Con miras al 2023

Las “herejías” que le permite Cristina Fernández de Kirchner a un ministro para mostrarlo moderado

El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, sigue construyendo un perfil moderado que incluye mostrarse con personajes detestados por el kirchnerismo, como Luís Barrionuevo o Mario Montoto. Nunca criticó el acuerdo con el FMI. Pero cuenta con el aval de Cristina Fernández de Kirchner.

Beto Valdez
Beto Valdez lunes, 23 de mayo de 2022 · 07:00 hs
Las “herejías” que le permite Cristina Fernández de Kirchner a un ministro para mostrarlo moderado

En tiempos de pelea y dogmatismo K, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se muestra hace unos meses “abierto y dialoguista” con la aparente intención de construir un perfil moderado con miras a las elecciones presidenciales del año próximo. Casi una forma de repetir el modelo de Alberto Fernández cuando hace 3 años Cristina Fernández de Kirchner lo ungió como candidato presidencial.

 

Cristina le dio el ok para avanzar al estilo Alberto y reunirse con personajes que ella detesta personalmente, sino Wado no lo haría porque es un soldado muy subordinado”, comentan a MDZ fuentes confiables del oficialismo. Obviamente esta movida del jefe de la cartera política les hace mucho ruido a los sectores más duros del camporismo en medio de la guerra contra el albertismo. “Le tiramos con todo a Martín Guzmán y Wado se reúne y se muestra condescendiente con él”, comentan.

Quien queda más desubicado políticamente es AndrésEl CuervoLarroque que se ha transformado en el vocero duro contra el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía. También es cierto que el ministro de Desarrollo Social bonaerense nunca se llevó del todo bien con De Pedro desde los inicios de La Cámpora. Pero la que manda es la vicepresidenta y Máximo Kirchner hace equilibrio en la implementación de la antigua estrategia del policía bueno y del policía malo.

Lo concreto es que el ministro del Interior quiere construir una imagen de componedor y pluralista. No sólo lo intentó mostrar con sus viajes a Israel y al Vaticano, sino además mostrándose públicamente con Luis Barrionuevo, probablemente el dirigente menos querido por CFK desde hace décadas, y tratando de seducir a Juan Manuel Urtubey, quien hasta ahora aparecía muy lejano al cristinismo y fue el anfitrión del asado enigmático que juntó a los gobernadores Juan Schiaretti y Gerardo Morales, con Emilio Monzó, Rogelio Frigerio y Margarita Stolbizer.

Tampoco resulta agradable que el funcionario camporista no haya criticado, como sus compañeros, el acuerdo con el FMI y se muestre con mejor feeling con Guzmán o mantenga un buen vínculo con el polémico empresario Mario Montoto, quien mucho tuvo que ver con el armado de su visita casi presidencial a Israel, pese a que ha mejorado la relación con su hija Fernanda Raverta. Pero todo suma en pos de no mostrarse sectario.

Desde hace años se dice en el kirchnerismo que Cristina tiene una especial debilidad por de Pedro, no sólo por su historia personal y sus padres desaparecidos. “Wado tiene una formación y un perfil que sobresale por arriba de la media de la primera línea de La Cámpora y eso la seduce a la vice”, comentan en el universo K.

También le pasaba lo mismo con Axel Kicillof hasta la derrota bonaerense en las PASO. “Wado tiene más formación política que el gobernador, nunca hubiera cometido los errores de enfrentarse con los Barones del Gran Buenos Aires y con Máximo”, dice un intendente. “Pero por más que ahora se muestre abierto y dialoguista, en el fondo es un duro desde lo ideológico, simplemente tiene más cintura política y mucho dialogo con toda la oposición”, agrega el jefe comunal ¿Una moderación impostada?

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