Gobierno en crisis

Tarifas: Alberto Fernández adelanta la batalla final contra el kirchnerismo

El presidente anunció que los funcionarios que no firmen los aumentos en luz y gas deberán renunciar, a horas de reglamentar los incrementos. Martín Guzmán tomaría total control del sector.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 11 de mayo de 2022 · 12:40 hs
Tarifas: Alberto Fernández adelanta la batalla final contra el kirchnerismo
Foto: Télam

La batalla final podría estar cerca. Antes del primero de junio el nuevo esquema tarifas debe estar reglamentado y puesto en funcionamiento, y las nuevas boletas de gas y luz comenzarán a llegar con los incrementos para todo el público que está en la mira del Gobierno. Esto es, un alza de hasta 60% para la clase media y media alta y hasta un 400% (con un promedio de 200%) para el 10% de los argentinos con mayor poder adquisitivo. Y, tal como anticipó ayer el propio Alberto Fernández a la prensa que lo acompaña en su gira europea, el funcionario que no lo vea así y no acepte firmar las regulaciones de las tarifas, tendrá que renunciar.

Dicho de manera más concreta, el subsecretario de Energía Federico Basualdo, la titular del Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE) Soledad Manin y el director del Enargas, Federico Bernal; deberían dejar sus cargos si no aceptan el nuevo esquema tarifario.

El problema es que se trata de tres representes puros y duros del kirchnerismo, y que sólo abandonarán sus cargos en el caso que se lo ordene personalmente Cristina Fernández de Kirchner o Máximo Kirchner. Para que este conflicto llegue a su punto culminante, firma sí o firma no, sólo restan 10 días, ya que desde mañana a la tarde, luego de haber concretado las audiencias públicas correspondientes y que marca la ley, el Ejecutivo estará en condiciones jurídicas de avanzar con el incremento de las boletas de luz y gas. Pero sólo serían aplicables con las firmas de Basualdo, Manin y Bernal, quienes se niegan a rubricar las resoluciones a la espera de la orden final de CFK.

Dependerá todo de la decisión de la vicepresidenta, que tendrá que resolver entre tres situaciones: firmar, aceptar la salida de sus funcionarios de cabecera y señalarles que resistan hasta las últimas consecuencias y llevar el conflicto con el jefe de Estado hasta las últimas consecuencias políticas. Y poner en crisis el acuerdo con el FMI.

Lo cierto es que en horas Martín Guzmán pasará al ataque. El ministro de Economía, avalado personalmente por Alberto Fernández, tendrá dos semanas de acción donde avanzará sobre dos sectores clave para el dominio de la Economía: las tarifas de gas y luz. El anuncio pone a Guzmán al frente de la política energética del Gobierno, una situación que genera además una novedad política.

Con este movimiento, el ministro concreta públicamente la realidad de haberse convertido en el funcionarios que maneja el sector energético; un rubro que desde el comienzo de la gestión del Frente de Todos era jurisdicción exclusiva del kirchnerismo. Se confirma además el  pase de equipo dentro del oficialismo del secretario de Energía Darío Martínez; ahora revista definitivamente en el albertismo, abandonando el kirchnerismo y mirando más de frente sus posibilidades políticas electorales en Río Negro.

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