Mauricio Macri tensó la interna de Juntos por el Cambio con su ausencia y una sugestiva foto
La ausencia de Mauricio Macri en la jornada de Juntos por el Cambio que se llevó a cabo ayer en La Matanza estaba pautada con anterioridad. Sin embargo, en la misma jornada se reunió en su casa con el diputado radical Rodrigo de Loredo, lo cual no cayó nada bien en la coalición opositora.
"Son cosas de Mauricio... Las hace para hacernos sentir que existe", dijo un muy importante dirigente del PRO que suele participar de la mayoría de las mesas que se arman para debatir el futuro de Juntos por el Cambio y que aceptó su ausencia en la jornada que se desarrolló ayer en La Matanza con la mayoría de las autoridades de los partidos que integran el frente opositor.
"La verdad, no tenía por qué venir. No fue a las otras dos y tampoco estaba convocado para esta. Es la prensa la que le da connotaciones que no tiene", le dijo a MDZ un amigo de Gerardo Morales con el que no tiene una buena relación últimamente pero que reconoce que la presencia del expresidente podría generar que sólo se hablara de él.
Sin embargo, la frase "son cosas de Mauricio" está relacionada a que, mientras oficialmente se informaba que el expresidente no participaba de la reunión en la que sí estuvieron Morales, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, entre otros, porque estaba a punto de viajar al exterior, éste se fotografiaba con Rodrigo de Loredo, el diputado nacional radical, para debatir nadie sabe bien qué, pero con fotos que subieron en las redes.
De Loredo es uno de los que conduce el bloque de radicales que se vincula a Martín Lousteau, de Evolución Radical, rival interno de Morales. Aún se recuerda el vaso con agua que el gobernador jujeño le tiró en medio de la discusión por la confección de las autoridades partidarias el año pasado, donde también se determinó que habría dos bloques radicales en la Cámara de Diputados de la Nación.
"No puede con su genio... es calabrés", dijo la misma fuente, que suele hablar bastante con el expresidente. Es que mientras los demás ratificaban no sólo la necesidad de seguir construyendo la unidad del espacio y discutían propuestas de campaña, en este caso vinculadas con el área social, Macri hablaba, a solas, de otra cosa.
En la jornada de ayer quedó más que claro que, a pesar de las diferencias internas que subsisten en la mayoría de los pueblos, "y La Matanza no es la excepción, no hay dudas en la construcción común y consolidación del espacio, por eso las cuatro fundaciones trabajan en cada uno de los temas para consolidar una propuesta conjunta", le dijo a MDZ una de las personas de mayor confianza de Patricia Bullrich, considerada la más "cambiemista" de los presentes en el encuentro.
Es que el debate sobre si la oposición debe tener más vocación por el "cambio" que por permanecer "juntos" reapareció con la aceleración de la crisis del gobierno nacional pero se agrava con la falta de una conducción unificada en la Provincia de Buenos Aires, que es donde el kirchnerismo camporista define toda su estrategia pero la oposición no tiene ni siquiera una.
"Hay mesas de conducción entre todos los presidentes de las corrientes de Juntos, pero es insólito que una vez que salgan de los encuentros cada uno diga una cosa diferente. ¿Para qué sirven las mesas sino para ordenar el debate?", se quejaba un experto político que participa de ellas. "El horizontalismo bobo", la calificó Miguel Ángel Pichetto.
El Frente de Todos trabaja sobre esta falta de solvencia o picardía negociadora, según el operador consultado, para sacar leyes y proyectos afines a sus necesidades, que no son los que Macri y Bullrich creen que tienen que defender. Los intendentes PRO y los radicales son mucho más proclives a preservar el "diálogo institucional" que a confrontar con el poder, aunque los que más solidez económica tienen se planten sobre temas muy precisos.
En la legislatura bonaerense, donde los radicales suelen tener un mismo eje, impulsado también por el pedido de sus jefes comunales del interior, el PRO se ve envuelto en las constantes discusiones internas que tienen como punto de partida la proyección electoral de 2023.
Allí discuten fuertemente los legisladores "abandonados" por María Eugenia Vidal y hoy conducidos por Cristian Ritondo con aquellos que dependen de los intendentes más los aliados territoriales, que no siempre coinciden entre sí.
"El gran problema que tenemos en la oposición es el ya ganamos", dijo a MDZ Gustavo Posse, para quien todos estos conflictos tienen que ver más con cómo se arman las candidaturas presidenciales que cómo se construye un proyecto de cara a la sociedad.
Todos coinciden en que es más importante tener un mensaje claro y directo, que determine las primeras diez acciones de gobierno, y para eso sirve el trabajo de las cuatro fundaciones. Pero gestos como la foto de Macri de ayer le dan letra a aquellos que creen que "todos los proyectos quedarán en un baúl porque, llegado el momento, "hará lo que le dé la gana".