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La insoportable levedad de la Legislatura en tiempos de crisis

En medio de una crisis descomunal, la Legislatura parece ajena y esquiva debates de fondo.

MDZ Política
MDZ Política domingo, 26 de junio de 2022 · 07:48 hs
La insoportable levedad de la Legislatura en tiempos de crisis
Foto: Captura de pantalla

El país y Mendoza atraviesan tiempos difíciles, complicados y de sufrimiento para millones de compatriotas. Inflación creciente, pobreza e indigencia en números alarmantes y vergonzosos; tensión social permanente, puja y demanda continua de mayor ayuda estatal por parte de los movimientos sociales, falta de productos esenciales y escasez manifiesta de gasoil que obstaculizan la producción, son algunos de los determinantes extremos de la realidad actual.

Todo en el contexto de una polarización creciente, estentórea y claramente inflexible. No sólo hay grieta dura entre oficialismo y oposición, sino que impacta más el enfrentamiento en el gobernante Frente de Todos con el acoso y la crítica pertinaz y continua de Cristina Fernández de Kirchner al presidente, que aparece debilitado y vacilante. Esta combinación de factores negativos ha impactado en la valoración de la dirigencia política en general. La sociedad manifiesta fastidio, molestia, desazón y hasta rechazo hacia los gobernantes en general.

El panorama preocupa y es necesario que todos quienes tienen responsabilidades públicas de gestión, pongan esfuerzo máximo y capacidad en la acción para comenzar a solucionar necesidades y cuestiones básicas que atemperen la gravedad que resulta el transitar la vida diaria.

En la provincia, la Legislatura parece estar ajena a la situación descripta y con levedad manifiesta, transcurre sin tomar atención a las necesidades y devenir de la cotidianeidad de los millones de mendocinos. El trabajo y diálogo sobre los temas esenciales está prácticamente cancelado y sobresalen las voces disonantes y críticas, con el corolario de un resultado casi nulo en discusión fructífera sobre cuestiones de interés colectivo.

Un hecho claro y demostrativo es el fracaso paralizante en el tratamiento sobre la reforma constitucional promovida por el gobernador. El argumento esgrimido por la oposición para no tratar la reforma propuesta y en un marco institucional más tenso por el caso Bonarrico, que agravó la falta de diálogo, es el señalamiento de que lo enviado por el poder ejecutivo” es muy malo, que carece de todo valor”.

Suponiendo que la calificación del peronismo fuera valida, no es motivo suficiente para no debatir lo enviado. Puede el justicialismo opositor presentar cambios que agreguen valor y mejora al proyecto oficialista, desvaído e intrascendente en su visión. Es la tarea lógica y coherente de toda fuerza opositora.  Crítica y propuesta mejoradora.

El oficialismo, por su parte, tendría que prestarse a un debate franco y enriquecedor que concluyera en un final de agregado de valor a su iniciativa. Esto que debería ser la norma habitual de la tarea legislativa democrática aparece como lejana e imposible en las actuales circunstancias de polarización.

Sin empatía

La falta de empatía de los legisladores con la realidad ciudadana, sólo agrega nafta al incendio en que está inmersa la credibilidad de la dirigencia política.

La disociación en la vida democrática entre dirigentes y dirigidos, sumado a la desconfianza que genera la gestión y que abarca a la totalidad de los partidos políticos, debe ser restaurada con prontitud y eficacia.

La ciudadanía necesita y requiere liderazgo claro, comprometido y que ofrezca soluciones concretas por parte de los servidores públicos y la institucionalidad democrática representativa lo demanda. El sistema democrático necesita poner en valor la relación de confianza y credibilidad entre el pueblo y sus representantes. Aportando algunas ideas para iniciar el frustrado debate sobre la reforma constitucional, los legisladores podrían trabajar sobre algunas iniciativas que empoderen a los ciudadanos en nuestro modelo de gobierno.

Mayor poder para el pueblo. Consultas populares, consultas vinculantes, plebiscitos, revocatoria de mandatos,entre otros, son instituciones que pueden ser puestas en el debate público, con responsabilidad y convicción y de concretarse, agregarían participación , compromiso y mayor involucramiento a la ciudadanía en su conjunto.

Ciudadanos libres, responsables y empoderados en un sistema democrático republicano.

Legisladores mendocinos, es imprescindible que abandonen la levedad de su gestión para honrar la elevada misión conque los distinguieran los ciudadanos comprovincianos.

Hora de compromiso y trabajo fructífero.

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