El insólito efecto dominó que generó Alberto Fernández en las causas de Mendoza

Hay 717 mendocinos que pueden sentirse estúpidos. Al menos institucionalmente así los van a tratar. Son las personas que tienen condena o están en "capilla" por haber violado las restricciones impuestas durante el Aislamiento Obligatorio. Hay otra 5 mil que tienen su juicio en proceso, pero que recibirán el beneficio de la amnistía indirecta que ideó con su mal ejemplo el presidente Alberto Fernández.

Es que el presidente violó la cuarentena, hizo una fiesta, lo descubrieron y zafó de una condena pagando. Con ese antecedente, cambió la "política criminal" y ahora en Mendoza se abrirá la misma posibilidad de pagar para ser exculpados. 

El Ministerio Público Fiscal de Mendoza trabaja para elaborar una directiva interna para que los fiscales propongan esa alternativa. Algo beneficioso tiene, pues podrían descomprimir Tribunales por la enorme cantidad de causas que se acumularon por violar el artículo 205 del Código Penal y los Decretos de Necesidad y Urgencia que firmó Fernández. Se trata de un delito correccional, pero que igual implica un antecedente en caso de ser condenado. 

En total hay 6.200 personas que fueron imputadas por ese delito. De ese grupo hubo, según la información oficial, 420 condenados (la mayoría en juicio abreviado). Las condenas son excarcelables, pero dejan un antecedente penal. Otras 297 personas quedaron con  suspensión de juicio a prueba o con una solución alternativa. Otras 340 personas fueron absueltas. Pero quedan 5 mil en un limbo que se podrán tener la alternativa con la jurisprudencia presidencial.

"Lo de Alberto Fernández impacta en el trabajo de fiscales. Si el presidente arregla por $1.6 millones el ciudadano común puede ofrecer menos", explican desde Tribunales. Incluso, podrían ser montos testimoniales los que se impongan.

El presidente Alberto Fernández y su pareja, Fabiola Yáñez, eran juzgados por haber violado el Aislamiento Obligatorio impuesto por el propio presidente. Fue por las pruebas que aparecieron del festejo de cumpleaños de Fabiola en la Quinta de Olivos y que derivó en un escándalo. Ambos admitieron las culpas, tras haber mentido públicamente, y ofrecieron pagar para quedar liberados. El fiscal aceptó y el juez homologó ese acuerdo.