Pierden todos

La salida de Roberto Feletti, un triunfo político que se adjudican ambos bandos en pugna

No cabe ninguna duda que Cristina Fernández de Kirchner impulsò la renuncia de Roberto Feletti para despegarse definitivamente de la gestión económica de Alberto Fernández y Martin Guzmán. Pero desde la Casa Rosada pretendían vender esa movida como triunfo de ellos. No hay ganadores.

Beto Valdez
Beto Valdez martes, 24 de mayo de 2022 · 07:05 hs
La salida de Roberto Feletti, un triunfo político que se adjudican ambos bandos en pugna
Foto: TELAM

Martin Guzmán salió a vender el fin de semana que se empoderaba y que le iba a poner límites a Roberto Feletti, ahora se queda solo con la inflación, el acuerdo con el FMI y las tarifas”, festejaban ayer en círculos cristinistas. Si bien es cierto que la decisión de la salida del economista de la Secretaría de Comercio fue de Cristina Fernàndez de Kirchner, no queda el sector de la vicepresidenta desligado del costo político del aumento de precios y la pérdida de poder adquisitivo.

Paralelamente, los voceros del Palacio de Hacienda y de la Casa Rosada salieron a pretender instalar que Guzmán y Alberto Fernández son los ganadores de este capítulo. Si el desenlace fuera así Feletti tendría que haber sido despedido de su cargo mucho antes, sobre todo cuando empezó a criticar públicamente la gestión del ministro apuntado desde el Instituto Patria.

Desde el universo peronista ligado a los gobernadores y al sindicalismo planteaban que “Alberto y Cristina son dos irresponsables que están jugando a la ruleta rusa con todos nosotros adentro”. No se van a pelar con ella porque le temen pero cada vez hay más cuestionamientos por su manejo de querer despegarse de un gobierno que es producto de su rosca en 2019.

“Ella y Máximo están alambrando el Gran Buenos Aires para refugiarse ahí si el año que viene perdemos, pero no saben siquiera si pueden ganar nuevamente la Gobernación”, sostienen en el peronismo profundo. Aunque la reaparecida liga de gobernadores no tienen ningún interés en declararle la guerra a la vicepresidenta. Es mucho más fácil cuestionar a Alberto.

En ese sentido, referentes del PJ con buenos contactos en el mundo financiero sostenían anoche que “en la Casa Rosada nos quieren convencer que ahora va a haber coherencia para enfrentar a la inflación como si Guillermo Hang fuera Carlitos Melconian”. El sucesor de Feletti no mueve el amperímetro y se sabe que no es precisamente un ortodoxo que tranquilice al círculo rojo.

Ni hablar del nombramiento de Agustín D'Attellis en el directorio del Banco Central en lugar de Hang. “Esto demuestra que Alberto al final del día termina haciendo kirchnerismo y decepciona una vez más al establishment, es una señal pésima en este contexto”, reveló un senador de peso dentro del bloque de los gobernadores. La mirada de la mayoría del peronismo es que acá pierden todos.

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