Bronca en el Gobierno con Eduardo "Wado" de Pedro por su gira "presidencial"

"Si sigue usando el Ministerio del Interior para hacer su campaña presidencial se va a tener que ir". El cerrojo informativo que impuso Alberto Fernández a partir de la profunda interna que parte al gobierno nacional no alcanzó para contener la ira de los funcionarios más leales al Presidente. En el entorno del jefe de Estado despliegan un argumento técnico, pero fulminante, para empujar la salida de Eduardo "Wado" de Pedro: advierten que el Ministro del Interior no puede ser el encargado de organizar el proceso electoral del próximo año y a la vez moverse como pre candidato presidencial a pedido de Cristina Fernández de Kirchner.

La relación de Alberto Fernández con Eduardo "Wado" de Pedro sigue rota. El vínculo se quebró cuando el funcionario presentó su renuncia testimonial luego de la derrota electoral del oficialismo en las PASO del año pasado. Y desde entonces, la tensión fue en aumento. De Pedro comenzó a moverse con autonomía dentro de la Casa Rosada, se mostró con los gobernadores y comenzó a usar su dependencia, según relatan cerca del Presidente, como trampolín para instalar su figura a nivel internacional. A fines de febrero se fue a España. Priorizó una feria de móviles, con foco en la tecnología 5G, antes que el discurso de apertura de sesiones del Presidente ante la Asamblea Legislativa, evento al que también faltó Máximo Kirchner.

Hace dos semanas, también se fue de gira a Roma y El Vaticano donde mantuvo una audiencia privada con el Papa Francisco. Además, casi en paralelo, se mostraba en su despacho con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley. Una agenda exterior que es seguida con recelo por sus compañeros de gabinete. Pero la reciente gira a Israel, con siete gobernadores, dos ministros nacionales, representantes de provincias y un pelotón de periodistas, superó las expectativas de la Casa Rosada. Incluso hubo quejas porque esa misión que encabezó De Pedro coincidió con la gira comercial a la India del Canciller, Santiago Cafiero, que pasó casi inadvertida. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguraron que la numerosa comitiva que acompañó a De Pedro, pese a contrastar con la austera gira casi unipersonal de Cafiero, no alteró la agenda exterior de Cancillería y fue complementaria. Pero desde Casa Rosada dejaron trascender el creciente mal estar con De Pedro.

La delegación argentina está integrada por "Wado" de Pedro, el Ministro de Ciencia y Tecnología Daniel Filmus, el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Julián Domínguez, el Vicejefe de Gabinete de la Nación Jorge Neme, los Gobernadores Raúl Jalil de Catamarca, Gustavo Bordet de Entre Ríos, Gildo Insfrán de Formosa, Rodolfo Suarez de Mendoza, Arabela Carreras de Río Negro, Sergio Uñac de San Juan, Alicia Kirchner de Santa Cruz, junto con el Secretario General del Consejo Federal de Inversiones (CFI), Ignacio Lamothe, la Ministra de Producción de La Pampa, Fernanda González, el Ministro de Agua y Energía de La Rioja, Adolfo Scaglioni, el Senador Nacional por Santiago del Estero, José Neder y Mario Montoto, presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí (CCAI).

Por eso en el Poder Ejecutivo Nacional esperan que en los próximo meses De Pedro deje su cargo. Invocan por lo bajo el antecedente de las elecciones presidenciales del 2015 cuando Florencio Randazzo era Ministro del Interior y expresó su intención de pelear por la sucesión de Cristina Fernández de Kirchner. En aquel momento, la entonces Presidenta liberó a Randazzo del manejo electoral a través de un decreto que modificó el organigrama de la administración nacional y transfirió a la Subsecretaría de Asuntos Electorales al ministerio de Justicia y Derechos Humanos que ocupaba Julio Alak. Ese decreto llegó en mayo del 2015. Las organización de las presidenciales del 2023 debería comenzar en el segundo semestre de este año. Ese es el dead line para que De Pedro deje su cargo o para que, eventualmente, Alberto Fernández dicte un decreto sacándole el manejo de la organización del comicio.