El negocio de las mafias detrás de la toma de terrenos en La Plata

La usurpación y parcelación de terrenos en la localidad de Los Hornos, en el partido bonaerense de La Plata, esconde un oscuro negocio en el que las mafias y el narcotráfico salen muy favorecidos, además de fomentar la delincuencia y perjudicar a los vecinos que ya vivían en la zona, según denunciaron el intendente local, Julio Garro, y el diputado nacional Cristian Ritondo.

El juez federal Alejo Ramos Padilla dispuso la semana pasada archivar la causa de la toma de terrenos en Los Hornos ocurrida en 2020, y declaró la inexistencia del delito. En los considerandos del fallo sostiene que la toma "fue en plena luz del día", y que "al momento de los hechos, el predio se encontraba en estado ocioso y carecía en la gran mayoría de su extensión de un cerco o alambrado perimetral que lo protegiera de posibles intrusiones, sobre los que los ocupantes pudieran haber ejercido algún tipo de fuerza o violencia, como medio para consumar el despojo".

Además, hace mención a que la figura legal de la usurpación "exige que el despojo se haya llevado a cabo bajo alguna de las modalidades que prevé la norma, entre ellas, violencia, amenazas, engaños, abusos de confianza o clandestinidad". Algo que, según la interpretación de Ramos Padilla, no ocurrió.

En declaraciones al canal LN+, el intendente de La Plata, Julio Garro, aseguró que esta usurpación representa "el negocio del pobrismo", y explicó: "Ves ese panorama y entendés que es gente muy humilde que fue estafada y le vendieron barro. En el medio está la mafia, que es la que maneja la toma".

"Hace tres semanas, la policía hizo un operativo escondiéndose en camiones de basura para que los dejen entrar y detuvieron a una banda de narcotraficantes", comentó respecto a la proliferación del delito en la zona.

Por su parte, el diputado Cristian Ritondo añadió que "son grupos mafiosos que por redes sociales empiezan la venta a familias humildes que compran lo que pueden. Cuando el predio está más poblado, hacen salideras o venta de drogas, llevan autos robados a la zona".

El exministro de Seguridad bonaerense recordó que antes de la toma "era un lugar tranquilo donde siempre vivió gente trabajadora y alrededor se le instala todo esto", y enumeró los problemas que hoy padecen esos vecinos: "No hay control policial, los usurpadores se cuelgan de la luz, hay robos y hurtos, las casas se enrejan y pierden valor inmobiliario".