consejo tienen abundante datos que hablan de la ruta del dinero: Bento y su familia tienen problemas para justificar los bienes suntuosos que poseen, entre los que hay inmuebles, vehículos, fideicomisos y participación en emprendimientos comerciales; además de una enorme cantidad de viajes al exterior.