El lado oscuro

Se destapó la cloaca de la política y no se salvó ni Milei

A lo largo de la semana se dieron cuatro hechos puntuales que revelan la cara más sucia de los partidos políticos. Ejemplos que explican por qué se percibe cada vez más indignación en la ciudadanía.

Mariano Bustos
Mariano Bustos domingo, 29 de mayo de 2022 · 07:01 hs
Se destapó la cloaca de la política y no se salvó ni Milei

Ocurrieron a lo largo y a lo ancho del país y sin distinguir partidos políticos. Cuatro episodios diferentes mostraron los hilos detrás del tapiz. La mugre debajo de la alfombra. Secretos a voces quedaron al descubierto revelando los tejes y manejes que -lamentablemente- caracterizan a los políticos argentinos. La “corpo política” se abroqueló para llevarse puesta a la fiscal que los investigaba en Entre Ríos; en Mendoza un exsenador dijo que el gobierno destinó 18 millones de pesos a su fundación en el marco de un acuerdo electoral; en la provincia de Buenos Aires, saltó a la luz que la grieta no existe a la hora de negociar cargos; y en CABA, Javier Milei quedó expuesto por el uso de pasajes oficiales.

Héctor Hugo Bonarrico se convirtió en legislador provincial en el año 2017. Integró las listas del Partido Intransigente y fue invitado a aquella aventura electoral por el líder de Protectora, José Luis Ramón. Al conseguir su banca comenzó a inclinarse cada vez más hacia el oficialismo hasta que, finalmente, el año pasado se sumó al Frente Cambia Mendoza que conduce la UCR. El jueves se publicó en el Boletín Oficial un decreto mediante el cual el gobierno de Rodolfo Suarez le destina al menos 18 millones de pesos a la Fundación Acción Social que dirige el pastor evangélico. "Esto fue parte del acuerdo que el partido MásFe hizo con el Gobierno en las elecciones pasadas", reconoció públicamente el exlegislador. 

Bonarrico junto a líderes de la UCR.

Concretamente, Bonarrico admitió que no le dieron un lugar en la lista de candidatos para renovar una banca y le pidieron que baje su candidatura a diputado nacional. A cambio, le habrían ofrecido un cargo de director en el gobierno de Rodolfo Suarez. "Las direcciones del Gobierno trabajan con dinero del Estado y se dedican a atender con plata del Gobierno específicamente a un grupo de personas. Como yo, presidente y fundador de MasFe, no quiero ser un empleado del Gobierno, llegamos a este acuerdo, en vez de abrir una dirección", confesó abiertamente en MDZ Radio.

Aunque luego el ministro de Gobierno de Mendoza, Víctor Ibañez, salió a negar esa versión, el grado de detalle que dio el pastor dejan en una situación delicada tanto a Ibañez como al resto de los funcionarios que intervinieron en esa "negociación electoral" que involucra el uso de fondos públicos para sumar voluntades.

En un país con justicia independiente quizás este tipo de prácticas fueran infrecuentes. Pero esta semana quedó claro qué pasa cuando un fiscal se atreve a investigar la corrupción.

Cecilia Goyeneche investigó y destapó irregularidades que involucraban a importantes políticos de Entre Ríos. Estuvo a cargo de la investigación que terminó con una condena contra el exgobernador Sergio Urribarri por utilizar recursos públicos para su campaña presidencial. Pero incluso descubrió un complejo entramado en la legislatura de esa provincia para desviar fondos mediante un sistema de contrataciones truchas en las que participaban dirigentes de diferentes partidos. ¿El resultado? Le iniciaron un jury de enjuiciamiento y la destituyeron. Incomodó tanto que la sacaron de carrera.

“Es la consumación de un golpe dado por la corrupción en un proceso tendiente a mantener el status quo en la provincia", declaró Goyeneche tras ser removida.

Por más que el Frente de Todos y Juntos por el Cambio procuren mostrarse como cosas totalmente opuestas, comparten las mismas mañas. Esto quedó claro esta semana con lo ocurrido en la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires. Allí también quedó al descubierto el manejo turbio de la política, algo para lo que no existe grieta. 

El senador Joaquín De la Torre presentó su renuncia a la vicepresidencia segunda de la Cámara denunciando negociados oscuros entre Juntos por el Cambio y el gobierno de Axel Kicillof.

"La razón de mi renuncia es sencilla: no podemos entregarle al kirchnerismo el Tribunal de Cuentas de manera vitalicia a cambio de un par de cargos para Juntos.  Esto es buscar privilegios a espaldas de la gente. Así más que halcones o palomas parecemos pavos reales", disparó en las redes sociales el exintendente de San Miguel.

Específicamente, Juntos por el Cambio aprobó la designación de Federico Thea, como el nuevo presidente del Honorable Tribunal de Cuentas de Buenos Aires y, como contrapartida, Kicillof designó a una persona de la UCR y otra del PRO en el Banco Provincia.

Lamentablemente este tipo de prácticas son recurrentes. Por ese motivo, Javier Milei capitaliza en las encuestas esa bronca que existe con la dirigencia política. Por ese motivo fue tanto el revuelo cuando se supo que el diputado libertario utilizó decenas de pasajes aéreos que le otorga la Cámara de Diputados.

Aunque no se trata de nada ilegal, Milei ha hecho bandera contra los privilegios de los políticos y la difusión de sus viajes impactó directamente en su núcleo electoral. A tal punto que muchos querían creer que se trataba de operaciones mediáticas y esperaban una desmentida categórica por parte del legislador. Pero eso no ocurrió.

Milei admitió que utilizó esos pasajes y su argumento fue que si no los utiliza quedan en manos de la casta. “Si usted no los usa, ese dinero vuelve a la Cámara de Diputados para que lo use la casta. Lo usamos transitoriamente", manifestó y dijo que el costo de los pasajes se sumará al dinero de su dieta que sortea todos los meses.

En los últimos siete días quedó expuesto el lado oscuro de la política argentina. Acuerdos secretos, privilegios, impunidad y negociados quedaron al descubierto. Cuatro síntomas puntuales que diagnostican la misma enfermedad.

Archivado en